Ottawa carga contra los “grupos radicales y ecologistas”
Ottawa carga contra los “grupos radicales y ecologistas”
El Popular. Ottawa.- Organizaciones ecologistas y “otros grupos radicales” están tratando de bloquear el comercio y debilitar la economía de Canadá, según aseguró este lunes el ministro de Recursos Naturales, Joe Oliver, en una carta abierta.
La carta fue publicada un día antes del inicio de las audiencias públicas en el proceso en el que se deberá decidir sobre la aprobación del nuevo oleoducto Northern Gateway, de la empresa Enbridge, con el que se proyecta llevar petróleo desde las explotaciones de arenas bituminosas de Alberta hasta Kitimar, en la costa de la Columbia Británica, y de ahí hacia los mercados asiáticos.
Más de 4.300 personas se han inscrito para participar en las audiencias sobre este oleoducto a lo largo de los próximos 18 meses.
“Desafortunadamente, hay ecologistas y otros grupos radicales que quieren bloquear esta oportunidad para diversificar nuestro comercio”, dijo Oliver en la carta. “Su objetivo es detener cualquier proyecto de gran envergadura, sea cuál sea el costo para las familias canadienses en pérdida de empleos y de crecimiento económico. No a las actividades forestales. No a la minería. No al petróleo. No al gas. No más represas hidroeléctricas”.
Oliver añade que “estos grupos amenazan con secuestrar nuestro sistema normativo para lograr su agenda ideológica radical, que consiste en acumular personas en las audiencias para retrasar o acabar eliminando los buenos proyectos, atraer a la ‘jet-set’ y a celebridades, y utilizar fondos de grupos extranjeros con intereses especiales. Y si todo eso falla, recurren a las demandas judiciales”.
“Lo hacen porque saben que puede funcionar, porque les ayuda a alcanzar su objetivo final: retrasar un proyecto hasta el punto en que se convierta en económicamente inviable”, indicó.
En una entrevista con la cadena pública CBC, Oliver dijo que los radicales son “un grupo de personas que no toman en cuenta los hechos, sino que actúan por un imperativo ideológico”.
“No todos los grupos son radicales, pero algunos se oponen a cualquier uso de los hidrocarburos”, manifestó.
Oliver apuntó a la financiación extranjera de grupos defensores del medio ambiente, si bien la inversión extranjera es una parte importante de las arenas bituminosas. Estadounidenses, británicos, chinos, franceses y noruegos han invertido en ellas.
La diferencia, según Oliver, es que Canadá necesita el capital extranjero.
“No tenemos suficiente capital en Canadá para su financiamiento y por eso hay una gran cantidad de inversiones de los Estados Unidos, el Reino Unido, Francia, Noruega, y otros países, y así lo celebramos, porque lo necesitamos”, indicó.
“Ellos están ayudando a construir las infraestructuras que nos permitirán diversificar nuestro mercado, pero otros grupos están tratando de impedir el progreso económico. Están tratando de bloquear el desarrollo, están tratando de bloquear proyectos que van a crear cientos de miles de puestos de trabajo, miles de millones de dólares en ingresos para el gobierno y miles de millones de dólares en desarrollo económico. Esa es la diferencia fundamental”, agregó el ministro.
El ministro señaló que los procesos para la revisión de los proyectos, antes de su aprobación, deberían ser más cortos, sin renunciar por ello a proteger Canadá: “Por supuesto, es una cuestión de criterio. Queremos tener el tiempo suficiente, pero no queremos permitir que estas personas se apropien del proceso, y eso es lo que está sucediendo”.
La carta de Oliver es el último de una serie de ataques del Gobierno conservador contra quienes se oponen a proyectos relacionados con el petróleo, el gas o la minería. El mes pasado, el ministro volvió a criticar los procesos de revisión ambiental durante la aprobación de un proyecto del gigante petrolero francés Total’s Joslyn North para la explotación de arenas bituminosas en Alberta, 65 kilómetros al noroeste de Fort McMurray.
Según el ministro, los procesos deberían “racionalizarse para que no duren más de un par de años”. El plan de Total’s Joslyn North, al que se opusieron grupos de defensores del medio ambiente, necesitó un total de seis años para su aprobación, algo que, según Oliver, resulta “inaceptable”.
En el mismo sentido se expresó el primer ministro, Stephen Harper, el pasado viernes: “Los procesos deben ser resueltos en un plazo razonable de tiempo, no pueden ser secuestrados. Es algo que no es beneficioso para la economía canadiense, y el Gobierno va a estudiar qué posibilidades tenemos de asegurarnos de que nuestros procesos de regulación sean afectivos y de que se adopten decisiones en un periodo razonable de tiempo”, dijo Harper.
Harper dijo también que el “dinero extranjero” estaba bloqueando el desarrollo de los yacimientos petrolíferos del oeste del país, aunque no identificó las supuestas fuentes de financiación.
Acusaciones contra “el billonario socialista” George Soros
Sí fue más concreto en este sentido el ministro Joe Oliver, quien, en su entrevista con la CBC acusó al “billonario socialista” (según sus propias palabras) George Soros de intervenir en el desarrollo económico de Canadá financiando grupos medioambientales opuestos a la explotación de los yacimientos petrolíferos del país.
“Tienen una agenda que parece estar motivada por la ideología y que está financiada sin exageración por billonarios socialistas de Estados Unidos, gente como George Soros, y no toma en cuenta el urgente interés económico del público canadiense en general”, dijo el ministro.
Mientras, grupos ecologistas como Greenpeace han insistido en que precisamente los yacimientos de Alberta, considerados de “petróleo sucio” por su gran impacto medioambiental, están siendo desarrollados fundamentalmente por empresas extranjeras.
La semana pasada, la compañía estatal china PetroChina adquirió la totalidad de MacKay River, uno de los proyectos de explotación más importantes de las arenas bituminosas de Alberta.
El oleoducto Northern Gateway, que ha propuesto la empresa Enbridge, facilitará la exportación del crudo canadiense hacia mercados asiáticos, pero está previsto que la tubería recorra zonas de gran importancia medioambiental del país, lo que ha provocado el rechazo de grupos ecologistas.
Estos grupos cuentan con el respaldo de destacadas figuras de Hollywood, como los actores Kevin Bacon y Leonardo DiCaprio.
Bacon prestó recientemente su voz para narrar un corto documental colgado en Youtube sobre el peligro que el oleoducto Northern Gateway representa para los últimos 400 osos “espíritu” que habitan en zonas de la costa del Pacífico canadiense.