CRONICAS. Migrantes
CRONICAS. Migrantes
Por: Lucía P. de García
Toronto.- Las migraciones, tan antiguas como la humanidad, en el presente están coordinadas por la ONU a través de la Organización Internacional de Migraciones OIM y la Agencia para los Refugiados ACNUR. Según la primera, entre 2019 y 2021 los migrantes internacionales fueron 272 millones, cifra que hubiera sido mayor si los países no hubieran puesto restricciones para frenar el ingreso del COVID-19. Conforme la segunda, los desplazamientos masivos los protagonizan 83 millones de personas, 50% tienen menos de 18 años de edad, 30% son mujeres. Hay millones de apátridas a quienes se les niega nacionalidad, libertad, derechos a salud, educación, empleo, casarse y más. Vale indicar que en todos los continentes se acoge a migrantes por razones humanitarias o porque se los necesita para mejorar la economía.
La migración puede ser individual y planificada, o masiva ante una urgencia. Los motivos son: inseguridad, injusticia, violencia, venganzas o intereses políticos, inestabilidad económica, degradación institucional, baja calidad de vida, altos tributos, pobreza, desempleo, subempleo, carencia de seguridad social, falta de oportunidades de estudios y desarrollo personal, etc.
Respecto a los latinoamericanos, 35 millones hemos salido hacia diferentes países. Somos afortunados quienes hemos venido a Canadá, tiene organizada su inmigración desde 1918, a través del Departamento de Ciudadanía e Inmigración. Nos ha recibido por olas. La primera llegó en los años 50 y 60, integrada por descendientes de europeos radicados en Argentina, Brasil, México, Uruguay, Venezuela. La segunda en 1973, provino de Ecuador y Colombia, los unos buscaban mejor calidad de vida, los otros huían de la guerrilla, paramilitarismo, narcotráfico. La tercera, en 1974, desde Chile, con estudiantes que huían de la dictadura de Pinochet. La cuarta, en los 80, fue producto de las guerras civiles en El Salvador, Nicaragua, Guatemala. La quinta se dio entre 1999 y 2000, cuando el Feriado Bancario de Ecuador hizo que quienes regresaron al país pensando vivir tiempos mejores perdieran todo y tuvieran que volver a Canadá para empezar desde 0; a ellos les siguieron otros ecuatorianos.
Aunque Canadá ha sido criticado por encerrar en cárceles provinciales a ciertas personas que esperan definir su situación migrante, fue el primero en ofrecerse para recibir ciudadanos afganos antes de la caída de Kabul. Lo más importante, a través del tiempo Canadá ha valorado la contribución de quienes provienen de todas partes del planeta, preciándose de haber construido entre canadienses e inmigrantes una sociedad de paz, multiétnica y multicultural, donde se garantiza dignidad, respeto, igualdad, libertad, convivencia armónica entre todos. Así se anticipa a la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible, cuyo objetivo es movilidad ordenada, segura y “sin dejar a nadie atrás”. En cualquier caso, migrar es de valientes. Implica abandonar lo propio: lugar de nacimiento, familia, amigos, e iniciar una aventura incierta.
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