UN FESTIVAL VIRTUAL
UN FESTIVAL VIRTUAL
Por Jorge Gutman
Una de las muestras más aguardadas que se realiza anualmente en Montreal es la del Festival International du Film sur l’Art (FIFA) cuya 38ª edición debía realizarse desde el 17 hasta el 29 de marzo. Debido a la penosa situación que el mundo atraviesa en estos momentos el festival quedó cancelado físicamente; sin embargo, para superar esta adversidad y gratificar al público que se solaza viendo importantes documentales que abarcan diferentes manifestaciones del arte, FIFA decidió exhibir en línea (artfifa.com) sus filmes programados hasta la fecha de clausura inclusive. A continuación se ofrece un breve comentario de 5 de los filmes vistos.
We Are Not Princesses (Gran Bretaña)
Las directoras Bridgette Auger e Itab Azzam ofrecen un interesante documental testimoniando la experiencia vivida por Israa, Mona, Fedwa, Heba, Zayna, Wafa’a; estas seis mujeres sirias se encuentran en un campo de refugiados en Beirut, en el momento en que la filmación se realiza. Además de reseñar el drama que han vivido en la guerra civil que acosa a Siria, algunas de ellas relatan su experiencia de haber estado sumidas a la autoridad patriarcal. Un hecho notorio es el que dos de ellas no aparecen en pantalla debido a que sus familias no querían que fuesen filmadas; es así que su presencia se manifiesta a través de la animación, sin que eso impida que sus opiniones queden reflejadas a través de sus voces.
Como medio de atenuar el desarraigo forzado por haber tenido que abandonar la tierra natal, cuatro de ellas encuentran solaz en la dramatización de Antígona, la renombrada obra de Sófocles. A pesar de ser neófitas en el terreno de la actuación, ellas vuelcan su energía en la lectura y ensayo de la pieza destacando el espíritu del personaje central, una figura que constituye el símbolo del empoderamiento femenino; esos ensayos les permiten reflexionar acerca de sus vidas pasadas, ofreciéndoles una nueva visión de cómo actuar cuando emerjan de su exilio. En los créditos finales se destaca que Israa actualmente vive en Alemania, Heba está radicada en una pequeña isla de Suecia, en tanto que Mona, Fedwa, Zayna y Wafa’a siguen residiendo en Beirut, habiendo todas ellas reconstruido sus vidas positivamente.
Auger y Azzam han logrado un film altamente inspirador al resaltar cómo en las más difíciles situaciones el estoicismo y determinación de este grupo humano ha podido superar los obstáculos devolviéndole la fe y la esperanza de un futuro mejor.
Simone Signoret, figure libre (Francia)
Como su título lo señala, este interesante documental sin ser una biografía estricta sigue los pasos de esta emblemática artista del cine francés, destacando en su personalidad su necesidad de gozar de plena libertad para hacer lo que quisiera sin pedirle permiso a nadie.
Meticulosamente realizada, la documentalista Michèle Dominici valiéndose de material de archivo y entrevistas realizadas permite que el espectador se adentre en la personalidad de la artista utilizando en parte sus propios comentarios. Así la película pasa revista a su filmografía donde se sabe que comenzó su carrera en 1941 y se consagró en Casque d’Or (1951); entre otros títulos relevantes de su carrera cinematográfica se encuentran Les diaboliques (1954), Room at the Top (1959) por el que obtuvo el premio a la mejor interpretación femenina en el Festival de Cannes, L’Armée des ombres (1969), L’Aveu (1970), Le chat (1971) y La vie devant soi (1978) donde su conmovedora actuación de Madame Rosa fue distinguida con el César a la mejor actriz además de haber merecido cálidos elogios a nivel mundial.
En lo que concierne a su vida sentimental, el documental testimonia su primer matrimonio en 1944 con el cineasta Yves Allegret con quien tuvo una hija (Catherine Allegret). Después de su divorcio en 1949 se casó al año siguiente con Yves Montand, una unión que duraría hasta su muerte en 1985 a pesar de haber atravesado algunos ríspidos momentos por la relación apasionada de su marido con Marilyn Monroe durante la filmación de Let’s Make Love en 1960.
En el recuento mencionado, la directora no deja de enfatizar la leyenda de esta gran actriz, empedernida fumadora a la vez que alcohólica, brindando la imagen de una mujer liberada que durante toda su existencia luchó y logró imponer sus propias ideas; más allá de los prejuicios de su época, Signoret adoptó una actitud vanguardista muy alejada de lo que se aguardaba del tradicional comportamiento femenino.
Tintoretto – The Man Who Killed Painting (Alemania)
Jacopo Robusti Tintoretto (1518-1594), el último de los grandes artistas venecianos del Renacimiento italiano, es reexaminado en el magnífico documental escrito y dirigido por Erminio Perocco. Habiendo vivido a la sombra de Titian, su más grande rival, Tintoretto supo imponerse mediante su propio estilo manierista por el que ha logrado un reconocimiento similar al obtenido por los geniales Leonardo Da Vinci, Rapahel y Michelangelo..
La película está estructurada atendiendo a las más importantes creaciones del artista en las que se incluyen entre otras estupendas obras El Milagro del Esclavo, St. Roch healing the Plague, la impresionante decoración efectuada en la Escuela Grande di San Rocco, Crucifixión que es un cuadro de enormes dimensiones, Tarquin y Lucretia y su visión especial volcada en La Última Cena donde se aprecia la reacción de sus discípulos cuando Cristo anuncia que uno de ellos lo va a traicionar. De manera general el documental destaca cómo sus obras captaron el crucial momento que se vivía en el mundo con el surgimiento del protestantismo.
