El oficialismo ve luz en la derrota electoral

El oficialismo ve luz en la derrota electoral

El presidente argentino Alberto Fernández y un festejo en la derrota electoral

– El Peronismo cosechó sólo 33% de votos, pero promete renacer.

BUENOS AIRES 15 NOV – Los datos finales de las elecciones legislativas del domingo en Argentina reflejan un gran avance de la coalición opositora Juntos por el Cambio y una retroceso del oficialista Frente de Todos, que perdió en 15 de las 24 provincia, incluso en la populosa y decisiva Buenos Aires, aunque allí por margen mínimo.
La alianza que encabeza el presidente Alberto Fernández, además, no tendrá quórum propio en el Senado, algo que el peronismo no sufría desde 1983, cuando regresó la democracia al país, bajo la presidencia de Raúl Alfonsín.
Pero, ya consiguió los dos senadores de otra fuerza con los que probablemente llegará al quórum propio en el Senado y la diferencia con los opositores en Buenos Aires terminó siendo tan exigua (poco menos del 2%) entre Juntos y el Frente de Todos, que dió para la celebración.
Además, el oficialismo sigue siendo primera minoría en Diputados (Argentina tiene un parlamento bicameral).
La alegría generalizada en el búnker del Gobierno anoche no fue prefabricada, tampoco se trató de una actuación ante las cámaras de la televisión, fue real, una señal de alivio ante el horizonte negro que plantearon en octubre pasado las internas abiertas simultáneas (PASO).
La coalición de gobierno encontró oxígeno, aunque lo insólito es que lo halló en una derrota apabullante, que terminó asumiéndola como triunfal.
Si siempre ha sido difícil explicar qué es el peronismo (el Frente de Todos es mayoritariamente peronista, centro izquierda), anoche más difícil fue comprender ese triunfalismo en medio de la debacle.
El presidente Alberto Fernández en su discurso desde el búnker del Frente de Todos -porque también se emitió otro más formal desde la residencia de Olivos- pidió a sus seguidores que concurrieran a la Plaza de Mayo el próximo miércoles para “celebrar este triunfo como corresponde” en el Día de la Militancia. Y fue ovacionado.
“Perdimos, pero festejamos porque no fue goleada como en las PASO. Estamos vivos,ahora a resurgir. Somos peronistas”, explicó un veterano dirigente de esa fuerza en metáfora futbolística.
Esa euforia pareció desdibujar un hecho concreto: el peronismo fue unido en todo el país en las elecciones de este domingo y obtuvo apenas el 33 por ciento de los votos a nivel nacional.
Desde que el general Juan Domingo Perón (tres veces presidente de Argentina) fundó el movimiento en 1945, nunca había recibido semejante derrota.
“Para Alberto Fernández serán clave los 90 días que se vienen por delante. Hay tres cuestiones centrales: el manejo de la economía; la convocatoria al diálogo con la oposición, los empresarios y los gremios; y el control del Congreso”, escribió hoy el diario Ambito, cercano al gobierno Otro tema a resolver es la negociación con el FMI por la deuda y en ese sentido, el presidente anunció el envío al Congreso de un proyecto con “Programa económico plurianual para el desarrollo sustentable”, que contendrá los entendimientos alcanzados hasta el momento con el Fondo.
Lo que busca el oficialismo es comprometer a la oposición en el acuerdo.
Para La Nación, un periódico opositor, “el desempeño del Frente de Todos a nivel federal fue dispar. Y, en el promedio, mediocre” con derrotas en Santa Fe, Chubut y La Pampa, en este caso por una diferencia de 6 puntos, lo que cambió la composición del Senado Asimismo, el diario subrayó un dato que refleja el desencanto con la clase política. “La abstención siguió siendo elevada. No tan alta como el 12 de septiembre (en las PASO).
Pero nunca hubo, desde la restauración democrática, una asistencia tan reducida como la de ayer para una elección general (71%)”, apuntó.
El crecimiento del ultra liberal “outsider” Javier Milei, dueño de un discurso soez y agresivo, quien quedó tercero en la Ciudad de Buenos Aires con algo más del 17% de los votos, es nítida señal de eso.