HABLEMOS DE CINE
HABLEMOS DE CINE
Por Jorge Gutman
STORIES WE TELL. Canadá, 2012. Un film escrito y dirigido por Sarah Polley
Sarah Polley vuelve por tercera vez a ubicarse detrás de la cámara, aunque es la primera ocasión en que lo hace como documentalista abordando un relato muy humano vinculado con su familia directa. Para la realizadora, este trabajo constituye un acto de catarsis en el proceso de descubrir sus orígenes y su propia identidad, compartiendo con el espectador las intimidades de su familia y la de su pasado.
Polley utiliza un distintivo criterio para narrar las historias que quiere contar. Por un lado apela al tipo tradicional de documental recurriendo a entrevistas realizadas y al empleo de películas Super 8 filmadas para el consumo familiar; por otra parte, ella decidió dramatizar situaciones realmente acontecidas que complementan lo estrictamente documental del relato. Así, el público tiene oportunidad de juzgar a algunos de los verdaderos protagonistas, como también de apreciar la interpretación que algunos actores efectúan sobre ciertos personajes del relato.
Adoptando un tono de bajo perfil y tratando de no interferir en el desarrollo de las situaciones expuestas, Polley se comporta como un espectador más permitiendo que su cámara se centre en los caracteres del film.
Aunque hay algunos amigos de la familia que participan en el relato, el film se basa fundamentalmente en los padres de Polley, en sus 4 hermanos -donde ella ha sido la más joven de los cinco hijos- y con el hombre con quien su madre tuvo una relación adúltera.
El recuento se inicia con la génesis de la relación conformada por Diane y Michael, los padres de Polley quienes se conocieron trabajando juntos como artistas. El foco principal es Diane quien es descripta como una mujer vivaz, dinámica, elocuente y siempre en continuo movimiento, contrastando con la naturaleza afable y tranquila de su padre. Aunque al poco tiempo Michael dejó la actuación, su esposa prosiguió su carrera de actriz que la llevó a trabajar en uno de los teatros ingleses de Montreal.
La relación matrimonial pasó por altibajos y una de sus consecuencias fue el adulterio que Diane mantuvo con Harry Gulkin, productor de film de Montreal. Lamentablemente, un cáncer terminó por abatirla en 1990, cuando Sarah era una niña de 11 años. En tal sentido, uno de los aspectos que más preocupó a la directora es el no haber tenido ninguno de los rasgos o características de su padre y es así que ella comienza a investigar para saber si Michael es realmente su padre biológico; esa búsqueda de la verdad proporciona sorpresas importantes que Polley recién descubre en 2007 y que por discreción es mejor no revelar sus detalles.
Con parte del documental basado en material reconstituido, la realizadora obtiene un film intensamente personal donde la complejidad del relato está íntimamente relacionada con la memoria y la forma en que la misma va moldeando nuestros recuerdos y, como consecuencia, nuestra forma de pensar.
Conclusión: Un film serio y tierno que la directora no duda en contar porque en su caso, el documento constituye una forma de terapia personal en tanto que para el espectador representa casi dos horas de muy buen cine.
TAKEN 2. Estados Unidos, 2012. Un film de Olivier Megaton
Hace 4 años se vio Taken que sin ser un film de excepción al menos resultó un buen drama humano con suficiente tensión donde Liam Neeson interpretaba a Bryan Mills, un desesperado padre que se vio urgido a viajar a París para rescatar a Kim (Maggie Gracie),su hija , de las garras de una siniestra red de trata de blancas de Albania. De ninguna manera quedaba abierta la posibilidad de que pudiera filmarse una continuación sobre el tema después de que Kim lograra ser salvada por su padre y haber emprendido el viaje de retorno a los Estados Unidos. Para que la operación resultara fructuosa, Bryan se vio obligado a matar a algunos de los siniestros personajes que raptaron a Kim.
Luc Besson, que además de coguionista tuvo participación económica en ese proyecto, nuevamente aparece aquí como productor del Taken 2, creyendo que era factible efectuar una secuela que transcurriese dos años después con un cambio de ubicación geográfica. La discutible premisa se basa en que Murad (Rade Serbedzija), padre de uno de los traficantes sexuales que pagaron con su vida el rapto de Kim, ha jurado vengarse de Bryan. Habiéndose enterado que éste viajara con su ex mujer (Famike Janssen).y Kim a Estambul en un viaje de vacaciones, Murad reúne a sus guardaespaldas para que se instalen en la ciudad a fin de secuestrar a los tres turistas con el propósito de ultimarlos.
Admitiendo con reluctancia el débil punto de partida, lo que sigue dista de crear un clima dramático y/o de genuina tensión. Olivier Megaton, realizador de esta secuela, se limita a traducir en imágenes las incongruencias contenidas en el guión de Besson y Robert Mark Kamen, para conformar un relato de acción donde las sucesivas situaciones inverosímiles no hacen más que producir risas no intencionadas; bastaría un ejemplo para ilustrar lo que se comenta como cuando Bryan encadenado por sus captores logra valerse de su teléfono celular para dar instrucciones a Kim que se encuentra en libertad a fin de dirigirse al lugar donde éste está prisionero junto con su esposa a punto de morir. El relato evidencia un nivel de mediocridad tan marcado donde resulta imposible efectuar el mínimo análisis sobre las motivaciones psicológicas de sus personajes.
El prestigioso actor Liam Neeson despilfarra su talento para animar a un héroe prácticamente indestructible. A pesar de todos los obstáculos imposibles a los que Bryan se enfrenta, lo cierto es que el guión lo convierte en un héroe de historietas capaz de vencerlos así como defenestrar a sus numerosos enemigos que le salen al paso, incluyendo a Murad y sus secuaces.
