CRONICAS. Sólo Bombitas Atómicas
CRONICAS. Sólo Bombitas Atómicas
Por: Lucía P. de García
Toronto.- La Segunda Guerra Mundial empezó el 1 de Septiembre 1939 cuando Alemania invadió Polonia. Tras involucrar de una u otra manera a todo el planeta, la guerra más destructora de la historia y causante de 55 millones de fallecidos terminó en forma oficial el 2 de septiembre de 1945, luego del lanzamiento de dos bombas atómicas realizadas por Estados Unidos el 6 y el 9 de agosto sobre las ciudades japonesas Hiroshima y Nagasaki.
Aquellas bombas de uranio de 3 metros de longitud, 4.400 kilogramos de peso, potencia de 16 y 17 kilotones (un kilotón equivale a mil toneladas de dinamita), causaron la muerte instantánea de 120 y 140 mil personas en las ciudades citadas y 400 mil más durante las siguientes décadas debido a cáncer y otras enfermedades, a más de graves problemas biológicos, mutaciones genéticas, disminución de fertilidad. El susto del mundo forzó a una reflexión sobre la paz y la decisión de nunca más usar armas tan espantosas. Se ha cumplido en cuanto a que no se ha repetido un ataque atómico en guerra, sin embargo, aunque parezca absurdo, precisamente para “precautelar la paz”, las bombas se siguen fabricando.
En 1952 Estados Unidos experimentó la primera bomba nuclear, de hidrógeno, en las Islas Marshall. Científicos calificaron el evento de “aterrador, en especial el intenso calor que llegaba como olas una y otra vez”. Disparó la segunda en 1954 en Atolón Bikini, con secuelas tan graves como anular la presencia humana en ese lugar. La más potente bomba nuclear Zar, detonó la Unión Soviética en 1961 en Novaya Zemlya, en el Ártico. Su energía, equivalente a 50.000 kilotones, destruyó totalmente la zona, en Finlandia y Noruega rompió vidrios y se escuchó su sonido, su onda sísmica dio tres veces la vuelta al planeta.
Actualmente el arsenal nuclear se distribuye así: Rusia 5.977 bombas, Estados Unidos 5.428, China 350, Francia 290, Reino Unido 225, Pakistán 165, India 160, Israel 90, Corea del Norte 20. Se afirma que se están construyendo pequeñas bombitas atómicas de apenas uno o dos kilotones, fáciles de transportar, de manejo sencillo y daño certero ejecutado a corta distancia sea en tierra, aire y mar por “fuerzas de disuasión”. Parece que Estados Unidos las tiene, en 2004 el Senado aprobó el presupuesto para su diseño y construcción ya que el Tratado Internacional de no Proliferación Nuclear, para eliminar las armas nucleares, no prohíbe el desarrollo de nuevos tipos de armas. Se cree que Rusia también cuenta con varios cientos, lo ha dado a entender en su ofensiva contra Ucrania. Se recela que otros países las adquieran en forma secreta, para agregarlas a su arsenal convencional.
Quienes conocen el tema dicen que, si los líderes mundiales utilizaran en un conflicto sólo bombitas atómicas para no causar mucho daño, se equivocan. El desastre ambiental y humanitario sería igual de apocalíptico, pues tal es el efecto de toda bomba atómica.
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