Zanetti consuma su idilio con las anillas

Zanetti consuma su idilio con las anillas

LONDRES (REINO UNIDO).- El gimnasta brasileño Arthur Nabarrete Zanetti posa con su medalla de oro en el podio tras la final de anillas de los Juegos Olímpicos de Londres 2012 en Londres, Reino Unido, este lunes 6 de agosto de 2012. Zanetti, de 22 años, ha ganado el oro y conseguido así la primera medalla para la gimnasia iberoamericana en toda la historia olímpica.

Londres.- Los gimnastas se dividen en dos grupos: los que odian las anillas y los que las aman. El brasileño Arthur Zanetti, nuevo campeón olímpico de ese aparato y primer medallista iberoamericano de la historia de la gimnasia olímpica, está en el segundo grupo.

Tanto se ha especializado en esta disciplina que es la única para la que logró la clasificación en los Juegos de Londres. Totalmente centrado en este aparato en los últimos meses, las anillas, acostumbradas al desprecio de tantos otros gimnastas, le devolvieron hoy todo su cariño con un oro incuestionable.
Primer campeón olímpico brasileño de gimnasia, primera medalla iberoamericana en este deporte, medallista 500 de latinoamérica… el logro de este hombre de 156 centímetros trasciende su victoria de este lunes. Y con los Juegos de 2016 en Río de Janeiro, Zanetti se suma a la lista de probables triunfadores en la gran cita en su propio país.
Nacido hace 22 años en Sao Caetano do Sul, en la región metropolitana de São Paulo, Arthur se aficionó a la gimnasia a los siete años. Un profesor se dio cuenta de era más pequeño en estatura, pero también más rápido y más ágil que sus compañeros, y le recomendó a su madre que le llevase a un club.
En el SERC Santa María, que todavía hoy defiende, empezó el camino que concluyó hoy sobre el podio del North Greenwich Arena de Londres.
Actualmente estudia educación física y vive en São Bernardo do Campo, otra ciudad de la periferia de São Paulo.
El cuarto puesto en anillas en los Mundiales de 2009 fue su primer gran éxito internacional, seguido en 2010 por el oro en los Juegos Sudamericanos de Medellín (Colombia).
En ese mismo año se sometió una operación en el hombro derecho que requirió cuatro meses de recuperación.
El año de su despegue fue 2011, en el que se proclamó subcampeón panamericano y mundial, además de campeón panamericano por equipos.
Pensando en los Juegos Olímpicos, en 2012 subió la dificultad de su ejercicio. Pero lo que verdaderamente le enseñó a tratar de tú a tú a los mejores fueron los interminables viajes a Europa, donde se disputan la mayoría de las pruebas de la Copa del Mundo, la única competición internacional que hay entre campeonatos continentales o mundiales.
Antes de los Juegos estuvo en las de Cottbus (Alemania), Osijek (Croacia), Maribor (Eslovenia) y Gante (Bélgica), en las que obtuvo un segundo y tres primeros puestos. Sus notas fueron en progresión, un camino ascendente que prolongó hasta este lunes.
Marcos Gotto, el hombre que rompió hoy a llorar cuando apareció en las pantallas la nota de Zanetti, le entrena desde los ocho años. Cuando compiten fuera de Brasil, fotografía las equipaciones que cree que le harían falta a su pupilo para mejorar y le encarga su fabricación al padre del gimnasta, Zacharias.
Zanetti da gran importancia a la preparación psicológica. Hoy lo demostró, al no amilanarse ante la imponente nómina de finalistas en anillas: Chen Yibing, cuatro veces campeón mundial de anillas y defensor del título olímpico; el italiano Matteo Morandi, tres veces olímpico y subcampeón europeo; el búlgaro Iordan Iovtchev, seis veces olímpico y múltiple medallista olímpico y mundial…
El brasileño compitió el último y compitió mejor. El mejor no solo de hoy: el mejor de toda la historia de la gimnasia latinoamericana. Sus rivales le hicieron corro para aplaudirle: ninguno se alegró de perder, pero sí de que ganara Zanetti.