NO TIME TO DIe. Gran Bretaña-Estados Unidos, 2021. Un film de Cary Joji Fukunaga. 163 minutos
NO TIME TO DIe. Gran Bretaña-Estados Unidos, 2021. Un film de Cary Joji Fukunaga. 163 minutos
Por Jorge Gutman
Después de varias postergaciones debido a la pandemia finalmente se ha estrenado este film que ha creado enorme expectativa en la medida que es la quinta y última vez que Daniel Craig personifica a James Bond. El realizador Cari Joji Fukunaga y sus co-guionistas Neal Purvis, Robert Wade y Phoebe Waller-Bridge han tratado de enlazar algunos de los personajes y situaciones de los cuatro filmes precedentes (Casino Royale, Quantum of Solace, Skyfall, Spectre) en que intervino Craig aunque no satisfactoriamente cohesionados.
En su comienzo se observa a la psiquiatra Madeleine Swan (Léa Seydoux) quien haciendo un alto en su trabajo está visitando Italia con su enamorado, el ahora jubilado James (Craig); allí él aprovecha la oportunidad para visitar la tumba de Vesper (Eva Green) quien fuera su gran amor. Cuando en forma inesperada Bond es objeto de una emboscada por parte de sus enemigos de los cuales logra salir ileso, él cree que Madeleine estuvo implicada en esa trampa y es por ello que la deja, quebrándose de ese modo el vínculo sentimental.
Inmediatamente la acción se traslada 5 años después, donde Bond se encuentra en Jamaica disfrutando de su retiro cuando allí es abordado por su amigo Felix Leiter (Jeffrey Wright) quien es un funcionario de la CIA; él le pide que lo ayude a localizar a Valdo Obruchev (David Dencik), un científico que ha sido secuestrado en Londres mientras estaba trabajando en un arma biológico que de llegar a manos inescrupulosas puede resultar letal. Si bien Bond se muestra reluctante en volver a la acción finalmente acepta el desafío.
Sin entrar a considerar detalles adicionales de la entreverada trama, se puede anticipar que el relato incorpora nuevos personajes, como el de Paloma (Ana de Armas), una agente de la CIA que trabaja con Leiter; Nomi (Lashana Lynch), la nueva agente 007 que reemplazó a Bond y con quien habrá de colaborar en la misión asignada y el gran mortuorio villano de esta historia llamado Lyutsifer Safin (Rami Malek) con quien el ex 007 deberá enfrentarse. Asimismo, entre los rostros ya conocidos se encuentran Moneypenny (Naomie Harris), el experto en tecnología Q (Ben Whishaw) -ambos grandes aliados de Bond-, M (Ralph Fiennes), el jefe del M16, y Ernst Blofeld (Christoph Waltz) que como eterno enemigo de Bond sigue ejerciendo un poder maléfico a pesar de estar encarcelado.
El realizador ofrece un relato irrealista y de excesiva duración que típicamente se asocia con el género de acción y aventura desenfrenada; es así que abundan las persecuciones automovilísticas -una de las mismas a través de los bosques noruegos-, luchas armadas de cuerpo a cuerpo, como también unas escenas climáticas muy bien logradas que tienen lugar en una isla ubicada entre Rusia y Japón. Ciertamente es admirable contemplar las espectaculares secuencias acrobáticas de Bond adquiriendo la faceta de un super héroe que siempre logra salvar su pellejo; sin embargo, solo en los escasos momentos intimistas queda reflejada la naturaleza emocional del protagonista -muy bien caracterizado por Craig- como un ser vulnerable, dolorido y torturado como consecuencia de experiencias pasadas.
Esencialmente No Time to Die es un capítulo menor de esta saga que parcialmente trasciende por sus notables valores de producción y por la excelente actuación de Craig que dota a su personaje la dosis de humanidad necesaria para generar empatía, sobre todo en su inesperado desenlace. Sin duda alguna, el film atraerá a los millones de fieles del celebrado personaje quienes en procura de entretenimiento saldrán satisfechos al no atribuirle importancia a la poca verosimilitud y consistencia de su contenido.
Con la despedida de Craig, quien junto a Sean Connery y Pierce Brosnan ha sido el mejor Bond durante los últimos 15 años, queda el enigma por saber quién asumirá y cuál será la personalidad del nuevo 007. Será cuestión de esperar.
THE RESCUE. Estados Unidos-Gran Bretaña, 2021. Un documental de Elizabeth Chai Vasarhelyi y Jimmy Chin.
Este remarcable documental, que merecidamente logró el premio del público en el reciente festival de Toronto, demuestra la grandeza del espíritu humano reflejada en el extraordinario apoyo solidario brindado en situaciones límites.
En esta histórica saga real se narra el drama vivido por 12 niños, entre 11 y 16 años, y su entrenador de fútbol cuando en junio de 2018 después de una práctica deportiva se introducen en la cueva Tham Luang Nang Non -ubicada en el norte de Tailandia- quedando atrapados por las torrenciales lluvias que la inundan de agua.
