Colombia: Exsenadora fue el punto de encuentro entre Saab y la corrupción venezolana, dice asesor

Colombia: Exsenadora fue el punto de encuentro entre Saab y la corrupción venezolana, dice asesor

Guerrilleros de las FARC hablan con Córdoba durante conversaciones para liberar rehenes en febrero del 2009. JORGE ENRIQUE BOTERO AP

BOGOTÁ, 15 FEB.- En una reunión entre la polémica exsenadora colombiana Piedad Córdoba y el exjefe del Congreso venezolano Diosdado Cabello, el número dos del chavismo justificaba por qué los dirigentes del régimen venezolano estaban metiendo mano en las arcas del Estado. “Diosdado Cabello le dijo: ‘nosotros no es que robemos’ ”, testificó el exasesor de Córdoba, Andrés Vásquez, ante las autoridades colombianas, en declaraciones publicadas el lunes por Noticias Caracol.

“Nosotros no es que nos quedemos con la plata, es que el día que la oposición llegue al poder, nosotros necesitamos esa plata para hacer campaña, hacer la oposición y tú necesitas enriquecerte’ ”. El testimonio surge en el marco de las investigaciones adelantadas por las autoridades colombianas sobre los presuntos vínculos de corrupción entre la exsenadora con altas figuras del régimen venezolano y sus presuntos socios comerciales, incluyendo al arrestado empresario Alex Saab. Vásquez brindó las declaraciones ante la fiscalía de Colombia, cuya grabación fue obtenida por el programa Caracol Investiga y transmitido el fin de semana. El exasesor se distanció de la senadora por problemas de dinero, reportó la prensa local. En el testimonio Vásquez también acusa a Córdoba de haber retrasado la liberación de la dirigente política Ingrid Betancourt, que había sido secuestrada por las FARC en el 2002, para que la exsenadora pudiera cosechar réditos políticos.

En un mensaje enviado a través de su cuenta de Twitter, Córdoba calificó las declaraciones como calumniosas y exigió a Caracol que le brindara el mismo espacio para poder ejercer su derecho a réplica. Según las declaraciones de Vásquez, Córdoba se convirtió en una especie de agente del gobierno venezolano, encargada de reportar cuáles empresarios colombianos eran amistosos al gobierno del entonces presidente Álvaro Uribe y cuales sentían simpatía por el proyecto revolucionario de Caracas. “Incluso, hay un correo al director del SEBIN en donde le dice: ‘ustedes están castigando a los empresarios que son afines al proyecto chavista y a mis empresarios. Ustedes tienen que castigar es a los uribistas, a los que son afines al proyecto paramilitar’ ”, aseguró Vásquez.

Entre los empresarios con simpatías revolucionarias castigados por error se encontraba Saab, quien actualmente se encuentra detenido y enfrenta un juicio en Estados Unidos por lavado de dinero. Según el testimonio brindado por Vásquez, fue Córdoba la que presentó a Saab a las altas figuras del régimen de Caracas en el año 2010. “Piedad le presenta a Alex Saab tanto a Nicolás [Maduro] como a Tarek el Aissami [actual ministro de petróleo]. Yo estuve en esa reunión con Tarek”, dijo el exasesor.

Los primeros contactos entre Saab y el chavismo se produjeron en base a la necesidad que tenía Saab de cobrar el demorado pago de unos $30 millones que Venezuela le adeudaba. La exsenadora debía recibir una comisión de 10% por conseguir el pago, pero no era un secreto entre las partes de que el monto a recibir estaban relacionados con importaciones que nunca se realizaron. Del total, “había unos$ 16 millones que correspondían a importaciones ficticias, uso ilegal de divisas o manipulación de divisas. Incluso, en el correo en que yo le informo eso a Piedad le digo que aquí hay un problema, un problema porque estamos sacando el dinero de alguien que está teniendo en realidad una importación ficticia o algo y es cuando Piedad me dice: hermano, usted es muy flojo, dele todo eso a Camilo (Castro Córdoba)”, indicó Vásquez, quien eventualmente terminó distanciándose de la senadora. Las vinculaciones entre Saab y Córdoba fueron inicialmente divulgadas por el periodista Gerardo Reyes en su libro, “Alex Saab”, y se vieron plasmadas recientemente en un informe elaborado por el Congreso de Ecuador sobre los nexos del empresario colombiano con la corrupción entre ese país y Venezuela. El informe también concluye que fue de Córdoba la que le abrió las puertas a Saab al régimen socialista de Caracas.

“Sin el apadrinamiento de la exsenadora colombiana, Alex Saab Morán seguiría siendo el empresario barranquillero de textiles en bancarrota”, señala el documento. “Saab no se hubiera levantado y amasado su fortuna sin la intermediación de Córdoba con el gobierno de Venezuela, para cobrar USD 30 millones, que Cadivi (entidad venezolana que regula los pagos en dólares) le debía por exportaciones desde Colombia. Fue Piedad Córdoba la que tendió a Saab la alfombra roja para su ingreso al Palacio de Miraflores”. Córdoba era la “mujer de la revolución [chavista] en Colombia”, la ficha de Hugo Chávez, la que mapeaba a los enemigos del chavismo en su país y enlistaba prioridades. Córdoba era la elegida del chavismo para ser presidenta de Colombia para por fin terminar con las turbulentas relaciones con su vecino. Sin ser funcionaria, solo siendo la “elegida por Chávez”, se convirtió en la tramitadora de empresarios amigos con el gobierno de Venezuela, agregó el documento. Las declaraciones de Vásquez son el último eslabón de una cadena de escándalos en torno a la exsenadora colombiana, cuyo hermano Álvaro Córdoba Ruiz, fue recientemente arrestado en Colombia en cumplimiento con una solicitud de extradición presentada por Estados Unidos. Córdoba Ruiz es identificado por las autoridades de Estados Unidos de brindar apoyo logístico al grupo disidente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) lideradas por Miguel Botache Santillana, alias “Gentil Duarte”, que operan desde territorio venezolano. Noticias del arrestó fueron rechazadas de inmediato por la exsenadora: “Basta de persecución política contra mi y contra mi familia. Ni mi hermano Álvaro Córdoba ni yo tenemos relación alguna con narcotráfico ni con grupos armados”, dijo a través de las redes sociales.