Seúl, Tokio y la esclavitud sexual
Seúl, Tokio y la esclavitud sexual
Un fallo reaviva indignaciones de la Segunda Guerra Mundial
TOKIO, 10 ENE – Las tensiones y los rencores que nunca han amainado entre Corea del Sur y Japón, debido a los acontecimientos vinculados a la Segunda Guerra Mundial, ni siquiera en medio de la actual emergencia sanitaria mundial, vuelven a la superficie.
Un tribunal de Corea del Sur dio lugar esta semana al reclamo de 12 mujeres coreanas, obligadas a trabajar como “esclavas sexuales” para el ejército imperial japonés durante la ocupación japonesa, y ordenó a Japón que indemnice a cada una de ellas con una suma de 100 millones de wones, el equivalente a 75 miles de euros.
La diplomacia de Tokio se agitó, llamando urgentemente al embajador de Seúl y calificando la sentencia del juez como “absolutamente inaceptable”.
El primer ministro japonés, Yoshihide Suga, explicó a la prensa que el juez coreano no tuvo en cuenta la “inmunidad estatal”, el principio legal según el cual a partir del derecho internacional, un país soberano no está sujeto a la jurisdicción de otro estado.
Suga también dijo que la sentencia desconoce la firma del tratado bilateral de 1965, en conjunto con el inicio de la normalización de las relaciones diplomáticas entre los dos países, que se encargó de resolver los asuntos que permanecieron abiertos durante el período colonial de la península, entre 1910 y 1945, y que también se refería al de las llamadas “mujeres de consuelo”.
El término es utilizado por los historiadores para definir a las aproximadamente 200 mil mujeres en su mayoría surcoreanas, pero también a chinas, filipinas e indonesias, reducidas a un estado de esclavitud sexual durante la ocupación del ejército japonés.
Japón no niega la trágica historia, pero tiende a reducir su alcance.
Ciertamente, la administración del ex primer ministro conservador Shinzo Abe nunca ha sido conciliadora con las repetidas solicitudes de Seúl de una disculpa formal por el pasado histórico de Japón.
El propio Abe firmó en 2015 un acuerdo con la entonces presidenta Park Geun Hye, decidiendo la asignación de un fondo de mil millones de yenes (equivalente a 7,5 millones de euros) como contribución a las mujeres sobrevivientes y sus familias, para resolver el problema de forma “definitiva e irreversible”.
El nombramiento del presidente coreano Moon Jae In, sin embargo, había provocado viejas animosidades en esa sección del electorado que nunca ha visto la Tierra del Sol Naciente como un ejemplo de moralidad.
Prueba de ello son las aproximadamente 140 estatuas alrededor del mundo que representan a mujeres jóvenes, financiadas por fundaciones y grupos cívicos coreanos que continúan irritando a Tokio, exacerbando las relaciones diplomáticas y comerciales entre las dos naciones.
El jefe de gabinete, Katsunobu Sato, dijo que Japón no apelará la sentencia porque al hacerlo reconocería la autoridad judicial de Seúl, mientras que se espera otra demanda en Seúl para el próximo miércoles, que involucra a 20 mujeres y pretende una compensación aún más sustancial.
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