Los vecinos de Moore Park apoyan la ordenanza para crear una separación de 300 metros entre las viviendas y los hornos crematorios

Los vecinos de Moore Park apoyan la ordenanza para crear una separación de 300 metros entre las viviendas y los hornos crematorios

Margot Boyd, que vive cerca del cementerio, se opone a la ampliación del crematorio por miedo a las posibles consecuencias negativas de las emisiones. (Foto cortesía Toronto Star)

TORONTO.- Margot Boyd nunca saborea el aroma del verano en su barrio. “Cuando salgo de casa y huelo, me pregunto: ¿Esto son restos humanos o restos de animales?”, dice la mujer de cincuenta y dos años de edad que vive a una cuadra del cementerio y crematorio Mount Pleasant.

Los locales en la zona de Moore Park están furiosos por los planes para modernizar los hornos crematorios existentes, con el argumento de que una nueva ordenanza municipal requiere una distancia de al menos 300 metros entre los nuevos crematorios y las viviendas, debido a los problemas de salud que pueden provocar las emisiones, de acuerdo con la versión del Toronto Star.

Aunque el Ministerio de Medio Ambiente ha aprobado la solicitud de Mount Pleasant para los nuevos hornos crematorios, la concejal Kristyn Wong-Tam ha lanzado un llamamiento a la decisión. Se espera que el ministerio, que no quiso hacer comentarios, de respuesta a la apelación.

Mount Pleasant sostiene que el crematorio, el cual fue construido a 16,5 metros del barrio en 1972, ha sido “adquirido” en el área y no tiene que seguir las nuevas normas. La compañía dice que los nuevos hornos crematorios, permitiendo al mismo tiempo una actividad más frecuente, reducirá en gran medida las emisiones.

“Todo lo que estamos haciendo es tratar de seguir el ritmo del aumento de la demanda que existe a medida que más individuos de la población están optando por la cremación,” dijo el portavoz de Mount Pleasant, Rick Cowan.

Wong-Tam dice que los nuevos hornos crematorios deben estar sujetos a la nueva ordenanza, que entró en vigor en abril e impone distancia significativa entre los crematorios y las zonas residenciales “para proteger la salud pública.” “La comunidad ha hecho saber en varias ocasiones que están muy preocupados por los impactos en la salud de las emisiones y las toxinas que se liberan en el aire”, dijo Wong-Tam. “Ahora que Mount Pleasan está solicitando nuevas instalaciones ampliadas, deben seguir las nuevas reglas”.

Desde Mount Pleasant se tenía un permiso pre-existente antes de la nueva norma que “permitía continuar con su uso”, dijo el portavoz de la planificación urbana, Bruce Hawkins.

Trevor Currie, de 43 años, se preocupa por el efecto que el hecho de vivir cerca de Mount Pleasant ha tenido en la salud de sus hijos. “Mis dos hijos se gestaron y nacieron a unos 100 metros de distancia de donde se queman miles de cuerpos y ataúdes al año”, dijo. “Los padres no se dan cuenta de que sus hijos viven cerca de estas emisiones nocivas.”

Cowan dice que el nuevo equipo reducirá las emisiones de los crematorios, que pueden incluir mercurio, óxidos de nitrógeno, dioxinas y furanos, en más del 99 por ciento. Las emisiones de monóxido de carbono, sin embargo, será más del doble debido a un aumento en el tamaño del quemador. “Es desconcertante cuando se trata de hacer las cosas bien y la gente no quiere que las hagas”, dijo Cowan.

Pero Wong-Tam sostiene que las incineradoras más eficientes podrían representar un “riesgo acumulativo” de la exposición a los agentes carcinógenos. “No están diciendo que las emisiones se han reducido, sino que será capaz de quemar más cuerpos más rápido”, dijo. “Es un negocio lucrativo.”

Heather Marshall, de la Alianza Ambiental de Toronto, dice que los estudios muestran la exposición a incluso pequeñas cantidades de óxidos de nitrógeno y mercurio, que se encuentran en las emisiones de crematorios, podrían afectar negativamente al desarrollo fetal.

Cowan dijo que Mount Pleasant Cemetery sumó un total de 1.100 cuerpos incinerados el año pasado y espera que los números aumenten la demanda del mercado para las cremaciones. Más de la mitad de los canadienses que murieron este año serán incinerados.