El TIFF 2011 se ha superado a sí mismo
El TIFF 2011 se ha superado a sí mismo
Finalizada la 36ª edición del TIFF queda en el ánimo de quien escribe estas líneas la sensación de que el festival se supera a sí mismo. A un año de haberse inaugurado el Bell Lightbox, el nuevo hogar del TIFF opera en su totalidad y sus cinco salas de exhibición se agregan a los varios otros cines que han pasado las películas aquí presentadas. Este magnifico centro cultural es también un cálido lugar de reunión social donde los asistentes han tenido oportunidad de analizar, discutir, intercambiar opiniones sobre los filmes que se estaban por proyectar y los que han visto; además el público también ha tenido oportunidad de participar en las reuniones que congregaron a celebrados cineastas (Francis Ford Coppola, Deepa Mehta, Jonathan Demmes), actores (Christopher Plummer y Tilda Swinton), al escritor Salman Rushdie, (autor de “Los Versos Satánicos”), el músico Neil Young, y hasta un presidente en ejercicio como es el caso de Mohamed Nasheed -el carismático líder de las Islas Maldivas exponiendo asuntos de primordial interés que han sido ilustrados en el documental “The Island President”-. De allí que aunque el cine es la razón de existencia del festival, a medida que pasan los años su acción se fue difundiendo a otros planos de la vida cultural y es por eso que no resulta extraño la inmensa popularidad lograda.
Pasando concretamente a lo que he apreciado en materia de cine y teniendo en cuenta la inmensa y variada oferta disponible, mi elección de las películas dependió en gran parte de los horarios en que los filmes han sido programados para la prensa. Para comenzar dentro de los largometrajes de ficción, el mejor film de mi selección ha sido A SEPARATION, film iraní de Asghar Farhadi que meritoriamente obtuvo el premio máximo en el festival de Berlín; este apasionante drama, además de referirse a la disolución de un matrimonio, abarca temas de extraordinario interés que permiten reflexionar sobre aspectos morales, éticos y de integridad humana frente a las situaciones especiales y complejas que atraviesan los personajes del brillante relato escrito por el realizador. Con una excelente puesta en escena Farhadi brinda un relato de validez universal que involucra vivamente a los espectadores de modo tal que después de su proyección cada persona tendrá su propia respuesta en función de lo que el film le ha planteado.
La humanidad de Albert Camus, el gran escritor y ganador del premio Nobel de literatura (1957) trágicamente desaparecido en un accidente automovilístico en 1960, se manifiesta en THE FIRST MAN (Le premier homme). Este nostálgico film francés coproducido con Argelia e Italia fue dirigido y escrito por Gianni Amelio quien se basó en la autobiografía de Camus publicada en Francia en 1994. El relato incorpora las memorias íntimas de un escritor (Jacques Gamblin) –el alter ego de Camus- que en 1957 retorna a su Argelia natal para visitar a su madre (Catherine Sola) pasando revista a su infancia; de este modo, va recreando su vida familiar, la educación formal recibida de un abnegado maestro (Denis Podalydès) que tuvo gran influencia en su futuro como el famoso novelista que llegó a ser, así como las tensiones vividas por un hombre pacifista que debe desenvolverse en el escenario de un pueblo ansioso de lograr la descolonización de Francia. Un film honesto que queda en la memoria del espectador, mucho después de su proyección.
El cineasta inglés Steve Mcqueen que dejara una muy buena impresión en su ópera prima “Hunger” confirma sus aptitudes de buen realizador en SHAME. Volviendo a trabajar con el mismo protagonista Michael Fassbender, McQueen enfoca a un ejecutivo exitoso y de sexualidad compulsiva, que lleva una vida solitaria hasta el día en que su rutina se ve afectada con la llegada de su hermana de opuesta personalidad que viene a instalarse en su casa. A pesar de la franqueza sexual y de sus abundantes desnudos, el interesante relato de ningún modo pretende escandalizar sino describir una curiosa personalidad donde Fassbender transmite excelentemente la riqueza de un personaje que trata de exorcizar sus demonios interiores a través de sus expresiones gestuales absolutamente genuinas. Aunque el actor monopoliza la atención en gran parte de esta historia, Carey Mulligan no desmerece en absoluto animando a una frágil y desválida joven. Este decoroso y provocativo drama dará mucho cuando se estrene comercialmente.
