EL EJERCICIO, ES UNA DE LAS ARMAS MÁS POTENTES PARA REDUCIR LA PRESIÓN ARTERIAL
EL EJERCICIO, ES UNA DE LAS ARMAS MÁS POTENTES PARA REDUCIR LA PRESIÓN ARTERIAL
Por Fernando Umbides. Buenos Aires, Argentina
¿A cuánta gente conocemos con la tensión arterial alta? Puede que hasta nosotros mismos la tengamos y que aún no lo sepamos, ya que no suele dar síntomas. Se trata de una enfermedad que es más frecuente a partir de los 40 años. Cuando la presión arterial se sitúa por encima de los 140/90 mm/Hg puede anunciarse en forma de dolor de cabeza matutinos, sangrado de nariz, alteraciones en la visión, silbidos en los oídos y ritmos cardíacos irregulares, según la Organización Mundial de la Salud. Controlar estas cifras es esencial para prevenir la aparición de problemas de salud.
Es por esto que recomiendo realizar ejercicio físico para reducir las cifras de presión arterial y evitar todas las consecuencias que la hipertensión produce en la salud. Hasta ahora los consejos sobre el ejercicio que debía realizarse se centraba, más que nada, en la cantidad de ejercicio que debía realizarse a la semana. Sin embargo, una investigación que se publica en Journal of Preventive Cardiology, la revista de la Sociedad Europea de Cardiología, ha analizado 34 estudios para personalizar el tipo de ejercicio que hay que realizar en función de los niveles de presión arterial de cada individuo, ya tengan hipertensión, presión arterial algo alta o normotensión, para mejorar sus cifras.
El ejercicio físico previene el envejecimiento prematuro del sistema vascular. Las arterias están dotadas de musculatura propia. Por tanto, ejercitarse regularmente permite entrenar a las arterias y que respondan mejor a los cambios de flujo arterial. Cuando el sistema circulatorio trabaja con una presión arterial adecuada, los vasos sufren menor daño y el corazón puede bombear con menor resistencia.
¿CÓMO SE PUEDE REDUCIR LA TENSIÓN ARTERIAL CON EL EJERICIO?
Además de reducir la sal, realizar una alimentación equilibrada, no fumar, gestionar adecuadamente el estrés, realizar un descanso suficiente y reparador, y no consumir alcohol, el ejercicio es una de las armas más potentes con las que contamos para reducir la presión arterial. Reduciendo la presión arterial podemos reducir el riesgo de infarto, de ictus y de muerte cardiovascular. Se trata de mantener la actividad física para obtener beneficios, tal y como recomienda la OMS en sus últimas recomendaciones, que aconseja realizar ejercicio cardiovascular y de fuerza del tipo que más nos motive, y alcanzar, por lo menos, 150 minutos a la semana.
Resumiendo, combinar ejercicios de resistencia cardiopulmonar y de resistencia muscular es la receta adecuada para cuidar la presión arterial y, en definitiva, la salud. Los beneficios son significativamente mayores cuando los programas son supervisados. Esto pone de manifiesto el papel de los profesionales de la actividad física en la supervisión de la adaptación y progresión de los programas. El hecho de tratarse de programas individualizados hace prioritario que se tengan en cuenta la edad, el sexo, el grado de preparación física-mental, los objetivos, etc., además de ir adaptándolos en tiempo, intensidad, duración y progresión.
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