INMIGRANDO A CANADA
INMIGRANDO A CANADA
Por Vilma Filici
filici@filici.com
TORONTO. En los últimos meses hemos estado viendo un fenómeno en el área migratoria, de personas de países en los cuales hay problemas de abusos de derechos humanos, problemas políticos, con crimen organizado, etc. Estas personas quieren salir de sus países, pero lo quieren hacer de una manera que les permita poder regresar cuando cambie la situación que los obliga a salir.
Así, muchas de esas personas, que tienen las posibilidades económicas, quieren venir a Canadá como estudiantes internacionales para eventualmente obtener luego la residencia permanente. Pero lo que se está viendo con mucha frecuencia, y lamentablemente en un porcentaje sumamente alto, es que, en el momento en que estas personas solicitan su visa de estudiantes internacionales, los consulados canadienses se las niegan por la misma situación de inestabilidad de los países de los cuales estas personas son ciudadanos.
Una de las razones que les dan es precisamente la situación que se está viviendo en sus países y que no creen que la persona va a regresar a su país una vez que termine sus estudios en Canadá.
Estas negativas son muy contradictorias, porque los altos funcionarios del gobierno canadiense han dicho en repetidas ocasiones que los estudiantes internacionales son la clase de inmigrantes preferido por Canadá.
Hay que recordar que los estudiantes internacionales vienen y estudian durante uno, dos o tres años, sacan un grado o una maestría, y después de terminar sus estudios tienen derecho a un permiso de trabajo de entre uno y tres años, dependiendo del tiempo de duración de su curso de estudios. Y después de trabajar durante un año en Canadá pueden solicitar su residencia permanente.
Entonces, la estrategia que estas personas se han trazado es absolutamente legal y correcta, y en ningún momento su intención es venir a Canadá a quedarse de forma indocumentada, que sería el temor de los funcionarios consulares.
Pero lo que está sucediendo es que muchas personas que se encuentran en Canadá como visitantes, que se han registrado ya en las escuelas, que han trazado un plan de acción para eventualmente lograr obtener su residencia permanente bajo el programa del Canadian Experience Class, se encuentran con estas negativas a sus visas de estudiantes.
Muchas de estas personas se sienten en peligro de regresan a sus países de origen, porque ese fue precisamente el motivo por el cual salieron, o se encuentran todavía en sus países y venir como estudiante internacional era su plan de escape de la situación que podían estar viviendo. Pero ahora, la única opción que les queda, en muchos casos, es pedir refugio en Canadá.
Durante los últimos meses también hemos estado viendo en las noticias que el presidente del Consejo de Inmigración y Refugio de Canadá (Immigration and Refugee Board, IRB) ha dicho en repetidas ocasiones que no dan abasto para poder procesar los casos de refugio por el aumento en el número de solicitudes. Ya venían con alrededor de seis mil casos atrasados de personas que llegaron antes de diciembre del 2012, y ahora se les están acumulando muchos más casos.
Lamentablemente, pareciera que son los mismos burócratas del gobierno quienes son en parte responsables por esta situación, al forzar a ciertas personas a pedir refugio, cuando estas personas tienen otra alternativa, la cual prefieren por diversos motivos.
No hay que olvidar que los estudiantes internacionales pagan tres veces más los aranceles de estudios que un canadiense o residente permanente, y que deben demostrar que tienen suficiente dinero para poderse mantener durante el tiempo que estén estudiando. Entonces, si estas personas tienen esta posibilidad, los burócratas no deberían estar sistemáticamente rechazándoles las visas de estudiantes y forzándolas a hacer un proceso que en realidad no es lo que habían seleccionado para buscar su residencia permanente en Canadá.
Se dice que los refugiados cuestan mucho dinero al estado, mientras que los estudiantes internacionales contribuyen a la economía regional donde asisten a clases. Además, según el mismo gobierno, ellos son los inmigrantes ideales dado que tienen el idioma, la experiencia, el grado académico y el dinero, y en muchos casos ya tienen también la experiencia de trabajo en Canadá.
Entonces, ¿por qué crear esta situación que no solamente no es lo que las personas prefieren hacer, sino que también le está costando dinero al estado, además de estar aumentando el atraso en los casos de refugio?
Algo que es interesante notar es que, en todo caso, para algunos de los países de los cuales vienen estas personas el promedio de aceptación de refugio es alto, alrededor del 75 por ciento, por lo que no son personas que están abusando del sistema de refugio. De hecho, son personas que han sido puestas entre la espada y la pared porque no las dejan obtener la residencia a través del Canadian Experience Class, y, por lo tanto, dado que no pueden regresar o permanecer en su país de origen, la única opción que les queda es pedir refugio.
De hecho, en el caso específico de Venezuela, la Ministra de Relaciones Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland, expresó recientemente la preocupación del gobierno canadiense en relación a la inestabilidad política del país suramericano, y el Ministerio de Inmigración, Refugio y Ciudadanía anunció que los ciudadanos venezolanos pueden ser elegibles para una evaluación del riesgo antes de la remoción (Pre-Removal Risk Assessment, PRRA) si recibieron una decisión final de la Junta de Inmigración y Refugiados de Canadá (IRB) o una decisión final del PRRA entre el 8 de julio del 2016 y el 7 de julio del 2017.
“Antes de retirarlos de Canadá, la Agencia de Servicios Fronterizos de Canadá (Canadá Border Services Agency, CBSA) asesorará a individuos de Venezuela sobre si ahora son elegibles para solicitar un PRRA”, explicaron en un comunicado.
Hay que tener en cuenta que ésta es una flexibilización importante para los ciudadanos de Venezuela que han pedido refugio en Canadá, dado que normalmente, si la persona hizo una solicitud de refugio y su solicitud fue rechazada, no puede solicitar un PRRA a menos que hayan transcurrido al menos 12 meses.
“Sin embargo, los individuos de Venezuela están exentos de la barrera de un año en el acceso a un PRRA, ya que las condiciones en ese país han empeorado. Como resultado, las personas podrían enfrentar una situación de riesgo que puede justificar una evaluación adicional”, añade.
Sobre esta base, lo que yo creo que el gobierno tendría que hacer es hablar a los consulados que son responsables de estos rechazos y decirles que lo que están haciendo está fuera de las reglas de procedimientos justos, y que tienen que dejar de rechazar solicitudes de estudiantes internacionales que son válidas, simplemente porque las personas provienen de un país donde hay inestabilidad política o social.
Si la persona puede probar que tiene la intención real de venir a estudiar a Canadá, si tienen el dinero, la preparación y todas las condiciones necesarias, lo más indicado es que se le permita estudiar en el país para que luego siga los procedimientos correspondientes y solicite la residencia permanente en Canadá bajo el programa Canadian Experience Class.
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