Cavendish enciende el arcoiris
Cavendish enciende el arcoiris
Carlos de Torres
Tournai (Bélgica).- El británico Mark Cavendish (Sky) encendió su maillot arco iris de campeón mundial con una explosiva demostración al esprint que le permitió ganar la segunda etapa del Tour de Francia disputada entre Visé y Tournai, de 207 kilómetros, en la que el suizo Fabian Cancellara (Radioshack) mantuvo el maillot amarillo.
El corredor de la Isla de Man, de 27 años, irrumpió en la primera opción para los velocistas, y se impuso en una llegada lanzada de lejos, explosiva, por delante del alemán André Greipel (Lotto Belisol), que fue el primero en atacar y al australiano Matthew Goss (Orica GreenEdge), con un tiempo de 4h.56.59, en una jornada tranquila que se cerró a una media de 42.1 kms/hora.
Cavendish marcó el territorio entre los “guepardos” del pelotón, a pesar de que el “treno” del Sky no está entregado a sus ambiciones de ganar etapas y lograr el maillot verde. Pero “Cav”, padre desde hace unos meses, sigue desafiando a los peligros del esprint, y se buscó la vida. Sabía que la rueda era la de Greipel, se pegó al germano y el resto lo puso él en un alarde de poderío que le valió la victoria número 21 en el Tour.
Otro paso hacia la historia, en el camino que lleva hasta el récord de 34 victorias de Eddy Merckx, récord del Tour. Si el británico sigue el ritmo de sus anteriores cinco participaciones, la mitología le abrirá la puerta en 2014.
“El equipo está consagrado al maillot amarillo, pero voy a demostrar que soy campeón del mundo y he dicho que quiero marcar la historia del ciclismo. Voy a intentar seguir ganando aunque estoy algo más solo”, señaló.
Los favoritos se diluyeron en el guión que marcaron los equipos de los esprinters y salvo al final, para evitar caídas y cortes en el pelotón, no aparecieron por cabeza de carrera. Entraron todos juntos y Cancellara mantuvo un día más el maillot amarillo que se enfundó en el prólogo de Lieja. Le siguen a 7 segundos Bradley Wiggins (Sky) y Sylvain Chavanel (Omega) y el resto de candidatos sin novedad, Menchov a 13 segundos, Evans a 17, Nibali a 18, Alejandro Valverde a 35 y Samuel Sánchez a 40.
Una etapa ideal para el esprint, para aprovecharla, porque las oportunidades a alta velocidad no van a abundar en la presente edición. Los equipos de los velocistas controlaron en todo momento la escapada que protagonizaron desde el kilómetro 34 los franceses Christophe Kern (Europcar) y Anthony Roux (Francaise) y el danés Michael Morkov (Saxo Bank), quien se unió a la aventura con el único objetivo de puntuar en la Cota de Namur (km 82, 4a), única dificultar del trayecto, y mantener un día más el jersey de puntos de la montaña.
El pelotón permitió hasta una ventaja máxima de 8 minutos, pero a 100 kilómetros de meta empezó la operación caza. El Sky de Cavendish no se dejó el alma en el empeño, pero otros como el Liquigas de Sagan, el GreenEdge de Goss, el Lotto de Greipel y el Argos Shimano de Kittel se encargaron de dirigir las operaciones hasta neutralizar la fuga a 14 de meta, entonces representada por un último resistente, Anthony Roux.
El final se animó con muchos equipos en busca de la mejor posición para el combate, incluido el BMC de Cadel Evans, que tomó el mando por momentos para evitar caídas y cortes en el pelotón. Pero el Lotto de Greipel había estado trabajando todo el día por la etapa por una llegada masiva.
En el cara a cara, Greipel atacó de lejos y ganó unos pocos metros, pero por detrás, a falta de 100 metros, irrumpió Cavendish por la izquierda con una progresión devastadora que le llevó a la gloria una vez más, en una ciudad valona, Tournai, inolvidable para el ciclismo belga, pues fue donde alcanzó su última victoria el inolvidable Wouters Weylandts, fallecido en el Giro 2011 tras sufrir una caída.
El Rey de Bèlgica, Alberto II, presenció la llegada e hizo los honores al monarca de la velocidad mundial, Mark Cavendish, que persigue sueños múltiples: Juegos Olímpicos de Londres, Mundiales, y alcanzar a Merckx. Con equipo o sin él.
Mañana se disputa la tercera etapa entre Orchies y Boulogne sur Mer, de 197 kilómetros, jornada con seis pequeñas cotas concentradas al final. El principal aliciente, los últimos 700 metros hasta la pancarta de meta al 7,4 por ciento.
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