El 2019 terminó con saldo positivo para la inmigración a Canadá
El 2019 terminó con saldo positivo para la inmigración a Canadá
Por Vilma Filici
filici@filici.com
TORONTO. El balance del 2019 en el área migratoria en Canadá es muy positivo ya que se aumentó la humanización en los procesos migratorios. Esto, porque el gobierno tomó medidas para garantizar que los procesos sean mucho mas transparentes para las personas que hacen solicitudes, y también porque en muchas otras áreas ha acelerado los procesos, como por ejemplo en el caso de esposos y esposas, parejas e hijos dependientes.
Cuando hablo de humanización de los procesos me refiero por ejemplo a casos como el de los más de 40 trabajadores temporales mexicanos que estaban siendo abusados en la zona de Barrie. Porque en el pasado, lamentablemente ese tipo de trabajadores afectados se les permitía permanecer para ser testigos en contra de los empleadores abusadores y después terminaban siendo deportados. Pero lo que vimos en el 2019 es que el gobierno canadiense le otorgó un permiso para permanecer y trabajar en el país a esos trabajadores que fueron víctimas de abuso.
A raíz de esos incidentes, el gobierno también creó una política en la que cualquier trabajador que sienta que está siendo abusado puede hacer un trámite ante el Departamento de Inmigración, Refugiados y Ciudadanía por razones humanitarias, a fin de salir de ese empleo y obtener un permiso de trabajo abierto y eventualmente poder obtener la residencia permanente.
En el 2019 el gobierno también anunció una política con relación a las personas que están siendo patrocinadas por un residente o ciudadano canadiense y que son víctimas de abuso, creando un programa que les facilita el poder salir de esa relación abusiva y permanecer en el país sin tener el temor de que van a ser deportadas. Estas personas, al probar de que están siendo abusadas, al igual que los trabajadores temporales, obtienen también un permiso para permanecer en el país mas el permiso de trabajo, con la posibilidad de obtener la residencia permanente por razones humanitarias y de compasión.
Otro aspecto muy importante que sucedió el año pasado fue el que se crearan una serie de programas piloto. Uno de ellos es el programa que le permite a un residente permanente o ciudadano canadiense que en el momento de hacer su trámite de inmigración no declaró a sus dependientes, ahora, con este programa piloto que comenzó el 9 de septiembre pasado y que concluirá el 8 de septiembre de 2021, le permite patrocinar a sus hijos o esposa no declarados.
Lo que hay que recordar es que en el 2002 se creó una sección de ley que dice que, si una persona que solicitó la residencia permanente no declaró a sus dependientes o si éstos no se hicieron los exámenes médicos en el momento en que esa persona estaba procesando la residencia permanente, quedan excluidos por siempre como miembros de la clase familiar. Esta era una ley muy severa que fue demandada desde sus inicios ante la Corte Federal pero que no se había podido eliminar, por lo que este programa piloto nos da la esperanza de que en un futuro se expanda y se elimine la sección de ley que penaliza mayormente a niños que no tuvieron nada que ver con las decisiones tomadas por el padre o la madre al momento de solicitar ellos su residencia permanente.
Otro programa piloto muy humanizado es el de los “caregivers”, el cual comenzó en junio del año pasado y que no solamente no es tan riguroso en términos de los requisitos para el trabajador, sino que por primera vez en más de 40 años permite que estos trabajadores del hogar traigan a su pareja, a quien también se le va a dar un permiso de trabajo, y a sus hijos, quienes podrán estudiar en el país.
En contraste, en el pasado las “caregivers” estaban separadas de su familia durante todo el tiempo que necesitaban trabajar en Canadá para después poder iniciar su proceso de residencia, lo cual implicaba que a veces necesitaran hasta cinco años para poder reunificarse con su familia.
El año pasado también se creó el programa piloto para los trabajadores indocumentados de la construcción del Área el Gran Toronto, que a pesar de ser muy pequeño en términos del número de personas que se va a procesar, que son 500, es un punto de partida que creo que va a culminar con un programa mucho mas grande en el cual se puedan presentar los indocumentados, no solo de la construcción y del GTA, sino que a nivel nacional, a fin de poder obtener la residencia permanente.
