Escolta a su hija en el colegio para evitar el acoso de sus compañeras
Escolta a su hija en el colegio para evitar el acoso de sus compañeras

Jill Trahan-Hardy escola a su hija Harley, de quinto grado, después de que ésta sufriera acoso por parte de dos chicas de séptimo grado. (Foto cortesía Toronto Star)
TORONTO.- Después de escuchar durante varios meses acerca de las intimidaciones que supuestamente ha sufrido su hija de once años de edad en el patio del colegio, Jill Trahan-Hardy tomó el asunto en sus propias manos, tal y como asegura el diario Toronto Star.
Insatisfecha con las soluciones presentadas por los administradores de la escuela pública Earl Haig, se ha convertido en guardiana casi constante de su hija en los pasillos, en los recreos y durante el almuerzo. Con la aprobación del superintendente, Trahan-Hardy espera en la puerta de la clase de su hija desde el momento en que suena la campana, una solución que ella misma califica de extrema pero asegura que ve necesaria.
“Es ridículo que yo tenga que hacer esto”, dijo Trahan-Hardy, que ha estado escoltando a su hija en la escuela desde el lunes. “Esperemos que esto no tenga que ser de esta manera por el resto del año escolar, pero si es necesario, voy a estar aquí.”
Así como las potencialmente trágicas consecuencias de la intimidación son arrojadas en varias ocasiones al punto de atención, en este caso la creciente inquietud de los padres cuyos hijos sufren tormento en el colegio plantea preguntas sobre si a estos problemas se les está dando la respuesta apropiada.
Trahan-Hardy dijo que lo que primero hizo fue trasladar sus preocupaciones acerca de la intimidación a los docentes del centro en el pasado mes de marzo. Pero ella empezó a temer realmente por la seguridad de su hija, Harley Campos, cuando sus presuntas torturadoras – dos niñas de séptimo grado – se enfrentaron a ella durante la hora del almuerzo la semana pasada.
De acuerdo con una grabación de audio de la interacción, las niñas mayores repetidamente amenazaron con golpear a la estudiante de quinto grado por hablar a sus espaldas y la acusaron de hacer bromas acerca de la madre de una de ellas que había fallecido recientemente. Harley niega las acusaciones.
Trahan-Hardy sacó a su hija a la escuela, y trajo la grabación, realizada con el iPhone de otro estudiante, a los administradores. Pero ella no estaba contenta con el día y medio de suspensión que, según cuenta, recibieron las estudiantes mayores. Además, está molesta por los arreglos que la escuela les ofrece, tales como permitirle estar a cargo de Harley durante el tiempo del almuerzo o la transferencia de la niña a otra escuela. “Ella está siendo castigada por ser intimidada”, aseguró la madre de la niña, Trahan-Hardy. “Es inaceptable”, agregó.
Trahan-Hardy también denunció el incidente a la policía. La agente Wendy Drummond dijo que se llevó a cabo una investigación, pero no hay cargos presentados. El caso está ya cerrado.
Citando preocupaciones sobre la privacidad, la superintendente de la junta escolar, Vicky Branco, se negó a discutir los detalles del caso. Pero, hablando en nombre de las autoridades escolares, Branco confirmó que, por el momento, un padre está ” voluntariamente en la escuela por un período de una semana.”
“Al igual que con cualquier resolución, cada caso es único y se intenta guardar el mejor interés del estudiante. . . . Si hubiera alguna duda de aquí en adelante, por supuesto tendremos más conversaciones con los involucrados”, comentó en un correo electrónico.
El portavoz del Consejo Escolar, Ryan Bird, dijo que las escuelas dependen de una serie de métodos para hacer frente a la intimidación, incluyendo “las prácticas restaurativas, la mediación, la disciplina progresiva, y el uso de los trabajadores sociales.”
Karen Finley-Kelly, co-presidenta del consejo escolar de Earl Haig, dijo que las preocupaciones de Trahan-Hardy no son compartidas por la mayoría de los padres, que ven una “comunidad muy segura y de apoyo.” “Si (estar en la escuela es) va a hacer que se sienta mejor, supongo que está bien, pero creo que la escuela hace un buen trabajo por su cuenta”, dijo. “Me preocupa que más niños sientan que van a tener que hacer eso. No me gusta esa idea, y yo no creo que sea necesario”, aseguró.
David Smith, un experto en prevención de la intimidación en la Universidad de Ottawa, dijo que el problema con esta solución es que se corre el riesgo de “aislar más” a Harley, una preocupación Trahan-Hardy dijo que ella también comparte. Pero Harley dijo que tener a su madre alrededor no es tan “raro” como pensaba que sería. Y hasta ahora, aparte de la risita extraña en el pasillo, las niñas mayores la han dejado sola.
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