El film se valoriza a través de los comentarios efectuados por artistas, críticos e historiadores de arte, entre los que se encuentran el pintor barcelonés Jorge Pombo reinterpretando la pintura de Tintoretto así como la del director del Museo Nacional del Prado Miguel Falomir aludiendo al significado de su obra. Igualmente cabe distinguir la reproducción de la Venecia de hace 500 años teniendo en consideración la importancia que esa ciudad adquirió como vía marítima y puerto de enlace con el continente europeo. En esencia, Perocco ofrece un esmerado documental que seguramente será apreciado por los amantes del arte.
Seat 20 D (Estados Unidos)
Una profunda emoción produce la visión de este dramático y a la vez edificante documental de Jim Campbell. Como muchas veces se ha señalado, no hay dolor más grande que un ser humano pueda experimentar que el originado por la muerte de un hijo: precisamente eso ha acontecido con los padres de 35 estudiantes de la Universidad de Syracuse que viajaban en el vuelo 103 de Pan Am del 21 de diciembre de 1988 que en el trayecto de Londres a New York explotó en Lockerbie, Escocia, como consecuencia de un brutal atentado terrorista donde en total perecieron 270 personas.
Para poder afrontar esa enorme pena la escultora Suse Lowenstein, cuyo hijo de 21 años fue una de las víctimas, se embarcó en un trabajo altamente ambicioso; el mismo intitulado Dark Elegy, consiste en 75 figuras de cuerpos de mujeres que reflejan el preciso momento en que cada una de las madres de los jóvenes ultimados se enteran de la muerte de sus hijos.
El documental ilustra el homenaje conmemorativo que la Universidad de Syracuse rindió a los 35 alumnos desaparecidos, colocando sillas en el jardín exterior del campus con el número de los asientos que cada uno de ellos había ocupado en el trágico vuelo donde el 20 D -título del film- correspondió a Alexander Lowenstein.
La monumental obra constituye asimismo un tributo a la creación artística como resultado de la penosa experiencia atravesada por su humanitaria autora. El sueño de la escultora es donar su trabajo deseando que sea instalado en un sitio prominente para que pueda ser visitado por mucha gente de diferentes lugares del mundo; al propio tiempo expresa que su escultura es un homenaje realizado a todas las víctimas del terrorismo.
Dicho lo que antecede es difícil permanecer indiferente contemplando el conmovedor film de Campbell.
Eliades Ochoa – De Cuba para el Mundo (Cuba)
La directora Cynthia Biestek transporta al espectador en un viaje musical hacia Cuba y a otros rincones del mundo centrando su atención en el remarcable guitarrista cubano Eliades Ochoa (1946-).
Perteneciente a una humilde familia de granjeros de Songo La Maya, cuyos padres sintieron una afinidad con la música, a los 6 años Eliades toca la guitarra prestada por su padre y se identifica de tal manera sintiendo una inconmensurable pasión por la misma. Cuando su familia se muda a Santiago de Cuba, su progenitor habiendo apreciado las condiciones innatas de su hijo le regala una guitarra con la que Eliades comienza a tocar en los bares locales acaparando la atención de los presentes. Así comienza una prodigiosa carrera donde en 1978 es invitado a liderar el Cuarteto Patria, un conjunto de la trova cubana creado en 1939. De allí en más siguen los triunfos con su participación en el Buena Vista Social Club que recupera y difunde la música cubana a través del mundo; además la célebre banda es invitada por el Presidente Obama en 2015 para tocar en la Casa Blanca. A todo ello los registros discográficos contribuyeron a cimentar su fama así como la edición del video animado “Píntate los labios María” sobre el tema musical de Ochoa que logró un resonante éxito. No menos importante ha sido su participación con el conjunto Afrocubismo conjugando la música africana con la cubana.
A través de materiales de archivo y entrevistas con familiares, colegas, amigos -entre ellos el actor Benicio del Toro, la cantante cubana Omara Portuendo y el productor musical Nick Gold- y el músico mismo se van conociendo aspectos inéditos hasta el presente; así se sabe que Ochoa rescató del anonimato al talentoso músico Compay Segundo (1907-2003) a la vez que participó en el Cuarteto Patria e integró también el Buena Vista Social Club.
La nota dramática del documental no está ausente cuando Ochoa relata que dando un concierto en Rotterdam se le comunica la muerte de su querido padre y que -cosas del destino- dos semanas después fallecería su hijo de 21 años de edad. Finalmente, el destacado guitarrista expresa que cuando muera desea ser enterrado en el cementerio de su pueblo natal y que con su sentido optimista visitando lo que será su tumba desea que sea colocado su clásico sombrero a un lado y su guitarra al otro con un epitafio en el que se lea “Estoy Como Nunca”.
Finalmente cabe mencionar extractos de las canciones cubanas entonadas donde además de Píntate los labios María, se encuentra entre otros títulos el célebre Chan Chan de Compay Segundo, Casa de la Trova, A Baracoa me voy, Mi Viejo Santiago, Siboney, Guantanamera y muchos más.
En esencia, Biestek con la valiosa colaboración del guionista y montajista Ian Padrón ha logrado un maravilloso documental no exento de melancolía para quienes han gozado desde largo tiempo atrás la belleza de la música popular cubana a través de uno de sus máximos representantes como lo fue y lo sigue siendo Eliades Ochoa.
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