Pandemia en América Latina, una región que transita entre la reapertura y las restricciones
Pandemia en América Latina, una región que transita entre la reapertura y las restricciones
El panorama de las medidas contra el COVID-19 varía mucho. Un vistazo a la situación en algunos países de la región.
Brasil es el tercero en la lista de países más afectados por el coronavirus según el ranking de la Universidad Johns Hopkins, uno de los principales referentes internacionales en el seguimiento del COVID-19. El número de decesos lo sitúa incluso en segundo lugar, con más de 436.000. Aunque la tensión parece ceder un tanto, la situación sigue siendo alarmante. Pese a ello, ya en abril, Sao Paulo y Río de Janeiro fueron noticia con la reapertura del comercio, aunque con limitaciones.
La situación en cuanto al desarrollo de la pandemia es bastante dispar en América Latina, e incluso entre las regiones de cada uno de los países. Por eso, la mayoría ha optado también por planes graduales de reapertura, atendiendo a la evolución local de los indicadores epidemiológicos más relevantes. Es un difícil acto de equilibrismo, en el que se intenta restablecer cierta normalidad, sin arriesgar demasiado. Y manteniendo en lo sustancial las normas básicas de uso de mascarillas, distanciamiento social e higiene.
En México, por ejemplo, donde se han registrado más de 220.000 muertes, se implementó un sistema de semáforo, de acuerdo con el cual se aplican las restricciones, mientras avanza la vacunación, con más de 26 millones de dosis aplicadas. La capital mexicana vive ahora su segunda semana con semáforo amarillo, ante la disminución de casos graves que hayan requerido hospitalización.
Allí, la ocupación hospitalaria llegó a su nivel más bajo desde el inicio de la pandemia, según las autoridades. En consecuencia, hay más alivio. Los restaurantes podrán abrir una hora más, hasta las 11 de la noche, con límites de comensales en el interior. Desde el 17 de mayo, se permite también realizar eventos de entretenimiento y teatro en espacios cerrados. Los comercios y las salas de cine pueden funcionar con un aforo del 40%.
Segunda y tercera ola
Colombia, en cambio, pasa por un momento muy complejo y se habla ya de la tercera ola de esta pandemia en el país. El 15 de mayo se confirmaron 18,873 nuevos casos de COVI-19, mal que ha cobrado más de 81,000 vidas a los colombianos. En Bogotá, la alcaldía dispuso extender el toque de queda hasta el 18 de mayo, desde las 11 de la noche hasta las 4 de la madrugada. Pero todos los establecimientos pueden prestar sus servicios hasta las 10 de la noche. En Colombia, se han administrado ya más de 7,5 millones de vacunas.
En Argentina, por otra parte, con más de 71,000 muertos, el coronavirus tampoco da gran tregua, aunque ya hay más de 10 millones de dosis de vacunas aplicadas. Aún se atraviesa la segunda ola. Para aplacarla, el Gobierno determinó medidas que regirán hasta el 21 de mayo. Entre ellas se incluye la prohibición de viajes grupales y turísticos. También se suspendieron actividades y reuniones sociales de más de diez personas en domicilios particulares, en todo el país. Las actividades económicas, industriales, comerciales y de servicios “podrán realizarse en tanto posean un protocolo de funcionamiento aprobado”, pero se restringe “el uso de las superficies cerradas, autorizándose, como máximo, el uso del 50% de su capacidad”, según el anuncio oficial.
Aparte de eso, Argentina diferencia cuatro tipos de zona de riesgo epidemiológico y sanitario, donde las medidas pueden matizarse. En Buenos Aires, este 18 de mayo está restringida la circulación desde las 8 de la noche hasta las 4 de la mañana. Los centros comerciales están cerrados y la gastronomía solo puede atender al aire libre, hasta las 7 de la noche. Las actividades culturales y deportivas están suspendidas en espacios cerrados.
Prórroga y levantamiento de restricciones
Perú, en tanto, sigue enfrentado un alto nivel de propagación del coronavirus, que ha dejado ya más de 66.000 muertos. En consecuencia, el Gobierno prolongó hasta el 30 de mayo las restricciones de movilidad en el país, que distingue zonas según el riesgo sanitario. Lima y Callao han sido clasificados como “zona de alerta muy alta”, lo que implica un toque de queda desde las 9 de la noche hasta las 4 de la madrugada, entre otras cosas. De lunes a sábado, los supermercados y las tiendas de abarrotes están abiertos al 50% de su aforo, y los restaurantes al 40%. En Perú, ya se han inyectado más de 2,6 millones de dosis de vacunas.
En Chile, por otro lado, la campaña de vacunación comenzó con gran agilidad, aunque luego perdió algo de impulso. Pese a las más de 16,5 millones de dosis aplicadas, la pandemia sigue sin superarse. También en este país, que registra cerca de 28.000 decesos, se ha elaborado un sistema de etapas variables, según la evolución de la pandemia. En Santiago, rigen diferentes normas, según la fase en que se encuentre cada comuna, la más severa de las cuales contempla un confinamiento. A nivel nacional, se mantiene un toque de queda desde las 10 de la noche a las 5 de la mañana. Y, durante el mes de mayo, permanecerán cerradas las fronteras nacionales, salvo para casos de excepción.
Ecuador, otro de los países fuertemente golpeados por el COVID, que ha dejado allí casi 20.000 muertos, se apresta en cambio a relajar restricciones de alcance nacional. Según anunció el presidente del Comité de Operaciones de Emergencia Nacional, no se solicitará un nuevo estado de excepción al Gobierno, de manera que el toque de queda y el confinamiento, focalizados en 16 provincias, terminarán este jueves 20 de mayo del 2021. Los municipios tendrán entonces que decidir sobre la adopción de medidas restrictivas locales, como regulaciones de aforos para activades económicas y comerciales, o la apertura de la gastronomía.
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