INMIGRANDO A CANADA
INMIGRANDO A CANADA
Por Vilma Filici
vilma@filici.com
TORONTO. El pasado fin de semana, durante una reunión social, una persona me hizo un pregunta muy interesante: me preguntó cómo era posible que Canadá, a través de sus distintos programas migratorios, estuviera fomentando la creación de familias transnacionales, es decir, familias donde sus miembros viven en diferentes países del mundo dado que se ven obligadas a separarse temporal o permanentemente a causa de la política migratoria canadiense.
A simpe vista esta situación es difícil de creer pero es cierta, dado que a pesar de que uno de los objetivos fundamentales de la ley de inmigración Canadiense es asegurarse de que “las familias se reunifiquen en Canadá”, lo que en realidad vemos con mucha frecuencia es la separación de familias.
El ejemplo más claro y reciente de esta situación es la suspensión del programa de patrocinio de padres por un término de dos años. El Ministro de Inmigración y Ciudadanía, Jason Kenney, afirma que el programa comenzará a funcionar nuevamente y que será mucho más efectivo en el procesamiento de padres, pero el problema que nadie parece notar es que los hijos dependientes de las padres cuyos casos han quedado suspendidos, y quienes han cumplido 22 años durante este tiempo, quedarán fuera de las posibilidades de ser incluidos en el patrocinio cuando el programa se reabra. Esto será así dado que ya no serán considerados hijos dependientes y por lo tanto no podrán reunificarse con sus padres y hermanos tal y como lo podrían haber hecho durante el periodo de suspensión del programa.
Otro ejemplo claro de esta dinámica de creación de familias transnacionales sucedió en el año 2002 con el establecimiento de la nueva ley de inmigración, dado que se creó probablemente la sección más inhumana que haya podido existir en la ley de inmigración: una sección de la ley que dice que si en el momento que una persona hizo su trámite de inmigración no declaró a sus dependientes, o que por cualquier motivo sus dependientes no se hicieron lo exámenes médicos (dado que la ley canadiense requiere que todos los dependientes del solicitante a la residencia, vengan o no a Canadá, se hagan los exámenes médicos), quedarán excluidos del programa de patrocinio familiar en un futuro. Esto significa que estas familias quedarán separadas por siempre.
Una situación similar ocurre con muchas personas que deben sacrificar su relación con sus hijos y esposos para poder obtener la residencia permanente en Canadá, como es el caso de los “cargivers”, quienes llegan al país con un permiso temporal para cuidar niños, ancianos o enfermos en una posición “cama adentro”.
Dado que deben vivir en el lugar de trabajo, no se les permite traer a sus esposos e hijos porque molestarían al empleador, y deben trabajar en esa posición durante dos años antes de que puedan iniciar su trámite para la residencia. Luego, cuando hacen dicho trámite, pueden incluir a sus dependientes, esposo e hijos, y estos son procesados desde el país de origen mientras que el “caregiver” es procesado dentro del país. El trámite para la residencia tarda 38 meses, lo que significa que estas familias estarán separadas efectivamente por casi seis años.
Las familias transnacionales también son promovidas por el gobierno canadiense bajo la nueva ley de refugio, dado que los solicitantes de refugio que son designados como “llegada irregular”, si son aceptados como refugiados, tendrán que esperar cinco años para poder hacer su trámite como residentes permanentes. Esto significa que si no han podido escapar de sus países en compañía de sus familias, estarán separados de ellos por un mínimo de ocho años: Tres meses para el proceso de refugio, Cinco años de espera para poder iniciar el trámite de residencia, y dos años para el proceso de residencia. Aquí también hay que tomar en cuenta que la vida sigue su curso y que los hijos dependientes podrían llegar a la mayoría de edad y podrían perder la posibilidad de ser incluidos en el trámite y por lo tanto quedar definitivamente separados de la familia.
En el caso de los otros refugiados que son aceptados, ellos pueden incluir a sus familiares y hacer un trámite paralelo, sin embargo es muy difícil para el refugiado poder traer a su familia antes de que a él le otorguen la residencia permanente. Hay un proceso que le permite hacer el proceso concurrentemente, pero esto causa atrasos tanto para la persona que está dentro del país como para la que está fuera.
En situaciones en que el refugiado ha perdido contacto con su familia, tiene un año después de haber obtenido su residencia para poderlos traer como parte de su trámite, y si no los localiza durante ese tiempo tendrá que hacerlo cuando los encuentre, siempre y cuando continúen siendo dependientes.
Además, para los refugiados aceptados en Canadá es particularmente difícil poder ver a sus familiares, tales como padres y hermanos, dado que no puede regresar al país de origen puesto que su vida corre peligro. Y para empeorar las cosas, sus familiares en la mayoría de los casos no pueden obtener una visa de turista para venir a visitarlos a Canadá dado que los consulados canadienses son informados sobre quienes piden refugio, y por lo tanto le niegan la visa a los familiares por temor de que estos vengan también a pedir refugio.
Otra situación de separación de familia que también se ve con mucha frecuencia es cuando uno de la pareja es deportado del país porque su proceso terminó y tiene que salir. Su pareja lo puede patrocinar desde el consulado Canadiense del país de origen, pero estos trámites pueden tardar de 18 meses hasta el infinito, dependiendo de la situación del solicitante. El problema se agrava porque en muchos casos la persona deportada es la que mantiene a la familia, y por tanto quedan esposas y niños totalmente desamparados en términos afectivos y económicos, hasta que el solicitante logre regresar.
También, cuando una persona está patrocinando dentro del país a su pareja, ya sea esposo/a o pareja en unión libre, existe un proceso que le permite al patrocinador incluir a los dependientes del solicitante para que se procesen los casos juntos. La oficina de Canadá debe avisar al consulado donde se encuentren los dependientes de que se ha iniciado el trámite para que el consulado comience el trámite para el dependiente, con la idea de que a los dependientes se les entregue la residencia al mismo tiempo que se le entregue al solicitante en Canadá. Sin embargo, lamentablemente no parece haber comunicación entre la oficina de Canadá y los consulados, o por lo menos no hay sincronía, dado que en muchas instancias la persona debe iniciar el patrocinio de sus dependientes hasta después de haber obtenido la residencia permanente, lo que ocasiona una separación adicional de por lo menos 18 meses en el mejor de los casos.
Nadie duda que la ley de inmigración Canadiense es muy clara y bien intencionada al establecer que uno de sus objetivos fundamentales es que “las familias se reunifiquen en Canadá”, sin embargo, la realidad lo que está mostrando actualmente es que, sobre todo con las medidas tomadas por el Ministro Kenney en los últimos años, lo que se está creando en el país es una nueva categoría de familia canadiense: la familia transnacional, donde sus miembros viven en diferentes países del mundo.
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