Trabajadoras sexuales sin clientes en Chile
Trabajadoras sexuales sin clientes en Chile
A nosotras no nos va a matar el virus, sino este sistema, dicen
SANTIAGO DE CHILE, 11 ABR – Las trabajadoras y trabajadores sexuales en Chile se quedaron sin clientes desde que las autoridades sanitarias decretaron cuarentena obligatoria en varias comunas y toque de queda en todo el país. Mía, trabajadora trans ecuatoriana vive hace 4 años en Santiago, donde ahora cumple cuarentena total, contó al semanario The Clinic. “Vivo de lo que voy ganando, pero ahora no hay clientela y las personas que nos arriendan no esperan”, afirmó.
La presidenta de la Fundación Margen, Nancy Gutiérrez, explicó que la mayoría de las mujeres no pueden salir a trabajar ya que están sin clientela. Además, el Ministerio de Salud dejó de repartir preservativos porque se han concentrado en la pandemia.
“Las están echando de sus casas porque no tienen sustento para pagar”, alertó Gutierrez.
Nasaria, trabajadora sexual de Punta Arenas, lo confirma: “No tenemos ingresos de otros lados y estamos atadas de pies y manos. A nosotras no nos va a matar el virus, sino este sistema que hace que a fin de mes y no tengamos cómo pagar”. La mujer precisó que el trabajo hace tiempo “se puso muy lento y muy malo”, por lo que no hay capacidad de ahorro y tiene que “vivir el día a día”.
La Fundación Margen les recomendó acudir a las municipalidades, pero para ellas “es muy difícil que se asuman como trabajadoras sexuales en un lugar público porque las puertas se les cierran inmediatamente”.
Gutiérrez relató que en la Municipalidad de Santiago le pidieron una lista de nombres y sus direcciones. La Fundación recogió una veintena, lo que no llega ni a la mitad. Sólo en la Plaza de Armas hay 150 trabajadoras sexuales y otras 80 en la zona que bordea el rio Mapocho.
“La mayoría tiene miedo a entregar esta información. Hay compañeras que son migrantes”, por lo que desde Margen empezaron a recoger alimentos y los distribuyeron.
Mía relató que ha recibido apoyo también desde el sindicato Amanda Jofré y que ha sido importante además el respaldo mutuo entre las trans migrantes: “Las colombianas se están juntando, se preparan una o dos comidas al día”.
Hay mujeres que han seguido trabajando. La presidenta del sindicato Amanda Jofré, Alejandra Soto, explicó que las más jóvenes lo hacen a través de páginas web, desde donde las contactan los clientes. Aunque es una opción, no deja de ser arriesgado por las restricciones de desplazamiento y las probabilidades de contagio de Covid-19.
“Se ha hablado sobre las medidas -mascarillas guantes, alcohol y spray- para el que entra y un paño con cloro en el piso para limpiarlo”, detalló Mía. Precauciones que -dice- se repiten a menudo en el grupo de WhatsApp del sindicato. Detalló, además, que el tiempo de trabajo dedicado a los clientes no es el mismo de siempre y que han tenido que reducirlo.
Otra de sus preocupaciones ha sido la disponibilidad de vacunas contra la influenza. Desde hace 15 años, el sindicato hace las gestiones con el Ministerio de Salud para conseguirlas y proporcionarlas a las socias en sus espacios habilitados. “Se las facilitamos] a las compañeras que están en situación de riesgo por la influenza porque tienen mucho contacto con clientes, pasan frío por las noches y muchas viven con VIH/SIDA”, explicó. Después de varios correos, hace una semana el Minsal les entregó 100 vacunas aunque no fue una cantidad suficiente para el total de personas que la requerían: 120 socias.
También están contactándose con las trabajadoras seropositivas que acuden a triterapia, pues algunos servicios de salud han cancelado las horas para exámenes, interrumpiendo la entrega de medicamentos.
La población trans tiene una expectativa de vida de entre 40 y 45 años que, sumada a otro virus, podría aumentar la mortalidad si se interrumpe la triterapia y no se les entrega la vacuna antiinfluenza.
Comments (0)