Una pareja gay cierra su restaurante debido a los insultos homofóbicos que reciben

Una pareja gay cierra su restaurante debido a los insultos homofóbicos que reciben

Dave Claringbould en el exterior de su restaurante Pots N Hands. (Foto cortesía National Post)

MORRIS, (MANITOBA).- Una pareja de restauradores gay está cerrando las puertas de su restaurante en Morris, en Manitoba, ya que aseguran estar hartos de ser el blanco de insultos homofóbicos y en contra de los homosexuales, tal y como asegura National Post. Pots N Hands, que cocina “comida casera”, se estrenó en la comunidad de 1.700 habitantes situada a 70 kilómetros al sur de Winnipeg hace apenas cuatro meses.

Desde entonces, el propietario, Dave Claringbould, alega que tanto él como su pareja han sido atacados con insultos homofóbicos, y relata como un cliente llegó a su negocio preguntando si su plato de comida estaba “enfermo”.

“Deben ‘salir pitando’ de aquí. Realmente no me gustan ellos, ni el servicio ni quiénes son”, comentó un residente, Aaron Kleinsasse, a la prensa de Winnipeg.

Sin embargo, desde que la información acerca de los ataques verbales recibidos por los propietarios de Pots N Hands se hizo pública, otros locales han tratado de impulsar el negocio acudiendo a comer allí o enviándoles mensajes de apoyo. Pero Dave Claringbould asegura que ya conoce por experiencia cómo es la homofobia en pueblos pequeños y sabe que algunas personas nunca van a cambiar sus actitudes. Sin embargo, Claringbould comentó que, inicialmente, no esperaban tener que hacer frente a la flagrante ignorancia ni a los insultos.

“Nos preguntaron si alguien iba a coger algo del plato ya que nosotros habíamos preparado la comida en él”, recordó Claringbould. Además, añadió que su compañero trató había tratado tranquilamente con el cliente y le dijo al hombre que estaría bien.”Estamos muy dolidos y molestos por ello. Algunas de las cosas provenientes de mentes estrechas que se nos han dicho a nosotros son realmente escandalosas”, añadió.

Tienen la intención de cerrar el restaurante el 13 de abril.

El chef de 35 años de edad, originario del Reino Unido, ha trabajado en el negocio de restaurantes por 15 años. Después de cocinar en las cocinas en Columbia Británica, Nueva Brunswick y Prince Edward Island, se estableció en Manitoba.

Él y su socio, quien no quiso ser identificado, vivían en Winnipeg antes de comprar una propiedad rural cerca de Morris. Claringbould dio clases de cocina en la ciudad antes de perseguir su sueño de tener su propio restaurante.

La pareja abrió Pots N Hands en diciembre, con platos como las patatas al horno rellenas de pollo al curry, la carne asada o el pudin de Yorkshire. Claringbould dijo que él y su pareja no ocultaron su relación, pero que tampoco han hecho alarde de ello. Según afirma, un grupo de clientes habituales se enteró de que eran gays y dejaron de venir. Otros atacaron verbalmente a la pareja tanto en el restaurante como en la ciudad.

La mayoría de las personas en la comunidad de 1.700 habitantes no son homofóbicos y nos han dado la bienvenida, dijo Claringbould. Pero los otros hacen que sea difícil para manejar un negocio y vivir allí felizmente.

Claringbould dijo que él y su compañero previamente vivían en otra comunidad, que no quiso nombrar, donde habían sufrido las consecuencias de la homofobia. La pareja aguantó durante un tiempo hasta que se dieron cuenta de que la gente simplemente no iba a cambiar sus actitudes. “No estamos dispuestos a pasar por eso otra vez.”

George Ifantis, que dirige George’s Burgers & Subs en la ciudad, asegura que él no tiene nada en contra de la pareja, pero dice que entiende que algunos clientes no se sientan cómodos con la sexualidad de los dos hombres. “A mucha gente no le gusta”, dijo Ifantis. “Usted no sabe lo que están haciendo en la cocina.”

Un antiguo residente, que pidió no ser identificado, dijo que está disgustado y avergonzado por el prejuicio. “Hay un par de gente de pueblo, muchachos que cuando crezcan van a entender cómo sus lenguas pueden lastimar  a la gente”, asegura.

El presidente de la Cámara de Comercio de Morris, Pat Schmitke, dijo que está herido y decepcionado. “Es muy lamentable, porque no es lo que nuestra pequeña ciudad hace”.