México a las urnas, ahora por la corrupción

México a las urnas, ahora por la corrupción

Mexicanos nuevamente a las urnas. ¿Enjuiciar o no a expresidentes?

Para oposición, la iniciativa oficial es un “circo de distracción”

CIUDAD DE MEXICO, 03 JUL. – México se prepara otra vez para ir a las urnas después de las accidentadas elecciones del 6 de junio pasado, precedidas por las campañas más sangrientas de la historia reciente del país, esta vez para consultar a la gente si se debe enjuiciar a expresidentes que incurrieron en actos de corrupción.
Sin embargo, el referéndum que será organizado por el Instituto Nacional Electoral (INE), la máxima autoridad en la materia, y cuya pregunta fue replanteada por la propia Suprema Corte, para eliminar los nombres de los exmandatarios y hacer más vago el cuestionamiento, no despierta el mismo entusiasmo de los comicios intermedios.
Al contrario, analistas y opositores han mostrado un fuerte rechazo contra este ejercicio al considerar que se trata de una especie de “circo distractor” que busca tender “una cortina de humo” sobre los temas más urgentes de la agenda nacional, en especial la violencia y la pandemia de Covid-19.
El partido gobernante Movimiento de Regeneración Nacional (Morena, centroizquierda) acusó al INE de organizar la consulta, prevista para el 1 de agosto próximo, con un “bajo perfil” y con el ánimo de boicotearla, al instalar sólo 57.000 mesas electorales, tres veces menos que las 162.000 de las votaciones de hace un mes.
Morena vaticinó que esto “va a mermar la participación de los ciudadanos a votar” y llamó a “corregir” los planes, porque la consulta “debe ser idéntica” a los comicios, de la misma calidad que el proceso electoral”.
Adicionalmente, el representante de Morena ante el Consejo General del INE, Sergio Gutiérrez, cuestionó que sólo se dediquen 17 días a promover el referendo y propuso que comience desde ahora a publicitarse.
Asimismo, señaló que se aprecia una gran lentitud en los preparativos y ni siquiera se han designado los representantes de los partidos en los puestos de votación.
El INE se defendió señalando que el Congreso no le autorizó los fondos suficientes para organizar este ejercicio. Representantes de las principales fuerzas opositoras, Acción Nacional (PAN, derecha) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD, izquierda) acusaron al oficialismo de “mentirle a la gente” con una consulta que “será para juzgar a exmandatarios, con una vaga redacción”.
“Morena quiere crear un circo. Por qué no juzgan a los culpables de tantos asesinatos en el país, del desabasto de medicinas para niños con cáncer. Eso sí debería darles vergüenza”, señaló el representante del PAN ante el INE, Hugo Sondón.
“Si tuvieran indicios de corrupción, ya hubieran presentado las pruebas ante la autoridad”, señaló por su parte el representante del PRD, Angel Avila.
La oposición también ha cuestionado el alto costo de este proceso, estimado en unos 26 millones de dólares, el cual será vinculante sólo si acuden a las urnas más del 40% del censo de votantes (unos 95 millones), por lo que sería necesario que 37 millones de personas sufragaran, lo cual es considerado un verdadero desafío.
Los votantes podrán cruzar en las papeletas un cuadro que diga “sí” o que diga “no”, pero muchas personas podrían abstenerse de acudir a votar, por el desgaste que significaron las pasadas campañas previas a las elecciones de medio término y porque muchos creen que la pregunta es “absurda”.
“No se puede votar a favor de que el gobierno cumpla la ley. Eso es francamente inútil y tonto”, señaló a ANSA Javier, un contador de la ciudad de México, de 43 años.
“Es como si yo le dijera a mis hijos que votaran a favor de que les pague la colegiatura, cuando es mi obligación”, señaló en tono de mofa.
Los expresidentes que podrían ser enjuiciados son Carlos Salinas, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, que han gobernado al país en períodos sucesivos de 6 años desde 1994 hasta el 2018.
Sin embargo, algunos expertos creen que se trata de un “traje a la medida” para el expresidente Carlos Salinas o Felipe Calderón, contra quienes López Obrador suele lanzar dardos envenenados con mucha frecuencia.