Siete dirigentes de la FIFA, detenidos en Suiza por corrupción
Siete dirigentes de la FIFA, detenidos en Suiza por corrupción
El Departamento de Justicia de Estados Unidos, en una maniobra sin precedentes, coordinada con el FBI y la agencia tributaria, desvelaron este miércoles en un tribunal federal en Brooklyn, en una rueda de prensa multitudinaria, los detalles de la acción legal contra nueve directivos de la FIFA y cinco empresarios implicados en una trama de corrupción que duró 24 años, diseñada para enriquecerse con el fútbol. Las autoridades estadounidenses esperan que este caso sirva para marcar un nuevo “comienzo” en los órganos que gobiernan este deporte
En total se presentaron 47 cargos contras los acusados, que incluyen sobornos, chantajes, fraude y conspiración para el blanqueo de dinero. Entre los acusados se encuentran Jeffrey Webb y Jack Warner, actual y antiguo presidente de la CONCACAF, la confederación que representa a la FIFA en América del Norte, central y el Caribe. El total del fraude asciende a 150 millones de dólares, bajo la forma de sobornos para la obtención de contratos vinculados a los derechos internacionales de los torneos y promoción en general del deporte.
Loretta Lynch, que hace pocas semanas se estrenó como fiscal general de Estados Unidos, explicó en rueda de prensa que se trataba de una trama corrupta con “raíces profundas”, que operó de manera sistemática “durante al menos dos generaciones”. Señaló que los acusados “abusaron de su poder y posición de confianza para hacerse con millones de dólares en sobornos y a través del chantaje”. En su opinión, este tipo de actos causan un daño enorme al deporte.
Las principales víctimas, indicó, son las jóvenes ligas en los países en vías de desarrollo que se benefician de los ingresos generados por los derechos del fútbol. También los cientos de millones de seguidores que tiene este deporte por el mundo y que lo apoyan. Por eso cree que los responsable de estas prácticas deben ser sometidos ahora a la Justicia y espera que la acción legal mande un claro mensaje. También pidió a la FIFA que haga una supervisión “más honesta”.
El fútbol se adueñó así de la actualidad informativa en EE UU, pero no precisamente por los motivos que se espera de un deporte que aspira a dejar de ser minoritario. A la rueda de prensa acudieron cerca de 300 periodistas y medio centenar de cámaras. En el acto participaron otros pesos pesados de la Administración estadounidense, como el nuevo director del FBI, James Comey, y el responsable de acciones criminales de la agencia tributaria, Richard Weber.
A primera hora de la mañana, a petición de las autoridades estadounidenses, fueron arrestados en Zurich siete de los acusados de participar directamente en la trama o como conspiradores, directivos de la FIFA o dueños de compañías de márketing que se beneficiaron personalmente gracias al negocio de estos derechos: Eduardo Li, Julio Rocha, Costas Takkas, Eugenio Figuerero, Rafael Esquivel y José María Martín. “Nadie está por encima de la Ley”, repitió el responsable de FBI. En paralelo, se inspeccionó la sede de la CONCACAF en Miami.
Comey recordó que el fútbol es el mayor deporte del mundo y explicó que esta trama de corrupción atentaba contra los principios sobre los que se sustenta. Lamentó especialmente que este tipo de pagos ilícitos se hayan convertido en una forma de hacer negocio en el seno de la FIFA. Como añadió Weber, “los mismos líderes de la organización engañaron a los miembros que se supone representaban”. “La corrupción, la evasión fiscal y el blanqueo de dinero no pueden ser los pilares de cualquier negocio”, añadió.
Charles Blazer, antiguo secretario general de la confederación americana, aparece citado como una de las seis personas que cooperó con las autoridades para poder montar el caso y admitió su culpabilidad en la trama. También José Hawilla, de propietario de la compañía Traffic Group, con sede en Brasil. Las autoridades estadounidenses dejaron claro además que los cargos anunciados no debe entenderse como el punto y final a esta investigación que azota al fútbol.
La investigación por parte de las autoridades estadounidense se desarrolló durante 12 años. Lynch espera ahora que los arrestados puedan ser extraditados para ser juzgados en EE UU. Les garantiza que “serán sometidos a un juicio justo”. En concreto citó como los acusados usaron se posición para “llenarse los bolsillos” con eventos como la Copa América de 2016 y el Mundial de Sudáfrica.
Con esta trama, explicó, influyeron en decisiones que van desde la emisión televisiva de los partidos, dónde se celebran los torneos y hasta quién dirige la FIFA. “En lugar de promocionar el deporte, explotaron su posición a cambio de efectivo de compañías que buscaban contratos de la FIFA”, repitió el fiscal neorquino Kelly Currie al explicar el funcionamiento del fraude. Esos sobornos se canalizaron a través de intermediarios.
“Esta es la Copa del Mundo del Fraude y hoy les enseñamos la tarjeta roja”, indicó el responsable de la agencia tributaria, quien dijo que “los seguidores de este deporte “no deberían tener que preocuparse por la conducta corrupta de los directivos de la FIFA”. Para Comey, el problema de fondo es el cinismo que este caso ha mostrado domina en el negocio del fútbol, tras décadas de sospechas. Pero hasta ahora no dieron con la pruebas para actuar.
Durante la madrugada, agentes suizos detenían a los implicados en sus habitaciones del hotel de cinco estrellas Baur aur Lac, un lujoso edificio con vistas a los Alpes y al lago de Zúrich donde los dirigentes se reúnen para su encuentro anual, que arranca el próximo viernes y donde habrá elecciones a la presidencia de la FIFA.
“Es un día triste para el fútbol”, ha declarado Bin-AlHussein. Tras pedir las llaves en conserjería, los agentes han ido a las habitaciones para proceder a las detenciones. El diario explica que un alto cargo de la FIFA (a quien no identifica) ha sido conducido por las autoridades desde su habitación a una puerta trasera para abandonar el hotel, permitiéndole llevar consigo su equipaje.
Se abre el proceso penal
El Ministerio Público de la Confederación Helvética ha abierto un proceso penal contra los siete miembros de la FIFA detenidos este miércoles, por sospechas de gestión desleal y de lavado de dinero en relación con la elección de las sedes del Mundial de Fútbol de 2018 y 2022. Agentes de la FIFA recabaron documentos y datos electrónicos de la sede principal de la FIFA en Zúrich, confirmó la propia institución en un comunicado.
Los Mundiales de Fútbol de 2018 y 2022 se celebrarán en Rusia y Qatar, respectivamente, sedes que fueron elegidas en una ceremonia en Zúrich en diciembre de 2010, y que ya en su día fueron rodeadas de polémica por sospechas de corrupción.
La Fiscalía informó hoy de que el proceso penal se abrió el pasado mes de marzo “por sospechas de irregularidades cometidas durante la atribución de las Copas del Mundo de fútbol de la FIFA de 2018 y 2022”. Fue la propia FIFA quien en noviembre de 2014 presentó una demanda penal contra desconocidos ante la Fiscalía de la Confederación, “es por ello que el proceso suizo está dirigido contra desconocidos y que la institución FIFA participa como ofendida”, advierte la Fiscalía.
“Los enriquecimientos ilícitos correspondientes se llevaron a cabo en parte al menos en Suiza. Además, la sede de la institución ofendida (la FIFA) tiene sede en Suiza. Razones por las cuales la investigación se abre por gestión desleal”, agrega el comunicado. Además, la fiscalía indica que “existen sospechas de blanqueo de dinero a través de relaciones bancarias en Suiza”.
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