Participantes del desfile.

Los muertos han llegado a la Ciudad de México. Calaveras gigantes han invadido el corazón de la capital. La ciudad es suya. Las catrinas han llegado desde el más allá y las flores de cempasúchil han cubierto de olores y colores el icónico Paseo de la Reforma, donde miles de personas se han dado cita para disfrutar este sábado del desfile de Día de Muertos.

El altar monumental, que permanecerá abierto al público en el Zócalo hasta el próximo 2 de noviembre, ha sido dedicado a los rescatistas, brigadistas y poblaciones afectadas por los terremotos que asolaron el país el 7 y el 19 de septiembre pasados, que dejaron más de 500 víctimas mortales. “La película le dio mucho empuje, pero nos quitamos que quitar eso, todo lo que ven aquí no tiene nada que ver con James Bond”, dijo durante los preparativos Carlos Navarrete, director creativo de Animainc, una de las empresas que participa en el montaje.

Las autoridades señalaron que el año pasado 200.000 personas acudieron al desfile y se calcula que para esta edición lo hagan al menos 400.000 espectadores. Otras estimaciones esperan que el aforo supere el millón de visitantes.