Rusia prepara 800 tanque para un ataque letal a Kiev
Rusia prepara 800 tanque para un ataque letal a Kiev
Los bombardeos contra las principales ciudades de Ucrania se han agudizado, obligando a los residentes a refugiarse en Europa. Imágenes satelitales muestran un convoy de tanques militares rusos que van rumbo a Kiev. FOTOS GETTY Y EFE
Vladimir Putin amenazó con más bombardeos y pidió que los civiles se vayan de la capital, de lo contrario morirán
En ya ocho días de guerra en Ucrania por la invasión de Rusia, al menos 400 misiles han sido disparados por tropas de Vladimir Putin contra su exhermano soviético, hay una crisis de refugiados con un desplazamiento de 677.00 personas, y los presos salen a las calles para defender al país de las tropas que avanzan en un convoy con 800 tanques militares que amenazan con una ofensiva letal.
Se cumplió la primera semana de la guerra con los aliados occidentales enviando miles de millones de dólares en armas, civiles reclutados para disparar porque el ejército ucraniano no da abasto en el frente de defensa, y unas conversaciones en curso que prometen otro encuentro entre Ucrania y Rusia para finales de esta semana, con la intermediación de Bielorrusia, pero sin la voz de Occidente.
Esa madrugada del jueves 24 de febrero en Kiev, cuando parte de la población dormía, Putin ordenó el ataque a su vecino en lo que parecía un combate de días, pero que comienza a alargarse sin ver una ruta de salida.
Todos elevan sus apuestas. El Kremlin desplegó un convoy que va rumbo a Kiev y ocupa 60 kilómetros de carretera, el tono de la amenaza se hace más fuerte y Occidente redobla las sanciones.
El gobierno de Putin pidió a los civiles abandonar la capital ante un inminente bombardeo con el que buscarán hacerse el control de la principal ciudad ucraniana que en tiempos de la Unión Soviética –cuando estaba bajo el mando de Moscú– fue la tercera más grande del bloque comunista.
Pero en una Kiev que duerme en búnkeres no se sabe cuándo será la última noche, si llegará el bombazo letal, el suspiro final de un país que sueña con celebrar 31 años de independencia entre agosto y diciembre de este 2022.
Ucrania está cercada, pero el presidente Volodimir Zelenski se mantiene adentro; a pesar, incluso, del atentado contra su vida que frustraron sus custodios al cierre de esta edición. Tal vez el abogado y actor de 44 años no esperaba ese “sí” de la Unión Europea que lo llevaría a unirse al bloque mientras el país se desangra con combates ciudades principales como Járkov.
“Somos fuertes, somos ucranianos, y tenemos un gran deseo: ver a nuestros hijos y a las futuras generaciones vivas”, le dijo al Parlamento Europeo durante una alocución virtual de ocho minutos con la que consiguió que la eurocámara pidiera el estatus de candidato para ingreso al bloque para el joven estado que lucha por su soberanía.
Condena global a Putin
La guerra fue el centro de discusión en el encuentro de los eurodiputados, también durante la sesión extraordinaria de la Asamblea General de Naciones Unidas y en el Discurso de la Unión que pronunció Joe Biden desde la Casa Blanca.
Esa tradicional cita de los inquilinos del Despacho Oval coincidió con un conflicto que promete cambiar la historia de Occidente y el orden de la política internacional.
Tras las cumbres, la Rusia de Vladimir Putin terminó más aislada que antes porque la gran mayoría de los estados miembros de la ONU se levantaron de sus sillas y abandonaron el recinto cuando el canciller Sergev Lavrov comenzó su discurso. Salvo los alcahuetes de Putin, Bielorrusia, Cuba, Nicaragua, Venezuela y otros cuantos, la mano derecha de Putin se dirigió a un auditorio en solitario.
Ni siquiera escucharon el relato de Lavrov con la hipótesis de que Ucrania tiene una “campaña de desrusificación desde 2014”, asegura, impidiendo a los prorrusos hablar esa lengua y cercando su espacio de participación política.
La guerra en Ucrania y la reunificación de Occidente fueron los ejes centrales del primer discurso de Biden ante el Congreso. “A lo largo de nuestra historia hemos aprendido esta lección: cuando los dictadores no pagan el precio de su agresión, provocan más caos. Siguen moviéndose. Y los costos y las amenazas para EE. UU. y el mundo siguen aumentando”, afirmó el mandatario de 79 años que trazó la meta de tener su reelección.
El demócrata aseguró que la guerra de Putin fue premeditada, reiterando el relato de los aliados de que el Kremlin creó el escenario para la invasión. “Rechazó los esfuerzos diplomáticos. Pensó que Occidente y la OTAN no responderían. Y pensó que podía dividirnos internamente. Putin estaba equivocado. Estábamos listos”, sentenció.
En el día ocho de la guerra, Ucrania teme que esta noche (miércoles) sea la última, pero ese miedo no es nuevo. El fin de semana, cuando Vladimir Putin puso en estado de alerta su arsenal nuclear, Kiev también temió lo peor, pero logró sobrevivir.
Los refugiados parten rumbo a la Unión Europea, que ahora tiene una política de puertas abiertas para Ucrania, pero el racismo agrava la situación de los desplazados internacionales de India y África que residían en Kiev y también buscan huir.
Al tiempo, Occidente aísla a las empresas relacionadas con el Estado ruso. Un ejemplo es el cerco a la cadena Russia Today (RT) cuya señal está siendo restingida. Incluso, la plataforma App Store bloqueó la descarga del aplicativo de ese medio de comunicación en todo el mundo.
La economía también se mueve. El Banco Mundial anunció un préstamo de emergencia para Ucrania por 3.000 millones de dólares, de los que 350 millones se desembolsarán esta semana y la ONU busca 1.700 millones de dólares en apoyo humanitario para Ucrania.
Al tiempo, Vladimir Putin restringió las operaciones en divisas por más de 10.000 dólares, dejando ver que las sanciones ya aprietan los bolsillos del Kremlin. Cercado y con un bloqueo total al mercado mundial de capitales, la Rusia de Putin insiste en la guerra.
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