A pesar de que soy reacio a ver en el TIFF filmes que se estrenan en pocas semanas más, los comentarios elogiosos de algunos de mis colegas me tentaron para presenciar THE DESCENDANTS. La verdad es que el film de Alexander Payne me maravilló; como es su costumbre, este realizador acostumbra enfocar a individuos que no estando muy satisfechos de sí mismos tratan de buscar un elemento vital que pueda redimirlos y en tal sentido este film no es la excepción a través del personaje animado por George Clooney. El popular actor anima a un abogado padre de familia viviendo en Hawai que atraviesa un momento muy difícil de su vida cuando un lamentable accidente náutico deja en estado de coma a su mujer y debe encarar la responsabilidad paternal de ocuparse de sus dos hijas de 17 y 10 años de edad además de decidir el destino que dará a una importante posesión de tierras que forma parte del dominio familiar. Al describir el modo en que un hombre común se ve envuelto en situaciones inimaginables al descubrir facetas inesperadas de su esposa frente a su inminente muerte, Payne ofrece un relato emocional que combina la comedia y la tragedia de manera equilibrada, permitiendo que el público fácilmente se identifique con sus personajes excelentemente caracterizados. Clooney se luce en un papel completamente diferente al que el público está acostumbrado a verlo y es acompañado por un impecable elenco donde se destacan Shailene Woodley, Beau Bridges, Judy Greer y Robert Forster. Sin duda, el film reúne todos los ingredientes necesarios para participar en la carrera de los Oscars.
Otro exponente de buen cine es HYSTERIA donde la realizadora Tanya Wexler aborda en tono de comedia la represión sexual de la mujer hacia finales del siglo 19 durante la época victoriana y los hechos que condujeron a la invención del vibrador eléctrico. Este tema urticante que transcurre en Londres y está basado en hechos reales es tratado con máxima sutileza y finesa permitiendo que la audiencia se ría de buena gana y simpatice enormemente con la posición feminista que asume el relato; si a ello se agrega la actuación de un elenco irreprochable integrado por Maggie Gyllenhaal, Hugh Dancy, Jonathan Pryce, Rupert Everett, no hay duda de que este film logrará la adhesión tanto del gran público así como la del selectivo.
Un film de notable calidad es REBELLION (L’ordre et la morale) donde el realizador Kassovitz logra una excelente dirección escénica narrando un drama político ocurrido entre abril y mayo de 1988 en Nueva Caledonia, colonia de Francia ubicada en Oceanía; en ese entonces, un grupo de independentistas locales atacó un puesto policial matando a tres gendarmes franceses y manteniendo como rehenes a otros 30. El acontecimiento que tuvo lugar pocos días antes de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales entre François Mitterrand y Jacques Chirac debió ser resuelto con la máxima urgencia; en consecuencia la gendarmería nacional francesa mediante el escuadrón de intervención de paracaidistas logró liberar a los rehenes con el costo de la muerte de 19 rebeldes y dos militares, malogrando las negociaciones pacíficas que se estaban desarrollando entre el capitán francés Philippe Legorjus (Mathieu Kassovitz) y Alphonse Dianou (Iabe Lapacas) que lideraba el movimiento separatista. A través de un tenso y bien logrado thriller de acción, el film es un indiscutible alegato contra el colonialismo que aún subsiste en ciertas regiones del mundo.
