Trump lanza campaña de desprestigio contra el epidemiólogo Fauci
Trump lanza campaña de desprestigio contra el epidemiólogo Fauci
La Casa Blanca circula un dosier para minar la credibilidad de su principal experto en covid-19.
En medio de uno de los momentos más críticos en la lucha contra el coronavirus, la Casa Blanca ha optado por lanzar toda una campaña de desprestigio contra el epidemiólogo Anthony Fauci, director nacional del Instituto sobre Alergias y Enfermedades Infecciosas (Niaid) y, hasta ahora, una de las voces más respetadas en los esfuerzos por controlar el avance de la pandemia en Estados Unidos.
El asalto contra Fauci lo inició el propio presidente estadounidense, Donald Trump, la semana pasada, durante una entrevista con la cadena Fox en la que dijo que si bienFauci era un “buen tipo”, había cometido “muchos errores” en el manejo de la crisis.
A lo largo de este fin de semana, asesores de Trump se encargaron de distribuir a los medios de comunicación un “dosier” de los supuestos errores cometidos por el doctor.
En su mayoría, se trata de declaraciones públicas a lo largo de los seis meses que van desde que el virus aterrizó en el país.
Entre ellas, unas de enero de este año, cuando Fauci dijo que los estadounidenses no debían estar preocupados por el virus y que los tapabocas no eran la panacea para detener la enfermedad.
El simple hecho de que la Casa Blanca enviara a los medios esta recopilación de citas de Fauci sorprendió a más de uno, pues se trata de un ataque contra un funcionario que se supone trabaja para el mismo equipo.
Pero aún más llamativo fue la manera como construyeron el ataque: omitiendo frases y sacando de contexto otras.
Cuando Fauci indicó a finales de febrero que el riesgo era muy bajo, también añadió que era una situación que podía cambiar de manera súbita. En el caso de las máscaras, Fauci ha explicado que lo hizo porque querían evitar que un alza en la demanda por este tipo de dispositivos terminara impactando la disponibilidad de tapabocas en los hospitales del país, que era donde más se necesitaban en ese momento.
El doctor, además, ha reconocido que algunas de las primeras valoraciones que se hicieron sobre el virus terminaron siendo equivocadas precisamente porque se trata de una enfermedad desconocida y frente a la que es necesario adaptarse.
La disputa entre Fauci y la Casa Blanca no es nueva. De hecho, el presidente lleva más de un mes sin hablar con el doctor. Trump, al referirse al tema este lunes, dijo que si bien estaba en desacuerdo con Fauci en algunas cosas, mantenían una buena relación.
Ha reconocido que si no interviene, lo que sigue será
aún peor
En gran medida, Fauci se ha convertido en una piedra en el zapato para los planes de Trump, que está enfocado en la recuperación económica del país y con un ojo puesto en las elecciones presidenciales de noviembre próximo.
Pero la situación empeoró en las últimas dos semanas tras el incremento exponencial del virus en el país. La cifra de contagiados ya va en más de 3 millones y medio, y el país ha comenzado a sumar unos 60.000 casos diarios. Y aunque los datos de mortalidad no están en los niveles que se alcanzaron en abril, han comenzado a subir nuevamente y llegan a los 800 decesos por jornada.
Fauci, al igual que otros expertos, atribuyen este nuevo tsunami a la decisión de muchos estados de reactivar sus economías de manera prematura.
Y, en gran parte, se trata de estados sureños cuyos gobernadores republicanos acataron la línea de Trump y hoy están contra la pared. En particular Texas, Florida y Arizona, donde las camas en los hospitales ya no dan abasto.
El doctor, además, no le ha temblado la voz para contradecir a Trump. Cuando el presidente dijo que Estados Unidos era líder mundial en la batalla contra el coronavirus, el científico aclaró que, en comparación con otros países, la situación no era la mejor. Lo mismo hizo luego de que Trump sugirió que el descenso en el número de muertos indicaba que el virus estaba en retirada.
Para rematar, de acuerdo con una encuesta del New York Times, la credibilidad de Fauci es muy superior a la de Trump en lo que se refiere al coronavirus (67 vs. 26 por ciento). Algo que tampoco le agrada al presidente.
La pelea se puso más aguda la semana pasada, cuando Fauci comenzó a presionar para que algunos estados vuelvan a la cuarentena. En represalia han sido canceladas todas sus intervenciones públicas.
Pero como dice Peter Hotez, del departamento de medicina en la Universidad de Baylor, Fauci ni piensa renunciar ni se quedará callado. “Ha reconocido que si no interviene, lo que sigue será aún peor”, afirma Hotez, que lo conoce desde hace varias décadas.
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