INMIGRANDO A CANADA
INMIGRANDO A CANADA
Por Vilma Filici
vilma@filici.com
TORONTO. Con mucha frecuencia recibo preguntas que tienen que ver con órdenes de salida del país. La razón por la cual hay confusión con este tema es porque de acuerdo a las leyes hay tres posibles órdenes que se le pueden dar a una persona para sacarlas del país, y porque hay también invitaciones a que la persona abandone el país voluntariamente. Cada una de estas tiene consecuencias específicas si la persona desea regresar a Canadá en algún momento.
Para empezar, debo recalcar que la gran mayoría de personas que pidieron refugio en Canadá y fueron rechazadas salen con una orden de deportación. Muchas personas piensan que si ellas se fueron por voluntad propia y se pagaron su propio pasaje no tienen orden de deportación, pero la orden de deportación no es un acto físico. No significa necesariamente que la persona es arrestada por el CBSA y es detenida hasta el momento de ponerla en el avión. La orden de deportación, en el caso de los refugiados, se produce a los treinta días de haber perdido el caso de refugio si aun no ha salido del país.
Toda persona que llega al puerto de entrada o que dentro de Canadá se presenta a una oficina de inmigración y pide refugio, recibe automáticamente una orden de salida. Esta orden es condicional y la condición es que si la persona es aceptada como refugiada la orden queda anulada. Pero si la persona es rechazada, ya sea por el consejo de refugiados o por la Corte Federal, cualquiera sea el último rechazo, entonces la orden condicional automáticamente se convierte en una orden de deportación al cumplirse los treinta días de la decisión. Es por esto que la mayoría de personas que han pedido refugio salen del país con una orden de deportación.
Vale notar que una orden de deportación no se la dan solamente a los refugiados, sino que también se la pueden dar a otras personas que han infringido las leyes de inmigración o penales.
La ley dice que cuando una persona sale de Canadá con una orden de deportación “no puede regresar a Canadá nunca sin antes haber obtenido una Autorización Para Regresar a Canadá”. Este es un documento que se debe solicitar y obtener en el consulado canadiense del país donde se encuentre la persona, y generalmente está unido a algún otro trámite. Por ejemplo: si el deportado quiere regresar porque está casado con una ciudadana o con una residente que lo está patrocinando, debe hacer el trámite de patrocinio y también el trámite de Autorización Para Regresar a Canadá (ARC), ya que al haber sido deportado pasa a ser inadmisible a Canadá y por tanto no puede regresar sin ese documento. Si dicha persona regresara a Canadá, aun que ya tenga la residencia permanente, sin haber recibido el ARC, al llegar al puerto de entrada lo regresarán.
Otra orden que pueden dar a una persona que ha infringido las leyes de Inmigración de Canadá es una orden de expulsión. Esta orden tiene como consecuencia que la persona no puede regresar ni puede iniciar ningún trámite para regresar durante un año después de salir del país. Si la persona recibe una orden de expulsión como resultado de haber dado testimonios o documentos falsos, entonces no puede regresar ni comenzar ningún trámite pare regresar por un período de dos años. Si por algún motivo la persona necesita regresar a Canadá antes de cumplirse el tiempo requerido por ley, la persona deberá hacer un trámite para obtener una Autorización Para Regresar a Canadá.
La tercera orden de salida es una orden de “departure” o salida. Una vez emitida, la persona debe abandonar Canadá antes de cumplirse treinta días. Si la persona no se va, automáticamente la orden de salida se convierte en orden de deportación y tendrá el mismo resultado anteriormente mencionado. Si se va antes de los treinta días, en teoría la persona puede regresar en cualquier momento, pero esto hay que analizarlo un poquito más ya que si bien es cierto que la ley dice que puede regresar en cualquier momento y no necesita ningún documento, también es cierto que todo lo que sucedió y llevó a Inmigración a pedirle a la persona salir del país queda documentado en el sistema de inmigración. Así, en casos donde la persona quiera regresar como turista, el oficial en el puerto de entrada tendrá acceso al historial, y si no queda satisfecho de que la intención de la persona es venir sólo por un período y luego regresarse a su país de origen, le puede negar la entrada.
En este sentido, no hay que confiarse del hecho de que no se necesite una autorización, ya que al llegar al puerto de entrada la persona queda a merced del oficial que le toque.
Estas tres órdenes tienen poder en ley, y, después de recibirlas, la persona debe cumplir con los requisitos legales para poder regresar al país.
Las otras formas en que Canadá le pide a alguien que se vaya son las invitaciones a salir. Estas no tiene poder legal, pero si la persona no las obedece, un oficial puede convertirlas en alguna de las ordenes arriba mencionadas.
Cuando alguien pide por ejemplo una extensión de visa dentro de Canadá y se le niega, le pueden mandar, junto con la carta de rechazo, una notificación diciéndole que debe salir de Canadá antes de una fecha específica. El oficial que emitió esta notificación va a estar pendiente de la fecha de salida y va a controlar que la persona haya salido del país. Si el oficial no ve que la persona salió, entonces enviará el expediente a la oficina de CBSA para que la llamen y le den una de las ordenes más pesadas.
Cuando se recibe cualquiera de las órdenes mencionadas, la persona debe presentarse a Inmigración en el puerto de salida para que un oficial verifique que en realidad se subió al avión, o si salió por tierra que en realidad salió.
En el caso de las personas que se van con una orden de “departure”, deben obtener un certificado de salida del oficial en el puerto de salida.
En muchas instancias, cuando una persona hace la solicitud de algún documento y éste le es negado, en la misma carta de negación el oficial pone un párrafo en el que dicen que debe salir de inmediato. No hay una fecha precisa e inmediata, puede ser un par de semanas o más, pero debe salir del país.
En los dos últimos pedidos de salida no hay consecuencias si la persona quiere regresar.
En resumen, es muy importante respetar las órdenes de salida, no sólo porque se dificultará el regreso si no se cumple con la ley, sino también porque el no salir cuando se le dio una orden, puede resultar en una orden de arresto a nivel nacional y una muy mala experiencia si se es detenido y deportado por la fuerza.
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