La Policía fue lenta en los disturbios de Vancouver
La Policía fue lenta en los disturbios de Vancouver
Cientos de personas provocaron incendios y destruyeron establecimientos comerciales en Vancouver tras la derrota de los Canucks en la final de la Stanley Cup
El Popular. Toronto.- La Policía no estaba suficientemente preparada y tardó demasiado tiempo en reaccionar durante los disturbios que arrasaron el centro de la ciudad de Vancouver tras la final de la Liga Nacional de Hockey (NHL), el pasado 15 de junio, según señala un informe independiente sobre los graves incidentes sucedidos tras la derrota de los Canucks, elaborado por los investigadores John Furlong y Douglas Keefe, y presentado este jueves.
El estudio, no obstante, culpa del caos vivido en la ciudad a las personas que lo provocaron y califica la actuación de la Policía de “heroica”, ya que tuvo que hacer frente a una multitud de 155.000 personas en una situación de violencia que era “impredecible”.
El informe, denominado “The Night The City Became A Stadium” (La noche en que la ciudad se convirtió en un estadio), asegura que la Policía respetó la mayoría de las recomendaciones establecidas tras los disturbios del año 1994, y añade una serie de 53 consejos para mejorar la comunicación y la participación de voluntarios, algo que, según los autores, ayudaría a evitar que incidentes similares ocurran en el futuro.
El estudio culpa de los disturbios a un grupo central de cerca de un millar de alborotadores, muchos de los cuales actuaron bajo los efectos del alcohol.
Amplias zonas del centro de Vancouver amanecieron al día siguiente del partido parcialmente destruidas, después de que cientos de personas provocasen incendios y destruyesen establecimientos comerciales tras la derrota del equipo local en la final de la NHL.
Los disturbios comenzaron inmediatamente después del partido, cuando centenares de personas desfilaron por el centro de la ciudad y volcaron vehículos, provocaron incendios y saquearon establecimientos comerciales.
La Policía de Vancouver aseguró que los disturbios fueron peores que los ocurridos en la ciudad en 1994, cuando los Canucks también perdieron la final de la NHL.
El alcalde de Vancouver, Gregor Robertson, dijo en un primer momento que los incidentes habían sido provocados por un reducido número de individuos, pero las imágenes retransmitidas por las televisiones canadienses mostraban a miles de personas totalmente descontroladas.
