INMIGRANDO A CANADA
INMIGRANDO A CANADA
Por Vilma Filici
filici@filici.com
TORONTO. Durante los últimos días se ha estado hablando nuevamente de los trabajadores temporales en el país, dado que diversas personas se han quejado del trato que recibieron por parte de una cadena de restaurantes en el oeste de Canadá. En concreto se han quejado de que ciudadanos canadienses y residentes permanentes han sido despedidos para darle empleo a trabajadores temporales traídos por la compañía.
El tema de los trabajadores temporales en Canadá es sumamente complejo, y para entender qué es lo que pasa hay que analizarlo desde distintas perspectivas. Históricamente, cada vez que ha habido problemas económicos en Canadá se ha tenido la misma reacción por parte de la población, es decir, una reacción negativa en contra de los trabajadores temporales.
En 1907, en Vancouver, se llevaron a cabo una serie de protestas por el arribo de trabajadores chinos que llegaron a trabajar en las vías ferroviarias, y debido a estas protestas se tomaron medidas muy serias y fuertes en contra de los trabajadores temporales.
Esa experiencia se repite no solamente en Canadá sino que en diversos países del mundo, ya que cuando hay problemas económicos en un país, automáticamente se usa a los trabajadores temporales, e incluso a los inmigrantes que ya tienen residencia permanente, como chivos expiatorios.
Esto se vio claramente el año pasado cuando se dio el problema del Royal Bank y también el problema de los mineros en British Columbia, y la gente reaccionó de manera negativa contra los trabajadores temporales y contra el programa de Labour Market Opinion (LMO), que es el que permite a las compañías que necesitan empleados traer trabajadores temporales del extranjero.
Esta situación en particular causó una reacción inmediata del entonces Ministro de Inmigración, que hizo mucho más difícil la obtención de permisos del Departamento de Recursos Humanos para que las compañías canadienses pudieran traer trabajadores temporales.
Los cambios fueron muy serios. Por ejemplo, se duplicó el número de semanas que las compañías tienen que poner anuncios a nivel nacional para ver si hay ciudadanos canadienses o residentes permanentes para hacer el trabajo, se implementó un arancel que las compañías tienen que pagar cuando se hace el trámite para obtener este permiso, se legalizo el poder del departamento de recursos humanos de llevar a cabo inspecciones a las compañías y se implemento una regla por la cual el gobierno puede hacer investigaciones de la compañía por seis años después de haber obtenido el LMO y con todo ésto también el número de rechazos ha aumentado significativamente.
En relación a estos permisos, es importante entender que no es tan sencillo como parece el poder traer trabajadores temporales al país. Tal vez desde la óptica de las personas que están protestando, sin tener mayor información y conocimientos del tema, se vea muy sencillo, pero si lo vemos desde la óptica de las compañías canadienses que se encuentran con necesidades de traer estos trabajadores, la perspectiva es mas difícil.
Por ejemplo, una compañía en Toronto que hace tortillas y que las distribuye en todo Ontario, se encuentra en este momento en una situación que no puede suplir a todas las empresas que le están comprando. Esto porque simplemente no tiene el personal necesario para que maneje las máquinas que producen estas tortillas.
Este personal es especializado, y no solamente tiene que saber manejar el equipo sino que también debe conocer el proceso de preparación de los distintos maíces, desde el cultivo hasta la preparación de la tortilla, y lamentablemente en Canadá no hay personas calificadas para esta tarea.
Esta compañía hizo un pedido al Departamento de Recursos Humanos explicando claramente por qué necesitaba dos personas que pudieran venir para trabajar con la maquinaria y supervisar la producción de las tortillas, porque el dueño de esta compañía es quien en este momento está manejando las maquinas. Esto lo hace además de gerenciar la compañía y encargarse del mercadeo, situación que no le permite crecer.
Le explicaron al Departamento de Recursos Humanos que este hombre no puede seguir haciendo todo ese trabajo, y que por eso necesitaba traer dos técnicos de México, pero la respuesta del Departamento de Recursos Humanos fue que si lo ha estado haciendo hasta ahora, que lo siga haciendo, que no ven la necesidad de traer personas de fuera del país.
En otro caso, otra compañía que necesitaba pilotos de maquinas perforadoras de túneles prácticamente tuvo que suspender su trabajo. Tanto la compañía como los sindicatos en esta industria tienen bien claro que en Canadá no hay pilotos que puedan usar esta maquinaria, de las cuales realmente sólo hay tres o cuatro en todo el país. De hecho, cada vez que se tiene que hacer este tipo de túneles en Canadá se debe traer la maquinaria y el personal especializado del extranjero.
Pero el Departamento de Recursos Humanos, después de que la compañía puso los avisos a nivel nacional y no consiguió candidatos, e hizo la solicitud respectiva, contestó que no creían que habían hecho suficientes esfuerzos para encontrar personal dentro del país y que tampoco consideraban que los sindicatos tenían la autoridad suficiente como para poder convencerlos de que no había personal calificado dentro del país. Al final, la obra quedó estancada durante varios meses porque no hay personal para hacer el trabajo.
Estas son las situaciones que la población en general no entiende. Primero, no es sencillo obtener un Labour Market Opinion.
Al final lo que sucede es que en muchos casos, como por ejemplo en el caso de la tortillería, el dueño no puede abrir un segundo turno de producción que le estaría dando trabajo a ciudadanos canadienses y residentes permanentes, porque detrás de ese trabajador extranjero que puede manejar las maquinarias y que puede supervisar la producción, viene todo un equipo de trabajo que se tiene que contratar para poder mantener este turno activo.
Lamentablemente existe esta situación con las empresas canadienses, que está muy controlada por el gobierno, y la cual está impidiendo que personas que en realidad se necesitan puedan llegar al país. Pero hay que reconocer que también hay en el país algunos malos empleadores o personas que abusan de este programa de trabajadores temporales.
El problema está en que son los casos aislados de estos pocos malos empresarios los que salen a la luz pública y que se difunden a través de los medios de comunicación, y que crean una especie de bola de nieve en la cual el caso aislado se convierte en la norma y genera opiniones negativas de parte de la población canadiense.
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