México: Se derrumban las ventas de automóviles

México: Se derrumban las ventas de automóviles

Una línea de ensambre automotriz mexicana

– Enero fue trágico para el sector. Cifras más bajas en una década

CIUDAD DE MEXICO, 5 FEB –La venta de autos en enero pasado cayó en México a niveles de hace una década con la comercialización de 78.585 vehículos, una baja de 3,8% frente a las unidades que se adquirieron en enero del 2021, de acuerdo con un informe del Instituto Nacional de Estadística y Geografia (INEGI).
Fue también el tercer enero consecutivo en el que se registran retrocesos anuales en la venta de vehículos, señaló el reporte del organismo.
De acuerdo con los expertos, la pandemia de Covid-19 y su consecuente golpe en las cadenas de suministro pero también la falta de microprocesadores o chips han puesto en jaque al sector de los automóviles en México, que representa el 3% del Producto Interno Bruto (PIB) y el 18,9% del PIB manufacturero.
Gerardo Gómez, director general de J.D Power, señaló al diario mexicano El Financiero, afirmó que al inicio del año el mercado automovilístico continúa por debajo de los niveles de ventas de 2019, que se desplomaron 29,5% en términos anualizados.
El sector automotriz es responsable de la generación de 1,9 millones de empleos en el país, según cifras oficiales.
El principal factor que provoca este panorama difícil en este segmento económico “continúa siendo la falta de inventario, así como el nivel elevado” de la inflación anual tanto general (7,13 por ciento) como automotriz (8,76%), dijo Guillermo Rosales, presidente de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA).
El resultado de enero muestra “la persistencia del deterioro en el mercado”, marcando la primera tasa negativa de 2022 y la quinta disminución consecutiva iniciada a partir de septiembre de 2021″, agregó.
Rosales lamentó la “limitada disponibilidad de inventario que enfrenta el sector” y dijo que para los meses venideros, se mantendrá la “alta incertidumbre” sobre el suministro de los microprocesadores, además del “deterioro del entorno económico”.
La japonesa Nissan fue la marca con mayor participación de mercado en enero con 17,8%, seguida de la estadounidense General Motors con 14,8% y de la también japonesa Toyota en tercer lugar con el 10,9%.
Sin embargo, Nissan y General Motors registraron caídas del 20,9 y 1,1% por respectivamente en comparación con el mismo mes del año pasado, mientras Toyota tuvo un incremento de 8,9% frente a enero del 2021.
Rosales, presidente de la AMDA estimó que para el cierre del año las cosas podrían no ser tan negativas por cuanto se prevé la venta de 1.034.448 vehículos, lo que significaría un repunte del 2% en comparación al 2021.
En 2020, en coincidencia con el inicio de la pandemia, las ventas de autos en México cayeron 28%, según fuentes oficiales, al comercializarse 949.353 vehículos ligeros nuevos, se acuerdo con INEGI.
Esta situación dramática solo fue superada por el derrumbe de 61,8% observad en 1995, tras la devaluación del 100% de la moneda nacional y la quiebra de los bancos.
Las cifras negativas del 2020 mostraron el impacto del cierre de negocios por el largo confinamiento decretado por las autoridades, y el impacto a la baja de economía mexicana, que cayó 8,5%, el peor descenso en 90 años, tras la Gran Depresión.
La crisis en el sector amenaza con agravarse ante la amenaza del gobierno de tomar revancha contra Estados Unidos si aprueba un plan del presidente Joe Biden de otorgar incentivos a los autos eléctricos.
Según el proyecto, el gobierno estadounidense podría otorgar al menos 12.500 dólares a un consumidor estadounidense, de los cuales 4.500 se pagarán solo si los vehículos están ensamblados en fábricas de ese país con contratos colectivos de trabajo y otros 500 dólares si utilizan baterías con al menos un 50% de componentes nacionales.
La medida representa un fuerte revés para México, que exporta al poderoso país vecino 68% de su producción automovilística. Si se aprueba el subsidio, las exportaciones mexicanas de autos de combustión interna en su inmensa mayoría, se colocarían en “situación tambaleante y podrían ahuyentar la inversión en autos eléctricos en México”, pronosticó la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz.