Qhepakuy wasiykipi’, prevenir el coronavirus en lenguas indígenas
Qhepakuy wasiykipi’, prevenir el coronavirus en lenguas indígenas
Iniciativas de la sociedad civil en quechua, náhuatl o mapuche sustituyen a los Gobiernos de Latinoamérica que no informan en lenguas originarias sobre la covid-19
En medio de la crisis sanitaria por la covid-19, que ha golpeado fuertemente a países como Estados Unidos, Italia y España; Latinoamérica, que ya tiene más de 100.000 casos de coronavirus –según datos de la Universidad Johns Hopkins–, se encuentra a las puertas del peor momento de la pandemia, con escasos recursos, sistemas de salud aún sin preparación, en su mayoría, y sin políticas claras de prevención pensadas para toda la sociedad.
Uno de los sectores que menos información ha recibido sobre el coronavirus en la región es la población indígena, que representa el 10% de todos sus habitantes, casi 29 millones de personas, según el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Actualmente existen en Latinoamérica 522 pueblos indígenas desde la Patagonia al norte de México que emplean 420 lenguas distintas, de las cuales 103 (el 24,5%) son idiomas transfronterizos que se utilizan en dos o más países.
Qhepakuy wasiykipi, significa “Quédate en tu casa” en quechua, la lengua indígena más hablada en Bolivia y Perú. Ante la falta de recomendaciones y advertencias de los Estados en lenguas originarias, las iniciativas ciudadanas han surgido como alternativa para mantener a las comunidades informadas sobre el coronavirus. Aunque también existen algunos esfuerzos gubernamentales, como el realizado por el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas del Gobierno de México, entre otros, que ha dedicado una página completa para la difusión de material gráfico y de audio para llegar a las distintas etnias del país norteamericano.
Cuando le cancelaron las clases en la Universidad de Sucre (Bolivia), Cristian Choque, estudiante de nutrición y dietética, volvió a Mojocoya, su comunidad, a 150 kilómetros de distancia de la capital, para ayudar a sus papás a trabajar en la producción de papa, trigo, maíz, entre otros productos agrícolas. En medio de la conversación con su familia tocaron el tema del virus. “Mi tío nos dijo que había visto el coronavirus, que era un tipo de bichito. ‘Tenía forma de corona y lo maté fácilmente, qué nos va a hacer”, recuerda el joven de 20 años.
Choque se dio cuenta que muchas personas, al igual que su tío, estaban desinformadas. Se preocupó y sintió una “gran impotencia”. Ante la prohibición de hacer reuniones multitudinarias, al joven se le ocurrió grabar un video informativo en su lengua materna para que sus coterráneos puedan entender el concepto del coronavirus.
Lo difundió a través de sus grupos en Whatsapp y desde su publicación, el 27 de marzo, el video tiene más de 126.000 reproducciones y fue compartido más de 5.000 veces. “El mismo personal de salud lo empezó a reproducir y la gente comenzó a cuidarse más. El Gobierno municipal cerró las vías que conectan a este departamento con otras ciudades para que las personas no puedan acceder y estemos más aislados”, afirma el estudiante.
Similares a la idea de Choque, han surgido otras iniciativas ciudadanas desde otros países y otras lenguas. Como el video en idioma guaraní del suboficial de la Policía de Misiones, Luis Colman, que fue divulgado inicialmente en redes sociales y después recogido por la Secretaría de Políticas Lingüisticas de Paraguay, que a la fecha contabiliza 67.000 reproducciones y fue compartido casi 2.000 veces. En otras lenguas, como el mapuche, también se han elaborado contenidos de radio a través de páginas web de activistas para la difusión entre la comunidad que representa a esta etnia.
“Estos nuevos tiempos de crisis están regresándonos a momentos en los que resurge un pensamiento cooperativo. No solo me cuido a mí por mantenerme a salvo, sino también por cuidar a los demás. Hay un sinfín de iniciativas ciudadanas de diferente índole tanto en el campo y la ciudad ocupándose de diseminar la información”, explica a Verne Luis Enrique López, sociolingüista especializado en educación intercultural bilingüe.
Abel Barrera Hernández, director del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, en Tlapa –en el sur de México–, trabaja desde hace tres semanas, a través de las radios comunitarias, en la difusión de mensajes de prevención contra el coronavirus en mixteco, tlapaneco y náhuatl. Explica que la situación en la montaña del Estado de Guerrero, donde al menos 19 municipios permanecen confinados, es precaria. Afirma que el agua no es suficiente para realizar el lavado de manos permanente, ya que es temporada de sequía y hay que acarrearla desde lejos.
“Aparte del agua, no tienen recursos, porque dependen de las remesas que llegan de Estados Unidos. Los jóvenes que están allá no están trabajando por el aislamiento. No podemos desplazarnos a las comunidades porque sería poner en riesgo la salud de todos. Estamos tratando que a través de estos mensajes en su propia lengua, se pueda socializar cómo tienen que hacer los cuidados y organizarse para hacer menos cruenta la llegada de esta pandemia”, cuenta Hernández.
Hernández lamenta que la muerte de 13 indígenas migrantes en Nueva York debido a la covid-19, la mayoría del pueblo Na’savi y de los municipios mixtecos, se haya convertido en un factor de conciencia para la prevención. “No es cualquier gripa, cualquier tos, estamos hablando de daños irreversibles”, agrega Hernández.
De acuerdo con datos de la publicación El Etnólogo: Lenguas del Mundo, un informe del Instituto Lingüístico del Mundo, e información del Atlas Sociolingüistico de Pueblos Indígenas en América Latina, las lenguas indígenas con más hablantes son el quechua, con 14 millones aproximadamente, el guaraní, alrededor de 11 millones, y el aimara, con un poco más de tres millones, seguido por el náhuatl, con más de dos millones, y el idioma maya yucateco, con más de un millón. Ante la importancia de estos números, López es contundente cuando afirma que ha habido un descuido generalizado desde México hasta Tierra del Fuego con relación a la situación de los pueblos indígenas, incluso en países como Perú que, a pesar de todo, ha tenido una “buena reacción”. Uno de los grandes problemas, según el especialista, es que la información que se proporciona son traducciones de mensajes del castellano que no son culturalmente adecuados.
“Muchos indígenas están volviendo a sus lugares de origen para protegerse precisamente del coronavirus que afecta más en los ambientes urbanos. En vez de decir ‘Quédate en casa’, deberíamos decir ‘vete a tu chacra’, ‘vete a tu chaco’, ‘protégete en tu territorio’, porque el quédate en casa es un buen mensaje para la ciudad, pero quién sabe si están mejor protegidos en sus territorios, entonces hay que hacer un esfuerzo más cultural que lingüístico como base para luego tener buenos mensajes”, añade López.
Agustín Panizo, lingüista y exdirector de Lenguas Indígenas del Ministerio de Culturas de Perú, le explica a Verne que ante una situación como la que se nos presenta hoy, los países de Latinoamérica tienen que desarrollar estrategias muy claras para no caer en una tragedia extensa de desaparición de los pueblos indígenas por la situación de vulnerabilidad en la que se encuentran. “En este momento, los países de América Latina tienen que pasar a una tarea muy urgente y prioritaria de protección de los pueblos indígenas para que no sean devastados por esta enfermedad”, finaliza.
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