Se opaca el brillo del aguacate mexicano
Se opaca el brillo del aguacate mexicano
El aguacate (palta), producto de exportación, en riesgo
– Defensores del ambiente cuestionan daños al ambiente en cultivo
CIUDAD DE MEXICO, 27 DIC – El “boom” del aguacate o palta amenaza con declinar, después de ser el ingrediente infaltable de los “snacks” de grandes sucesos deportivos como el “Super Bowl” del fútbol americano, debido a que su reputación comienza a desdibujarse por los daños ambientales que rodean su cultivo.
“A pesar de su creación masiva de valor y éxito, la producción extensiva de aguacate conlleva unos costes y perjuicios ambientales sustanciales e irrecuperables”, de acuerdo con Manuel Ochoa Ayala, investigador del Economic and Business Research Institute.
“La enorme y desproporcionada demanda de esta fruta está generando un efecto sobre el cambio climático. Se han destruido paisajes forestales con una diversa vida silvestre para producir aguacate”, advirtió.
Considerado el “oro verde” de México, este fruto exquisito sufre la misma suerte, ha sido comparado por los expertos con los “diamantes de sangre”, cuya adquisición se vino abajo cuando se denunciaron las condiciones en que eran extraídos en las minas y cómo servían para financiar sangrientos conflictos armados en el continente africano.
A medida que se han difundido noticias sobre cómo la producción de aguacate es aprovechada por los cárteles de la droga para extorsionar a los productores y cómo estos suelen talar grandes extensiones de bosque y reducir las fuentes de agua para cultivar este fruto, muchos consumidores conscientes han dejado de utilizarlo en sus mesas.
Más aún, reconocidos chefs como el irlandés JP McMahon, se han sumado a campañas para evitar incluirlo como ingrediente en sus platillos para evitar que se siga deteriorando el ambiente y la biodiversidad.
Michoacán, en el sur de México, el estado que más produce esta baya comestible, de sabor peculiar y muy sabroso, y de consistencia carnosa y suave, aumentó casi 6 veces la producción en los últimos 15 años, ante la demanda incesante a nivel internacional, pero sobre todo en Estados Unidos, donde se convirtió en el bocadillo de moda.
En este período la superficie sembrada pasó de 4 a 43 de los 113 municipios, lo que significó un duro golpe para los terrenos forestales.
Los huertos aguacateros pasaron de 61 en 2006 a 44.000, en la actualidad y la superficie cultivada saltó de 1.499 a 142.000 hectáreas, lo que permite a ese estado, tradicional expulsor de migrantes a Estados Unidos, obtener ventas por unos 2.500 millones de dólares.
Otros estados vecinos a Michoacán, con suelos similares, han seguido su ejemplo, a tal grado que el estado de México (centro-sur) y el de Jalisco (occidente), aumentaron 5 veces sus plantaciones, pero ahora ya existen huertos en 23 de los 32 estados del país, según el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP).
“El aguacate es ya un problema. Al ser un cultivo industrial muy rentable” ahora “representa una seria amenaza para las zonas rurales”, alerta Lucía Madrid, maestra en Política Ambiental e integrante del Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible.
El consumo mundial del aguacate actualmente es de 5.000 millones de kilos al año, pero la cadena de suministro de este fruto carece de normas y de controles a escala internacional, lo que provoca serios daños sociales y ambientales.
México produce más aguacate que cualquier otro país del mundo y se estima que cada seis minutos un camión cargado con este fruto sale del estado de Michoacán para exportar la fruta a Estados Unidos, donde sólo el día del Super Bowl, que se celebra el primer domingo de febrero de cada año, se consume el 7% del consumo anual.
Michoacán produce 8 de cada 10 aguacates de México y 5 de cada 10 de la producción mundial.
Hasta hace apenas dos décadas, en Estados Unidos los consumidores no podían adquirir este suculento fruto mexicano, prohibido por 87 años, debido a que se consideraba “un riesgo para la agricultura”, pero en 1997 todo cambió cuando Michoacán demostró estar libre de los efectos del llamado “gusano taladrador”, una de sus principales plagas.
Con la entrada en vigencia del Tratado de Libre Comercio de América del Norte con Estados Unidos y Canadá, en 1994, para 2005 el aguacate mexicano ya se exportaba masivamente y era consumido por millones de personas en el primer país. (
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