Del cine italiano tuve ocasión de ver TERRAFERMA de Emanuele Crialese; el film se ubica en Linosa, una pequeña isla de Sicilia, donde su gente enfrenta un dilema moral ante la inesperada llegada de inmigrantes ilegales dispersos en el mar. La pobre y humilde población que sobrevive a través de la pesca y de algunas actividades turísticas debe decidir entre acatar la ley denunciando a los recién llegados o en cambio protegerlos aferrándose de este modo a los principios morales y de dignidad humana. Una vez más, el cine aborda un tema espinoso al ilustrar los conflictos que se producen cuando las disposiciones legales entran en colisión con los aspectos más nobles de la condición humana; en tal sentido, Crialese logra su propósito brindando un bello relato que despierta la conciencia social del espectador.
Dentro del cine de habla hispana sorprendió gratamente el film de Argentina EL ESTUDIANTE; en esta ópera prima de Santiago Mitre, quien también es autor del guión, el joven realizador da muestras de una rara madurez al brindar un relato muy bien estructurado, conciso y de excelente montaje. Con un tono documentalista, la historia se centra en las andanzas de un muchacho (Esteban Lamothe) provinciano recién llegado a la capital para estudiar en la universidad de Buenos Aires: sin experiencia alguna pero con gran habilidad, logra perder su inocencia natural para convertirse gradualmente en un hábil alquimista en el mundo de la política universitaria. Dentro de un cine realista, la película de Mitre es innovadora e inteligente y sumerge al espectador en la trastienda de un universo donde los principios éticos son seriamente cuestionados.
También de Argentina es EL GATO DESAPARECE del veterano realizador Carlos Sorín quien ofrece un ingenioso thriller cuyo libreto le pertenece. Luis (Luis Luque), un buen marido, había sufrido de un ataque de violencia que motivó su internación pero que al comenzar el film parece estar totalmente recuperado y dado de alta. Aunque no hay ningún rasgo que indique que algo no marcha bien con él, su esposa Beatriz (Beatriz Spelzini) se mantiene alerta temiendo que Luis experimente alguna recaída. Cuando la mascota de la casa, un pequeño gato negro, desaparece, ella se inquieta pensando que Luis tuvo algo que ver en el hecho puesto que no fue bien recibido por el animal cuando retornó de la clínica. La obsesión creciente de Beatriz sospechando de su marido y el suspenso creado en torno a lo que pudo haber acontecido con el gato ausente origina momentos de suspenso que bien podrían haber sido ideados por Hitchcock; lo concreto es que con una historia de mínimos alcances, Sorín ha logrado un muy buen filme cuyo inesperado desenlace sorprende gratamente al espectador. Tanto Luque como Spelzini ofrecen excelentes actuaciones de los personajes que les tocó animar.
Finalmente, dentro de los documentales que he visto, debo destacar la excelencia del trabajo realizado por Mark Cousins en THE STORY OF FILM: AN ODYSSEY. Como su título lo señala, su autor adapta el libro que escribió en un gigantesco relato de 916 minutos, abarcando la historia del cine desde sus comienzos hacia finales del siglo 19 hasta la era actual, incluyendo no solamente el cine de occidente sino también el de África, Asia y el de América Latina. No se trata de un relato meramente cronológico sino que a través de la visión de Cousins, cada uno de los filmes por él elegidos para destacar un período determinado lo va asociando con otros, así como la influencia que los primeros pioneros del cine ejercieron en futuros cineastas. En esas 15 horas quedan reflejados los trabajos de los más importantes realizadores del siglo 20 y comienzos del actual así como entrevistas realizadas con Stanley Donen, Martin Scorcese, Roman Polanski, Abbas Kiarostami y muchos más que han contribuido a transformar el lenguaje del cine. Lo importante es el enfoque empleado por Cousins tanto en lo que concierne al contenido de películas claves en la historia del cine como en los aspectos técnicos, enriqueciendo de este modo al espectador con detalles que pudieron haber pasadp desapercibidos. En resumen, este documental calificado como “odisea”, constituye una experiencia emocional única a la vez que un festín inigualable para todos aquéllos que aman el cine y que por otra parte no pudo haber tenido un mejor lugar de proyección que el escenario del TIFF.