INMIGRANDO A CANADA
INMIGRANDO A CANADA
Por Vilma Filici
filici@filici.com
TORONTO. Esta columna la estoy escribiendo a pedido de una pareja que me vino a ver a mi oficina, quienes están confundidos al igual que lo deben estar los poco más de 3 mil casos a través de todo el país que están en la misma situación y que necesitan clarificación y un poco de ayuda.
Estoy hablando de los casos que han sido catalogados como “Legacy Cases” o Casos de Legado, que básicamente es el nombre que se le ha dado a todas las solicitudes de refugio que llegaron antes del 15 de diciembre del año 2012, momento en el que el gobierno conservador cambió los procesos para las personas que llegan al país a pedir refugio.
Pertenecer al grupo de los Casos de Legado significa que están estancados, ya que no se están fijando citas para sus audiencias a menos de que haya algún espacio libre. Tengo entendido incluso que hay solo una persona en todo el país que es quien se está encargando de resolver los Casos de Legado, y que a esta persona se le termina su contrato a fines de este mes y todavía no se sabe cuál es la intención que tiene el gobierno para resolver estos procesos.
La razón por la cual se dejaron como suspendidos en el tiempo estos casos es porque cuando se implementó la nueva política de procesamiento de las peticiones de refugio que llegaron después del 15 de diciembre del 2012, la intención del gobierno en ese momento, y la cual aparentemente aún sigue siendo la misma, era la de darle prioridad de procesamiento a los casos de refugio dependiendo del país del cual provenía la persona.
Así, la nueva ley estableció que por reglamento los solicitantes de refugio deben tener su audiencia a los 30, 45 o 60 días de haber pedido refugio en el país.
En esta lógica, el esfuerzo del Consejo de Inmigración y Refugio, y específicamente de la División de Protección a los Refugiados, está en cumplir con los tiempos requeridos por los reglamentos, y por lo tanto tienen que procesar los nuevos casos por lo que lamentablemente los Casos de Legado han quedado prácticamente estancados.
Pero ¿qué se puede hacer? Si hay una situación de emergencia se puede hacer un pedido a la División de Protección de los Refugiados explicando cuál es la emergencia y pidiendo que se fije la audiencia para la persona. Pero tiene que ser una verdadera emergencia, porque hemos visto casos donde el solicitante de refugio dejó a toda su familia en el país de origen, la familia está sufriendo depresión, particularmente los niños por la separación con los padres, pero esto no pareció ser suficiente como para que la División de Protección de los Refugiados estableciera la audiencia.
Sin embargo, asumo que si la familia está corriendo peligro, si ha tenido persecución y hay formas como probarlo, entonces sería más factible que fijaran la audiencia.
No obstante, particularmente creo que lo que se debería de hacer es organizarse con algunas de las entidades que trabajan con refugiados, como por el ejemplo con la Asociación Canadiense de Abogados de Refugio, y pedir al gobierno que ponga dos o tres miembros del Consejo de Refugiados a procesar estos casos y que los finalicen.
Porque es cruel e inhumano que estén dejando esos casos estancados cuando hay familias que están separadas, donde no hay seguridad para esas familias en su lugar de origen, y donde no se puede traer a los familiares hasta que no haya una decisión del caso del peticionario que se encuentra en Canadá.
Hay que recordar que los cambios que entraron en vigencia el 12 de diciembre del año 2012 dividieron a los solicitantes de refugio en tres categorías:
La primera es la de los “irregular arrivals”, que son personas que llegan al país por medio de un plan organizado, como por ejemplo en un bote o un camión, en grupos de dos personas o más. Al tener esta designación, el gobierno automáticamente los encierra en centros de detención hasta escuchar su caso de refugio, y una vez escuchan su caso, si la persona es rechazada no tiene derecho a apelación, a revisión de riesgo (Pre Removal Risk Assessment, PRRA), a seguro de salud ni a permiso de trabajo, es decir, no tiene derecho a absolutamente a ningún beneficio. Y si tienen la suerte de ser aceptados, por el hecho de haber llegado de la manera en que lo hicieron y por haber sido etiquetados como “irregular arrivals” o “designated foreign nationals”, no pueden iniciar el trámite para la residencia en Canadá sino hasta después de cinco años de la fecha en que fueron aceptados.
El segundo grupo es el de las personas que llegan de países designados, es decir de países que supuestamente pueden proteger a sus propios ciudadanos y por lo tanto no requieren protección del gobierno canadiense. El ex Ministro de Inmigración estableció una lista de países designados cuyos casos van a ser procesados rápidamente y van a perder el derecho a apelaciones. (ésto cambiará con el nuevo gobierno)
Según la información proporcionada por el Ministerio de Inmigración en su momento, la designación de la lista de países seguros ha sido basada en lo que históricamente ha sucedido con los casos de refugio de sus ciudadanos aquí en Canadá, e incluye aquellos países cuyo porcentaje de rechazo de casos de refugio por parte del Consejo de Refugiados ha sido del 75 por ciento o más, y personas que vienen de países donde el porcentaje de casos de refugio abandonados en Canadá ha sido de más del 60 por ciento. El nuevo gobierno nombrará un comité especializado para decidir que países se podrán considerar países seguros.
El problema de estar incluido en dicha lista es que el proceder de un país designado como país seguro por el gobierno canadiense tiene serias implicaciones en el procesamiento de las solicitudes de refugio en el país. Para ver las diferencias en el tratamiento de este grupo hay que observar que las personas que vienen de países que están en la lista sólo tienen entre 30 y 45 días para poder presentar su caso y terminarlo, mientras que las personas que vienen de países que no aparecen en esa lista tienen un total de 60 días.
El tercer grupo es el de refugiados comunes, quienes no tienen penalizaciones y tienen derecho a apelar ante la nueva Corte de Apelaciones de Inmigración cuando lo casos son rechazados.
Los casos de legajo han quedado suspendidos para dar paso al cumplimiento de los casos mencionados y es hora de que se les dé una audiencia y se lleven a su fin.
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