Los directores y esposos Jimmy Chin y E. Chai Vasarhelyi, quienes con Free Solo obtuvieron en 2019 el Oscar al mejor documental, han vuelto a reafirmar su gran talento mostrando los diferentes aspectos que caracterizaron a la heroica misión de rescate. Aunque de antemano se conoce el desenlace de esta historia, este absorbente documental genera una sensación de angustia inigualable y considerable suspenso a lo largo de su desarrollo.
Para contar la historia, los documentalistas se han valido de importante material filmado por quienes han participado en el rescate en donde 5000 tailandeses estuvieron directa o indirectamente involucrados. Eso se ha complementado con entrevistas a numerosas personas, incluyendo miembros del ejército y de la armada naval tailandesa, políticos del país y veteranos de la fuerza americana de pararescate. Además, el documental ilustra la llegada de reporteros a Tailandia procedentes de diferentes países del mundo para cubrir el drama que se estaba viviendo.
En esa magna operación de socorro, donde actuando bajo presión se requiere mantener la calma y mente fría, resultan decisivas las acciones emprendidas por el británico Rick Stanton, un experto buceador de cuevas y jubilado bombero, su compatriota John Volanthen, el médico australiano Richard Harris, una devota enfermera actuando como traductora y la de los voluntarios buceadores.
Si bien en un principio es inmensa la alegría de haber podido localizar al grupo con vida, el gran obstáculo a superar fue el de poder llegar a ellos en medio de la tremenda inundación. En esa carrera contra el tiempo a medida que los días van transcurriendo, se aprecia la congoja y desazón vivida por parientes y pobladores de la zona donde muchos de ellos apelan a rituales religiosos pidiendo a los Dioses que salven las vidas de los atrapados.
A través de infatigables esfuerzos, los buceadores consiguen acercarse físicamente a los niños y sedándolos con la anestesia suministrada por el doctor Harris son transportados a lo largo del extenso túnel hasta alcanzar la superficie. Así, a través de un espacio de casi tres semanas de incertidumbre se llega a lograr que esa misión en principio imposible llegara a ser posible con el triunfal salvataje que repercutió mundialmente.
Los realizadores además de considerar el tema central del rescate han incluido antecedentes de los buceadores de cuevas y cómo surgió en ellos esta particular afición. A su vez, el film se valoriza por la remarcable fotografía de David Katznelson, Picha Srisansanee y Ian Seabrook y del estupendo montaje de Bob Eisenhardt.
En conclusión: The Rescue es un documental que además de su excelente realización resulta altamente inspirador ilustrando la generosidad de personas capaces de arriesgar su vida a fin de salvar la ajena. Decididamente ésta es una de las mejores películas del año.
THE MOST BEAUTIFUL BOY IN THE WORLD. Suecia, 2021. Un documental de Kristian Petri y Kristina Lindstrom. 94 minutos
Es encomiable comprobar a actores adolescentes desempeñarse en el cine con máxima naturalidad pero resulta interesante saber qué es lo que acontece cuando son adultos y llegan a una edad madura de la vida. Ese es el tema que Kristian Petri y Kristina Lindstrom han enfocado en The Most Beautiful Boy in the World, un logrado documental que ilustra el pasado y presente de Björn Andrésen. A los 15 años fue uno de los protagonistas del film de Luchino Visconti Muerte en Venecia (1971) basado en la novela de 1912 de Thomas Mann; ahí animó a Tadzio, un chico que genera una profunda obsesión en un compositor alemán interpretado por Dick Bogarde.
Para la realización de esa película considerada como uno de los grandes clásicos del cine, el realizador italiano efectuó una ardua búsqueda a fin de ubicar al protagonista ideal hasta que en el viaje que realizó a Suecia en 1970 llegó a conocer a Andrésen; al entrevistarlo se sintió deslumbrado por su angelical rostro al punto tal que ante la prensa lo presentó como “el más hermoso muchacho del mundo”. De allí en más, Björn, que en todo momento fue impulsado por su abuela materna para actuar en cine, llegó a convertirse en una celebridad cuando el film se estrenó en Londres en marzo de 1971 con la asistencia de la reina Isabel y su hija Ana y posteriormente al ser exhibido en el Festival de Cannes; su fama se extendió a Japón en donde él sirvió de inspiración para una historieta gráfica. De allí en más prosiguió una carrera en la música y en el cine siendo su última aparición en 2019 en la película Midsommar pero la fama instantánea del menor de entonces quedó esfumada medio siglo después.
Los cineastas dedicaron 5 años para efectuar un retrato de este actor incluyendo material de archivo, clips de películas y entrevistas realizadas, entre ellas a la hija del protagonista Björn quien comenta cómo la muerte repentina de su hermano afectó profundamente a su padre. Enfocando a Andrésen con sus 66 años de edad, este afectivo y triste documental expone con elocuencia una ambigua historia teñida de nostalgia en donde se entremezcla la belleza estética, la juventud y la muerte.
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