México: Una mayoría contra los inmigrantes
México: Una mayoría contra los inmigrantes
Son más los que rechazan que los que aceptan extranjeros, sondeo
CIUDAD DE MEXICO, 10 SET – La avalancha de migrantes que satura centros de detención en diversas zonas del país, y ciudades enteras de la frontera sur y norte, ha aumentado el sentimiento de rechazo hacia los extranjeros en México, donde la mayoría de la gente quiere que sean deportados.
Una encuesta levantada por el diario Reforma arrojó que el 46% está a favor de retenerlos donde estén y luego repatriarlos, mientras que el 11% incluso quiere que se les impida la entrada al país y solo el 37% está a favor de permitirles el paso.
Pese a la política de contención de México, acusado de hacerle el “trabajo sucio” a Estados Unidos y de las deportaciones “express” realizadas por medio de vuelos casi diarios a Centroamérica, la presencia de foráneos, ya no solo centroamericanos sino también haitianos, cubanos y venezolanos, es cada vez mayor en el país.
El sondeo revela que el 67% de los mexicanos, una cifra aún más grande que la de quienes rechazan la presencia de los foráneos sin papeles, cree que estos afectan la disponibilidad de empleos, el 69% sostiene que impacta la calidad de los servicios públicos y 70% la seguridad pública. Otra cifra también abrumadoramente mayoritaria (87) considera que la cantidad tan alta de extranjeros en México “dificulta el control de la pandemia del Covid-19”.
Otra de las conclusiones del relevamiento señala que los mexicanos están divididos sobre la forma en que el gobierno del presidente Andrés López Obrador está manejando el tema de la nueva oleada de migrantes, a raíz de la llegada al poder del mandatario estadounidense Joe Biden. Así el 44% estima que la gestiona “mal o muy mal” y solo el 38% estima que lo hace de manera correcta.
Para el 69% de los mexicanos, es decir, casi dos tercios, el tema migratorio en el país latinoamericano se está convirtiendo en algo “muy grave, mientras que el 81% piensa que las personas sin documentos que pisan territorio mexicano están altamente expuestos al crimen organizado. Una pregunta muy elocuente del estudio de opinión que demuestra en forma real el sentimiento de los mexicanos hacia los migrantes es sí le daría asilo temporal en su hogar, a la que el 72% dio una lapidaria respuesta negativa.
En cambio, el 63% se mostró dispuesta a darles una ayuda monetaria en las calles y el 39% a darles trabajo en su casa o negocio, aunque el 57% dijo que no haría esto último. El analista mexicano León Krauze alertó hace unos días en el diario The Washington Post que “hay una crisis inminente en el sur de México” de violencia y racismo a raíz de las cuatro nuevas caravanas surgidas en las últimas semanas, similares a las primeras que se registraron desde octubre de 2018.
“En los últimos días, algunos videos de periodistas y activistas que cubren una caravana de inmigrantes en el estado de Chiapas presagian lo grave que podría llegar a ser”, afirmó el comentarista político, en referencia a escenas donde policías migratorios golpean y patean inclusive en la cabeza a haitianos y centroamericanos.
“Estas imágenes dolorosas confirman el giro del gobierno mexicano hacia una estrategia de disuasión total de los extranjeros a instancias del gobierno de Estados Unidos”, señaló Krauze, recordando que cuando ganó las elecciones en 2018 el presidente Andrés López Obrador prometió proteger a los inmigrantes. Eunice Rendón, activista y experta en el tema, señaló que el mandatario “ha entendido la cooperación con Estados Unidos solo desde el punto de vista de la militarización y la represión”. Carlos Bravo, del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), se pregunta “cómo hacemos para tener la conciencia nacional tranquila cuando nuestro gobierno maltrata a los migrantes centroamericanos como nunca admitiríamos que el gobierno de otro país maltratara a los mexicanos”.
Bravo también lamenta la “indiferencia social respecto a lo que está pasando en la frontera sur” y dice que la sociedad mexicana “está transigiendo con una política que debería resultarle inaceptable”. Diversas voces han acusado al gobierno de empujar a algunas ciudades como Tapachula, la principal de la frontera sur de México, o Tijuana y Matamoros, en los límites con Estados Unidos, a ubicarse en el umbral del colapso por la continua afluencia de solicitantes de asilo centroamericanos y caribeños.
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