Los partidos políticos chilenos pierden casi 15.000 afiliados desde el inicio de las protestas
Los partidos políticos chilenos pierden casi 15.000 afiliados desde el inicio de las protestas
La cifra de los últimos tres meses equivale al total de deserciones de todo 2018
Miles de chilenos han decidido romper con sus partidos políticos desde el 18 de octubre, cuando inició un proceso de revueltas marcado por protestas pacíficas, niveles inéditos de violencia y graves denuncias de violaciones a los Derechos Humanos. De acuerdo con las cifras del Servicio Electoral, 14.786 personas renunciaron a sus agrupaciones hasta el 31 de enero de este año, sobre un total de 500.000 afiliados en todo el sistema. La cifra de los últimos tres meses equivale al total de deserciones de todo 2018.
El éxodo de afiliados coincide con un desplome en la confianza de las instituciones, las que –hasta el momento- no han logrado dar una respuesta que apacigüe los ánimos de una ciudadanía que semana a semana sale a las calles a exigir cambios en uno de los países más desiguales de la OCDE. El partido más afectado ha sido Revolución Democrática (RD), una de las principales colectividades del Frente Amplio, un nuevo referente de izquierda que surgió tras las movilizaciones estudiantiles de 2011 y que en varias ocasiones ha mostrado sintonía con el español Pode. En estos tres meses de revueltas, el partido fundado por el exlíder universitario Giorgio Jackson perdió 2.446 afiliados, lo que supone un 6% de su militancia.
Las renuncias ocurren en un periodo complejo para el Frente Amplio. La decisión de algunos de sus miembros de acordar con el oficialismo el plebiscito del próximo 26 de abril –cuando los chilenos votarán si quieren o no una nueva Constitución que ponga fin a la originada en dictadura- ha provocado una crisis interna y la salida de cinco colectividades.
Entre los desertores del Frente Amplio está el Partido Humanista, que representaba un 15% de la fuerza de este conglomerado en el Parlamento. “Es un partido joven y emergente, pero con un alto grado de conflictividad interna. Seguramente, a parte importante de su militancia no le pareció correcto firmar el acuerdo con los partidos tradicionales”, explica el académico de la Universidad de Talca, Mauricio Morales. Para Gloria de la Fuente, directora de la Fundación Chile 21, un think tank de centroizquierda, esto es parte lógica de una coalición “que está en espacios de redefinición a propósito del estallido social”.
El segundo partido más afectado fue el Socialista, donde 1.890 personas decidieron desafiliarse, entre ellos, dirigentes históricos como el diputado Marcelo Díaz, vocero del Gobierno durante el segundo mandato de Michelle Bachelet, hoy alta comisionada de Derechos Humanos en la ONU. La Democracia Cristiana, socia del partido Socialista en la Concertación de centroizquierda que gobernó Chile desde el regreso a la democracia en 1990 y hasta el primer Gobierno de Piñera, en 2010, perdió 1.185 afiliados.
Las renuncias también afectan a los partidos de Chile Vamos, coalición de centroderecha que trajo de vuelta a Sebastián Piñera a La Moneda en 2018. En total, 3.934 personas han dejado de militar en el oficialismo. De ellos 1.685 pertenecen a Renovación Nacional –partido que ha vivido diferencias internas tras el estallido- y 1.567 corresponden a la UDI, sector de posiciones más duras. El presidente Piñera también enfrenta niveles inéditos de rechazo: solo un 6% aprueba su gestión, según la encuesta CEP.
Estas cifras están en sintonía con otros datos difundidos tras la crisis: apenas un 2% de la ciudadanía confía en los partidos políticos, según el sondeo del CEP,mientras que la aprobación general ha ido en picada. Según la encuesta Cadem, el respaldo a la coalición oficialista Chile Vamos bajó de un 36% a un 21%, mientras que el apoyo a la ex-Concertación se derrumbó de un 28% a un 9%. Lo mismo ocurre con el Frente Amplio, cuyo respaldo pasó de un 22% a un 9%. Todo en solo tres meses.
Un fenómeno que, de acuerdo con los expertos, puede estar relacionado con el aumento de lo que se denomina los “demócratas escépticos”, es decir, “gente más disponible a movilizarse pero que confía cada vez menos en los partidos políticos y las instituciones”, como explica Gloria de la Fuente. Según cifras delPrograma de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), los “demócratas escépticos” en Chile aumentaron de un 25% a un 43% durante la última década.
Para el Cientista Político y académico de la Universidad de Chile, Robert Funk, “los partidos han dejado de tener arraigo social porque durante mucho tiempo han sido manejados por cúpulas o elites”. Para Mauricio Morales, en tanto, la desilusión ciudadana está llegando a los sectores tradicionalmente más duros de cada partido. “En un ambiente de polarización y violencia, la ciudadanía prefiere estar distante de las instituciones peor evaluadas” zanja.
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