Solicitan inyectoras de drogas intravenosas para consumidores en restaurantes
Solicitan inyectoras de drogas intravenosas para consumidores en restaurantes

Los defensores de personas con alergias a alimentos están instando a las autoridades exigir a los puntos de servicio de alimentos tener medicamentos para salvar las vidas de personas con alergias alimentarias severas.
HAMILTON, Ontario.- Las alergias alimentarias pueden provocar reacciones graves conocidas como anafilaxia, lo que provoca una disminución peligrosa de la presión arterial y la inflamación de la garganta y la lengua, condición que de no ser atenderse rápidamente conlleva a la muerte.
Para detener este tipo de reacción, las personas alérgicas deben su disposición y administrarse rápidamente dosis de adrenalina, también conocida como adrenalina a través de un inyector de epinefrina, a menudo llamado EpiPens, que contribuye a relajar los músculos bronquiales mientras esperan atención médica de emergencia .
Los defensores de personas con alergias a alimentos están instando a las autoridades de más ciudades exigir a todos los puntos de servicio de alimentos tener medicamentos para salvar las vidas de personas con alergias alimentarias severas.
El concejal de Hamilton, Lloyd Ferguson, quiere dotar de inyectores de epinefrina en establecimientos de comida de su ciudad, con la esperanza de evitar muerte súbita y trágica como la ocurrida en el 2012, cuando falleció una adolescente residente de Stoney Creek.
Maia Santarelli-Gallo tenía 12 años cuando su médico diagnosticó que padecía de una alergia leve a los huevos y la leche que había sólo una vez le causó aguar la nariz. Sin embargo, el pasado marzo cuando comía un helado en el Centro Comercial Hamilton, con su padre y su hermana mayor, Maia experimentó una reacción alérgica repentina y severa que empezó a cortarle la respiración.
Su hermana Zoe encontró a alguien con un inyector de epinefrina, pero para el momento de administrarlo, ya era demasiado tarde. Los equipos de emergencia trasladaron a Maia al hospital, pero fue declarada muerta.
Zoe, quien también ha sido diagnosticada con alergias leves a los cacahuetes, frutos secos y claras de huevo, carga consigo un EpiPen para casos de reacción grave.
Después de que el concejal Ferguson conoció la historia de Maia , decidió redactar un movimiento revolucionario para dotar de inyectores de epinefrina en todos los restaurantes y el centro comercial de la ciudad.
Ferguson dijo que es hora de que los proveedores de alimentos tengan acceso a los medicamentos que pueden ayudar a sus clientes que desarrollan reacciones alérgicas. Comentó que si un desfibrilador externo automático (DEA) se están instalando en los centros comunitarios, cuando tiene más sentido tener inyectores de epinefrina en las zonas donde es más probable que ocurran reacciones de alergia a los alimentos.
“Nos tomó unos 40 años para que los desfibriladores estén en centros públicos y han sido un gran éxito. Este es el siguiente paso”, dijo.
Cerca de 2.5 millones de canadienses reportaron que tienen al menos una alergia a ciertos alimentos y la mayoría de las reacciones son permanentes, que no tiene cura ni tratamiento. Algunas investigaciones sugieren que las alergias alimentarias son la nueva realidad y que su prevalencia es cada vez mayor.
Algunos pacientes no tienen idea de lo que son la gravedad de las alergias hasta que desarrollan una reacción severa. Otros asumen que sus alergias son tan leves que no necesitan cargar un EpiPen u otro inyector de epinefrina.
El alergólogo, Mark Greenwald, considera que las campañas de sensibilización son prioridad. Capacitar a la población sobre el uso de inyectores de epinefrina, al igual como las campañas de RCP, Reanimación Cardiopulmonar es esencial.
Greenwald ha desarrollado un curso en línea llamado EpiPenTraining.com, para ofrecer preparación sobre cómo reconocer las reacciones alérgicas y el uso de los inyectores.
Por su parte, la Iniciativa Canadiense de Anafilaxia participó en la recolección de inyectores de epinefrina en camiones de bomberos en Mississauga. Según sus estadísticas, solo un tercio de las personas que tienen reacciones alérgicas fuera de casa no están conscientes de que tienen una alergia severa y no llevan consigo un inyector de epinefrina.
Esta organización está solicitando a los parlamentarios un Plan Nacional de la Alergia.
La madre de Maia, Leah Santarelli, respalda los esfuerzos de concientización sobre la anafilaxia y espera que el Concejo de Hamilton apruebe la moción de Ferguson.
La moción está siendo revisada por el equipo de salud de la Alcaldía. De ser aprobado, entrará en vigencia en octubre.
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