También se crearon otros programas que le dan mas oportunidades a las personas que quieren inmigrar a Canadá ya que los requisitos son mucho menores a los que exigen los programas federales y provinciales. Me refiero específicamente a los programas de las zonas rurales, y aquí es importante señalar que cuando en Canadá se habla de las zonas rurales no estamos hablando de lugares alejados del mundo sino de pequeñas ciudades que cuentan con toda la infraestructura y comodidades necesarias para tener el mismo estándar de vida que se tiene en las grandes ciudades.
En Ontario por ejemplo hay cinco zonas rurales que se pueden elegir, en Manitoba hay dos, en Saskatchewan una, en Alberta una y en British Columbia dos, así es que no estamos hablando de zonas alejadas cerca del Ártico.
Otro aspecto muy positivo de la inmigración a Canadá sucedido el año pasado es que el Consejo de Inmigración y Refugio (IRB) ha estado entrenando nuevos miembros para poder agilizar los procesos, ya que estuvieron sumamente atrasados durante el 2018 y 2019. Un Caso que debía haberse resuelto en 60 días ha estado tardando dos años, por lo que el IRB está entrenando alrededor de 130 nuevos miembros alrededor del país y eso va a permitir que esos procesos se agilicen.
Con todos los cambios positivos sucedidos en el 2019, para este año 2020 estamos esperando el anuncio de cómo se va a procesar el programa de padres y abuelos. Esta semana el Ministerio de Inmigración hizo el anuncio de que va a haber nuevas guías ministeriales para este programa que serán anunciados en abril. Va a haber cambios en los reglamentos y en los requisitos. Aun no se sabe cuáles van a ser esos cambios, pero dada la atmósfera de humanización que se demostró el año pasado, yo creo que lo más seguro es que este programa se haga mas accesible para la clase trabajadora en términos de cumplir con los requisitos financieros, etc.
También estamos esperando que este año se elimine o por lo menos se reduzcan los aranceles para solicitar la ciudadanía. El gobierno conservador los subió de 100 a 630 dólares, y esto ha provocado que personas de escasos recursos económicos no hayan hecho sus solicitudes, bajando drásticamente el número de solicitudes de ciudadanía en más del 25 por ciento desde que se subieron los aranceles. Pero en la campaña electoral del año pasado el Partido Liberal prometió bajar dichos aranceles, por lo que esperamos que cumplan con su promesa.
Otra de las cosas que el partido de gobierno prometió durante las elecciones federales es la creación de programas municipales al igual que se han creado los de las zonas rurales, lo cual va a facilitar la obtención de la residencia permanente para muchas personas ya que se espera que, al igual que los programas rurales, los requisito sean menores. Se ha sabido que en este programa se va a aceptar a personas que sean Low-skilled workers, es decir que no trabajadores calificados, sino que mano de obra común.
Algo que también va a suceder este año, en el verano es la culminación del programa de la gencia de servicios fronterizos, que busca chequear a las personas cuando salen de Canadá, porque Canadá es uno de los pocos países en el mundo que no controla la salida de las personas que llegan al país. Se controla a quienes salen del país vía Estados Unidos, pero a partir del verano se hará con todos los viajeros, lo cual le va a permitir al gobierno controlar las personas que se queden sin estatus en el país, así como también a quienes salen del país y continúan recibiendo beneficios que ya no deberían recibir porque son solamente para quienes residen en Canadá. De igual forma le va a facilitar al gobierno saber quiénes son los residentes permanentes que están fuera del país más del tiempo permitido por ley antes de que pierdan la residencia permanente o los que no cumplan con los requisitos para la ciudadanía.
En resumen, el 2019 fue un buen año para el país en materia migratoria y las expectativas para este año que comienza son igualmente alentadoras. Hay que esperar y ver qué sucede, y de ser necesario habrá que involucrarse en los debates para asegurarse que las comunidades inmigrantes reciban todos los beneficios que se merecen.
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