El arsenal de los Raptors funde a unos Warriors en cuadro pese a los 47 puntos de Stephen Curry
El arsenal de los Raptors funde a unos Warriors en cuadro pese a los 47 puntos de Stephen Curry
La fenomenal actuación de Stephen Curry, con 47 puntos, no fue suficiente para contrarrestar la manifiesta superioridad de Toronto, que venció en Oakland, domina por 2-1 la final y se sitúa a dos victorias del primer título de su historia.
Los Raptors hicieron valer su arsenal, que prevaleció sobre las genialidades y el liderazgo de Curry. El base se quedó demasiado solo, huérfano casi, dadas las importantes bajas de Kevin Durant y Klay Thompson, y también la de Kevon Looney, los tres lesionados, y la discreta aportación del resto de sus compañeros, a excepción de Draymond Green, guerrero como siempre y meritorio con 17 puntos, siete rebotes y cuatro asistencias. La final está cada vez más marcada por la precaria situación física en la plantilla de los Warriors, que contrasta con la de los Raptors.
El mérito de Golden State ya fue extraordinario en el segundo partido que ganó a pesar de tantos inconvenientes. Pero Stephen Curry no puede con todo. Su sensacional actuación con esos 47 puntos, producto de 14 canastas en 31 lanzamientos, incluidos seis triples, y además de un 13 de 14 en tiros libres, ocho rebotes y siete asistencias, contrastó con el flojo rendimiento de la mayoría de sus compañeros. Cousins, en su tercer partido tras una lesión reciente, o Livingston, que ocupó la plaza de titular dejada vacante por Klay Thompson, fueron los más señalados. Pero el problema fue de todos y difícilmente se solventará si Steve Kerr no recupera de manera inmediata a alguno de sus jugadores más relevantes.
Los Warriors trataron de explotar a fondo el factor emocional, de la mano de su entusiasta público, deseoso de llevar en volandas a su equipo en una situación tan precaria y a la vez tan trascendente, una oportunidad única en su intento de alcanzar su tercer título consecutivo.
Pero los Raptors se emplearon con la decisión y la entereza que requería el partido y jugaron con acierto todas sus cartas, empezando por las de Kawhi Leonard, que sumó 30 puntos, siete rebotes, seis asistencias, dos robos y dos tapones, y Kyle Lowry, certero en los momentos más importantes, con 23 puntos y nueve asistencias. Y junto a ellos, el resto. Marc Gasol cuajó una buena actuación con 17 puntos, siete rebotes y cuatro asistencias. Siakam y Danny Green aportaron 18 puntos cada uno. Los Raptors estuvieron especialmente acertados en el tiro exterior, con 17 triples en 38 lanzamientos (45%).
El equipo canadiense dominó de principio a fin, abrió pronto una importante brecha (28-52) y siempre contó con uno u otro jugador que mantuvo a raya a su rival cuando la diferencia se situó por debajo de los diez puntos. Cuando no fue Lowry, fue VanVleet, y cuando no Leonard o Ibaka.
Solo atravesó por un momento de crisis cuando se pasó más de cuatro minutos y medio sin anotar en el tramo final del segundo cuarto. Los Warriors se situaron a siete puntos (48-55) tras un triple lejano de Curry y gracias a que Bogut y Draymond Green sacaron dos faltas de ataque a Ibaka y Leonard. Fue un meritorio ejercicio de supervivencia de los Warriors, el mismo en que se empeñaron a lo largo de todo el partido. Pero le faltaron mimbres para consumar una victoria que se antojaba poco menos que imposible. Para paliar sus bajas resultaba imprescindible una actuación que rozara la perfección de todos y cada uno de los que jugaron junto a Curry. No se produjo. Toronto vuelve a dominar la final y la tesitura, dadas las bajas y problemas físicos que arrastra su vial, le resulta de lo más propicia.
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