Conclusión: Un mediocre e insípido thriller que convierte a la exótica ciudad de Estambul en el lugar apropiado para matar a criminales desalmados, sin tener en cuenta las normas legales.
ROCKY MOUNTAIN EXPRESS. Canada, 2012. Un documental de Stephen Low
Este documental de Stephen Low rodado en el sistema IMAX 70 mm constiutye un fascinante viaje a través de las Montañas Rocallosas, rememorando la historia de la épica construcción de la primera línea férrea transcontinental en Canadá. Esta gigantesca obra realizada por la compañía ferroviaria Canadian Pacific entre 1875 y 1885 tuvo como propósito cumplir con la condición impuesta por la provincia de British Columbia cuando se incorporó a la confederación en 1871.
El film reúne los elementos necesarios para gratificar al espectador. A pesar de su duración de tan solo 45 minutos es lo suficientemente didáctico en su reseña sobre el monumental trabajo de ingeniería que dicha operación constituyó y que tuvo al gran ingeniero americano William Cornelius Van Horne como una de las figuras claves al frente del proyecto. La tarea no fue nada sencilla debido a los innumerables desafíos del terreno montañoso donde el tren debía pasar; toda esa ardua misión implicó también la pérdida de vidas antes de que la obra quedara concluída.
A bordo de la imponente locomotora a vapor 2816 de Canadian Pacific, el público tiene oportunidad de revivir esa audez aventura siguiendo la ruta original que unió al país, de oeste a este. A través de majestuosas vistas aéreas, se puede apreciar el paso del tren a través de montañas, rios, valles y otras maravillas de la naturaleza que ofrecen los paisajes del deslumbrante oeste canadiense.
Con una fotografía aérea espectacular del tren a través del trayecto que va realizando, se van obteniendo imágenes que realmente llegan a fascinar; si a ello se le agregan algunas excelentes viejas fotos de archivo muy bien resaltadas en IMAX, el resutlado de esta experiencia es altamente grata y provechosa.
Conclusión: Una buena lección de historia canadiense en un logrado documental sobre la línea férrea que contribuyó a unir al país de un extremo al otro.
VIDEO
CINDERELLA. Estados Unidos, 1950. Dirección: Wilfred Jacckson, Hamilton Luske, Clyde Geronimi. Distribución: Disney (2012)
Aunque el célebre cuento concebido por el escritor francés Charles Perrault, haya sido objeto de numerosas versiones, orales y escritas, Cinderella -el film de animación de los estudios Disney de 1950, es posiblemente el más memorable.
A 62 años de su estreno, nuevas generaciones pueden apreciar esta fábula encantadora ya sea a través de reposiciones que tuvieron lugar en variadas ocasiones o bien mediante su edición en video En esta oportunidad, hace pocos días fue lanzado al mercado la colección Diamant que además de incluir el disco con formato DVD, también incluye un disco adicional donde por primera vez aparece en formato Blu-Ray.
No es necesario brindar una sinopsis sobre el contenido de Cenicienta. Quien más, quien menos, todos están al tanto de las peripecias sufridas por una angelical jovencita quien tras la muerte de su padre queda a merced de su cruel madrastra y sus dos hermanastras que la odian y la explotan como si fuese una esclava; todo cambiará el día en que con la valiosa ayuda de un hada madrina, la jovencita tendrá ocasión de acudir al baile del palacio real y deslumbrar con su presencia al Príncipe Encantador quien cree ver en ella a la esposa ideal para compartir su vida; tras algunos obstáculos con la llegada de la medianoche, todo quedará superado para el feliz desenlace, tal como se estila en los clásicos cuentos de hadas.
Volviendo a apreciar el film, se puede afirmar que el mismo conserva intacta su frescura original, aunque eso no implique que resulte totalmente perfecto; así, losdirectores bien pudieron haber eliminado unos quince minutos de metraje con las peleas entre los simpáticos ratoncitos Gus y Jacques, amigos de Cenicienta, y el malvado gato Lucifer, que en realidad poco tienen que ver con la parte esencial del cuento. Pero se trata simplemente de una observación que de ningún modo desmerece al film, que sigue manteniendo un encanto especial para que los niños de esta generación acompañados de sus familiares puedan disfrutar de su visión, del mismo modo como nuestros padres y abuelos lo gozaron en ocasión de su estreno.
Aunque sin registrar números musicales magistrales (como en el caso de Blancanieves), de todos modos el tema Bibbidi-Bobbidi-Boo queda bien grabado en el oído del espectador. En cuanto a la animación, es sin duda excelente, sobre todo si se tiene en cuenta que a mediados del siglo pasado se carecía de los dispositivos tecnológicos que hoy se obtienen con las imágenes logradas por computación.
El traspaso de esta joyita al video es irreprochable tanto en lo que hace a textura, los vívidos colores realzados por la alta definición y la calidad del sonido.
El material extra incluido no ofrece nada relevante; lo más destacable se encuentra en un agrdable corto animado (5 minutos) “Tangled Ever After”, y en “Behind the Magic: A New Disney Princess Fantasyland” (8 mintuos) que es un adelanto de lo que será a partir de la primavera de 2014 el inmenso espacio dedicado a la nueva Fantasilandia, para la reproducción escénica de algunas de las películas más famosas de los estudios Disney.
La banda de sonido de ambos formatos es en inglés, francés y español, en tanto que existe la opción de subtítulos en los mismos idiomas, con excepción de los suplementos que pueden estar subtitulados en francés o inglés.
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