¿Tienes un perro? Pues evítate multas
¿Tienes un perro? Pues evítate multas
(Cómo conseguir que tu mascota sea educada y no te dé disgustos. ¡Especialmente al bolsillo!)
En algunos municipios españoles como Málaga se han llegado a poner multas de hasta 500 euros (676 dólares) a dueños de animales por molestias causadas por sus mascotas
La noticia que se publicó la semana pasada sobre la nueva ordenanza de algunos ayuntamientos en diferentes ciudades españolas prevé multas de hasta 500 euros a los dueños de animales que molesten ha disparado todas las alarmas entre los propietarios de estas mascotas. No sólo es una regulación sobre animales peligrosos o potencialmente peligrosos, es una norma que afecta a todos estos animales domésticos y a su conducta. Es una norma y como tal ya resultaría difícil explicársela a un ser humano. ¿Cómo hacerlo entonces con un animal? ¿Cómo conseguir que nuestro perro que seguramente es absolutamente inofensivo no nos dé un disgusto al bolsillo por esa molesta manía de ladrar a todas horas sin ton ni son?
Como especialista en comportamiento animal y director de la web www.eldiariodelasmascotas.com voy a intentar echar una mano a todas las personas que no saben qué hacer con esas conductas un poco incomprensibles de nuestros amigos.
Nuestra mascota, al igual que todos los miembros de nuestra familia, necesita ser educada y entender que para una mejor convivencia se deben cumplir ciertas reglas. Entrenar a un perro para que no ladre no es una tarea complicada si le pones empeño y paciencia, no sólo debemos corregir un cierto comportamiento, lo que nuestro amigo requiere es aprender a cumplir las normas de obediencia básica, ya que es el primer paso y el más importante para corregir posteriormente cualquier conducta.
Nuestro amigo debe estar habituado a los mensajes “sí puedes hacerlo” y “no, eso está mal”, ya que si vamos a ordenarle que no ladre o cuando lo haga nos acercamos a él a decirle “no, eso no”, y no conoce el significado de la palabra, mal podremos lograr el objetivo, por lo tanto antes de corregir enseñemos y premiemos su conducta.
Lo primero que debemos hacer con nuestro amigo es un pequeño curso que denominamos ‘normas de convivencia’ u ‘obediencia básica’, que consiste en que nuestro amigo entienda y obedezca cinco órdenes fundamentales:
-Caminar al mismo ritmo junto a su amo.
-Sentarse cada vez que el amo se detenga.
-Echarse a la orden de “down!”, “¡échate!”, etc.
-Quedarse quieto por lo menos durante 3 minutos.
-Acudir a la llamada de su amo.
Una vez que nos aseguremos que estas normas son cumplidas, cada vez que corrijamos un comportamiento nos acercaremos a él y con voz fuerte y mirándolo a los ojos le diremos “NO”, y, tal como lo hizo su madre cuando nuestro amigo era un cachorro, lo tomaremos de la parte superior del cuello, justo antes de la cabeza y le daremos un pequeño tirón, no fuerte para dañarlo sino para darle a entender que su actitud no nos agrada.
Lo único importante será ver, al momento de regañarle, cuál es su actitud. Si se muestra agresivo hacia ti y no tienes la experiencia en interactuar con los animales deberás consultar a un especialista, porque puede que su problema tenga relación con otra causa que debería ser evaluada por un profesional.
Nuestro amigo siempre nos avisara si siente un ruido extraño o su olfato percibe una presencia extraña cerca de casa, eso está bien y se lo debemos agradecer , pero el debe también saber u aprender que con solo escuchar nuestro mandato “NO MÁS “ o “YA “ de inmediato dejara de ladrar pues nosotros como amos nos enteramos de su aviso y controlaremos la situación.
