Un hombre que murió tras precipitarse por una ventana no se sabe si se cayó o fue empujado
Un hombre que murió tras precipitarse por una ventana no se sabe si se cayó o fue empujado
TORONTO.- Estaba tendido boca arriba en el suelo. No estaba completamente vestido, ni se estaba moviendo. Había saltado desde un balcón – o había sido arrojado fuera, o fue empujado por la ventana – en el piso 22 del número 200 de la calle Wellesley, según relata la versión del diario Toronto Star.
La policía no ha revelado su nombre. En cuanto al edificio donde ocurrieron los hechos, se trata de una edificación de veintinueve pisos de altura que alberga viviendas de la comunidad. Es donde había el fuego y donde Dirty George y Janos Buda murieron.
El hombre que saltó – o se cayó o fue empujado – aterrizó medio dentro, medio fuera de una plataforma de hormigón el martes de la semana pasado por la tarde. Un guardia de seguridad lo encontró y pidió ayuda y llamó a otro guardia, Cliff Martin.
Cliff ha vivido en el número 200 de Wellesley durante 25 años, él es un representante de los inquilinos a largo plazo y también ha sido miembro de la junta directiva de la corporación de vivienda comunitaria. Él dijo: “Nosotros recibimos la llamada. Fuimos. El guardia estaba molesto”. Cliff dijo: “Al principio, pensé que el hombre acababa de caer o algo así, tal vez desde el segundo piso. Miró al 23, tal vez el 25. Me acerqué y comprobé su pulso”. “Tengo entrenamiento en RCP, primeros auxilios. He sido instruido sobre cómo hacer frente a una sobredosis de drogas. Puse mis dedos en su cuello, debajo de la mandíbula, y nada”, añade.
Cliff cuenta que entonces la ambulancia llegó. “Les dije que acordonaran la zona. Pensé que no parecía como si él hubiese saltado”, comenta. “Si él estuviera vivo cuando saltó, habría habido sangre”, concluye el guarda.
Cliff, según afirma Toronto Star, dijo que había habido sobre cuarenta muertes, tal vez cincuenta, alrededor del edificio en el tiempo que él había vivido allí.
Tras el incidente, “el hombre- serpiente (al que llaman así por tener una como mascota y vive en la planta baja del edificio) donó una manta para cubrir el cuerpo de la víctima”. “Los paramédicos tenían más mantas. Comprobaron el pulso, siguieron el protocolo y le aplicaron los primeros auxilios, todo en vano”, concluye Cliff.
A continuación, según la versión del diario Toronto Star, llegó un coche de policía. La policía hizo su trabajo en la zona mientras el cuerpo seguía cubierto en la escena del suceso, hasta que se lo llevaron.
Al parecer, nadie en 200 Wellesley sabe quién es el fallecido por lo que la gente piensa que no vivía en el edificio sino que estaba allí por primera vez aunque nadie puede decir por qué se encontraba de visita. Pero la policía no considera su muerte como sospechosa.
Cerca del lugar donde se precipitó el joven, se encontraba un ramo de flores pegadas a un árbol y varios mensajes de condolencias escritos en la valla. Uno de ellos decía: “Descansa en paz, nuestros pensamientos salen de muchas maneras”. Otro rezaba así: “Demasiado joven, demasiado pronto”. Mientras que en un tercer cartel había escrito: “Te quiero, fuiste empujado, lo sé”.
Cerca de la entrada, un inquilino llamado Alex dijo: “Yo no conozco a la persona. Es muy ridículo, es inquietante, tengo a mi hijo aquí”. Aseguró que su niño ha visto mucho. También dijo que su hijo sabe que no debe acercarse al balcón.
Otro inquilino, Ángel, dijo: “Vi el cuerpo bajo las mantas. Yo volvía del No Frills. Mi hijo estaba conmigo”. Y añadió: “Mi hijo tiene siete años, ha visto mucho, pero esto es lo peor”.
El día después de haber visto el cuerpo bajo las mantas, Ángel vio a alguien llorando junto a la valla. “Fue entonces cuando supe que alguien se preocupaba por la persona que murió”. Ángel y otros tres recibieron las flores.
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