México: Casi la mitad de gasolina es ilegal

México: Casi la mitad de gasolina es ilegal

El mercado ilegal de combustible opera como “el tercer agente económico”

– Crece como plaga el contrabando de carburante en este país

CIUDAD DE MEXICO, 14 APR – El 47% de la gasolina que se consume en México es de procedencia ilegal, introducida al país de contrabando, de acuerdo con el Servicio de Administración Tributaria (SAT), la agencia del gobierno que gestiona los impuestos.

El ministerio de Energía, a su vez, calcula que el mercado ilegal de combustible en general, que abarca también diésel (gasoil), supera los 300.000 barriles diarios y representa 24% de la demanda total. Eduardo Chagoyan, director general de la firma Fuel Princing, estima que el mercado ilegal de combustible opera como “el tercer agente económico” en este sector, después de la petrolera Pemex, que aporta 58% de la demanda y el sector privado legal, que representa 18%.

Al referirse a los “agentes económicos” que operan en la clandestinidad, lo hacen de tres modos: con el robo de combustible (entre 30.000 y 40.000 barriles diarios), la importación y venta de productos sucedáneos, es decir, gasolinas que se son disfrazadas como lubricantes, para evadir impuestos y la introducción al país de contrabando, dijo Chagoyan.

El SAT señala que el gobierno federal se ha impuesto como una de sus principales metas la de reducir las importaciones ilegales de combustibles, que se da bajo el método de “internar el producto al país bajo otras partidas arancelarias y así evitar pagar los impuestos que se fijan a las gasolinas y el resto de los productos del tipo”. “Quienes importan de manera ilegal los combustibles suelen declararlos como lubricantes, lo que evita el pago del Impuesto Especial sobre la Renta (IEPS)”, afirma.

El organismo indicó que desde 2020 se ha observado un incremento en las importaciones de “lubricantes” falsos, “sin que exista algún sustento en la actividad económica”, “usados como medio de evasión para introducir hidrocarburos a través de las aduanas terrestres”. Para frenar esta tendencia, desde principios del año pasado, el ministerio de Energía, la Comisión Reguladora de Energía y el SAT iniciaron un proceso de verificaciones periódicas a las terminales de almacenamiento, de importación, de trasvase y a otros puntos de la cadena logística para verificar los procedimientos de internación de gasolina.

Asimismo, el gobierno ha endurecido las reglas de comercio exterior, que incluye la eliminación de algunos puntos de importación de gasolinas. Como resultado de la importación ilegal de combustibles la recaudación del impuesto especial ha disminuido 58.078 millones de pesos (unos 3 millones de dólares) en 2021 respecto a un año antes.

La introducción ilegal de combustibles se ha modificado y ahora se da principalmente vía terrestre, a través de pipas y carrotanques (camiones cisterna), después de que cambiaran recientemente los mandos en las aduanas marítimas y se contuviera la internación mediante las aduanas marítimas. Sin embargo, los especialistas estiman que la estrategia del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador de incrementar la vigilancia sobre los importadores de combustibles para eliminar la internación ilegal del producto “no está funcionando como se esperaba”.

Según el SAT, el año pasado el contrabando de combustibles y otros productos petrolíferos aumentó 122% en comparación con 2108. Según fuentes oficiales, las arcas públicas pierden anualmente unos 12.000 millones de pesos (unos 600 millones de dólares) en ingresos tributarios derivados de la evasión de impuestos relacionados con la actividad.

El robo de combustible no es un fenómeno nuevo, pues comenzó a despuntar desde 2010, pero alcanzó tal nivel que, a su llegada al poder, en diciembre de 2018, el presidente López Obrador hizo de su combate una verdadera cruzada.

Sin embargo, la organización “Crisis Group México” estima que “a pesar de que ha tenido algunos logros” esta ofensiva, detener de manera definitiva el huachicoleo, como se denomina en el país a este hurto, “podría ser difícil, en gran parte debido a la corrupción estatal generalizada y la ausencia de alternativas lícitas para subsistir”.