Argentina en medio de una encrucijada, mediocre condena y sin sanciones

Argentina en medio de una encrucijada, mediocre condena y sin sanciones

Alberto Fernández junto a Vladimir Putin en una reciente visita a Moscú

– Entre las inversiones de Moscú y el acuerdo de deuda con el FMI

BUENOS AIRES 25 FEB – Un comunicado del gobierno argentino hace un mediocre rechazo una acción militar de Rusia en Ucrania, hace un llamado a resolver los conflictos por la vía diplomática, pero es imposible que la administración peronista (centro izquierda) del presidente Alberto Fernández se sume a las duras sanciones contra el Kremlin.
Argentina manifestó “su rechazo al uso de la fuerza armada y lamenta profundamente la escalada de la situación generada en Ucrania”, pero fuentes diplomáticas avisan que “no de aplicar sanciones” contra Rusia, que despunta como un socio estratégico.
En un reciente viaje de Fernández a Moscú, el presidente argentino le ofreció a Vladimir Putin “ser puerta de entrada” para Rusia en América latina, una declaración que disparó una lluvia de controversias.
En ese encuentro, duramente objetado por la oposición e Argentina, se sellaron acuerdos comerciales, de defensa, económicos y de cooperación científica. Lo mismo ocurrió días después en China.
“Por ahora no sancionar”, fueron las ordenes que le llegaron a Moscú en las últimas horas al embajador argentino en Rusia, Eduardo Zuain, según pudo reconstruir el periódico El Cronista de diferentes fuentes oficiales.
La idea es transmitir a Putin que Argentina no acompañará las sanciones que apliquen la Unión Europea y Estados Unidos y que a estas horas están en mesa de análisis y pronto saldrán a la luz y que, como adelantó el representante de Asuntos Exteriores de la UE, Josep Borrell, será “el más robusto y más severo” jamás implementado.
El Encargado de Negocios de Ucrania en Buenos Aires, Sergiy Nebrat, reclamó que la Argentina aplique sanciones económicas a Rusia por las agresiones militares. “Esperamos más apoyo y unas sanciones económicas de Argentina a Rusia porque eso serviría para atenuar el poder de Moscú y el retiro de las tropas de Ucrania”, dijo Nebrat a El Cronista.
El diplomático ucraniano se reunió con Pablo Tettamanti, el vicecanciller argentino, y le pidió que la Argentina manifieste una expresión más firme de rechazo a los hostigamientos de Rusia.
“Argentina llama a la Federación de Rusia a cesar las acciones militares en Ucrania”, apuntó un comunicado oficial del gobierno, que “reitera la necesidad del pleno apego a todos los principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas, sin ambigüedades ni dando preeminencia a unos sobre otros, con pleno respeto del derecho internacional, a la soberanía de los estados y su integridad territorial, la solución pacífica de las controversias y el pleno y profundo respeto por los derechos humanos”.
También “reafirma su compromiso y confianza en que puedan activarse para ello todos los mecanismos de la comunidad internacional, con activa participación de las Naciones Unidas”, pero sabe a mensaje pleno de retórica. Buenos Aires no pasará a la acción contra Moscú, de momento.
Pero esa postura implica también, seguramente, un costo.
Estados Unidos observa de soslayo las decisiones de Buenos Aires, luego que las manifestaciones de Fernández en Moscú causaran cierta inquietud.
Es que Estados Unidos y su peso en el Fondo Monetario Internacional resulta crucial en un momento en que Argentina intenta cerrar una acuerdo de financiación de su cuantiosa deuda -heredada del gobierno anterior de Mauricio Macri- con el organismo, de 44 mil millones de dólares. Un pacto aún en tensa negociación.
Esquivar las sanciones a Moscú no será gratuito. Puede ser demasiado espinoso para el gobierno argentino.