INMIGRANDO A CANADA
INMIGRANDO A CANADA
Por Vilma Filici
filici@filici.com
TORONTO. El pasado fin de semana hubo intensos rumores de que la Agencia Canadiense de Servicios de Frontera (el Canadian Border Services Agency, CBSA), en coordinación con la Policía de Toronto, estaban realizando una serie de redadas en la ciudad con el objetivo de detener personas que viven en el país sin estatus migratorio.
Sin embargo, lo que aparentemente sucedió es que, a propósito del fin de semana largo de la Semana Santa, hubo una intensificación de los patrullajes y de los retenes policiales en busca de conductores ebrios, lo cual produjo que fortuitamente se detectaran personas indocumentadas en las calles de la ciudad.
En columnas anteriores he explicado que tanto los fines de semana largos como también las festividades son momentos propicios para que las personas sin estatus sean detenidas y se les inicie el proceso de deportación, y que por tanto deben tomar las precauciones necesarias.
Pero ¿qué se puede hacer si una persona indocumentada es detenida por las autoridades policiales o por oficiales de inmigración y es llevada a un centro de detención?
Una vez que la persona ha sido llevada ante los oficiales de inmigración, es muy importante que la persona coopere con los oficiales y responda a todas las preguntas con la verdad. Dar fechas exactas de entrada al país y decir la verdad con respecto a si han trabajado o no es requerido por ley. Recuerden que están hablando con personas que han sido entrenadas para este tipo de trabajo y que tienen mucha experiencia con personas en esta situación. También hay que tener en cuenta de que el cooperar con los oficiales de inmigración les va a facilitar la puesta en libertad.
Durante la entrevista puede que el oficial de inmigración le pregunte si hay algún motivo por el cual no puede regresar a su país de origen. Es importante tener en cuenta que una persona, después que se le da una orden de salida, jamás podrá pedir refugio en el país, por lo que es determinante recordar que en el momento que el oficial le pregunte si corre riesgo al regresar a su país debe hacérselo saber.
Una vez que la persona está en el centro de detención, independientemente de si ha pedido refugio o no, tiene el derecho a tener una revisión de la detención por un oficial de inmigración dentro de un periodo de 48 horas. Este oficial puede decidir poner a la persona en libertad sin tener que ir ante un miembro de la división de inmigración que juega el rol de juez.
Para este caso, es muy importante tener a mano a un ciudadano canadiense o a un residente permanente que conozca a la persona y que pueda ejercer algún tipo de poder sobre ésta, para asegurarse de que cumpla las condiciones que se le van a imponer para ser puesto en libertad. Es importante también tener un monto de dinero en efectivo, aproximadamente entre 2 mil y 5 mil dólares, para dejarlos como depósito para poner a esta persona en libertad.
Teniendo a mano esos dos elementos se puede negociar directamente con el oficial de inmigración que se encuentra en el centro de detenciones y tratar de sacar a esta persona en ese periodo de 48 horas. Si no se logra conseguir la puesta en libertad después de las 48 horas, lo más pronto posible tiene que haber una revisión de la detención, que es donde el detenido va frente a un miembro de la división de inmigración y es esa persona quien decide si lo pone en libertad o no.
Este miembro de la división de inmigración únicamente tiene poder para decidir si lo pone en libertad o no, y eso se basa en tres factores únicos y esenciales. Uno: el miembro de la división de inmigración tiene que ver si esta persona es un riesgo para la sociedad en términos de si es una persona violenta o no. Dos: debe corroborar si la persona tiene identificación, pasaporte, o si Inmigración tiene el pasaporte. Y tres: debe decidir si la persona tiene un riesgo de vuelo, es decir que ‘se pierda’, que se quede de manera indocumentada en el país en el momento en que quede en libertad.
Estos son los únicos tres factores que este juez puede decidir. Por tanto, de nada le vale al detenido argumentar que no puede regresar a su país porque corre peligro, argumentar que tiene a su familia en Canadá, etc. De hecho, cuanto más énfasis le pongan al hecho de que no pueden irse de Canadá, más razón le está dando a este juez para que no lo pongan en libertad.
En este sentido, lo mejor que se puede hacer es tratar de salir del centro de detenciones en el periodo de 48 horas, y para ello hay que cooperar con la policía y con los oficiales de inmigración, y hay que tratar de negociar la salida en las primeras 48 horas. Si esto no se logra hacer, hay que ir al juicio preparados para hacerle entender al juez que la persona va a cumplir con las condiciones que él les indique, aunque sea la condición de regresar al país de origen, porque si no lo hace le estará dando más razones al juez para que lo mantenga detenido.
Si la persona no logra salir en esta primera revisión, habrá otra revisión en 7 días posteriores, en la cual se puede intentar nuevamente conseguir una persona que ponga una garantía. Si tampoco se logra salir en esa revisión, habrá otra en 30 días, y así sucesivamente cada 30 días.
Un elemento que es muy importante en todo este proceso es conseguir a una persona que pueda representar legalmente al detenido, no tiene que ser necesariamente un abogado o un consultor de inmigración, hay clínicas legales que hacen este trabajo gratis y que pueden enviarle a un representante que lo asista en ese momento.
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