México: Obrador sufre revés en Congreso sobre energía
México: Obrador sufre revés en Congreso sobre energía
Morena no logró los voto suficientes
– Tras rechazo, mandatario anuncia ley para nacionalizar litio
CIUDAD DE MEXICO, 18 APR – El presidente mexicano, Andrés López Obrador, sufrió hoy una resonante derrota en el Congreso, donde su partido, el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena, centroizquierda) no logró los votos suficientes para la aprobación de una nueva Ley de Energía Eléctrica.
Sin embargo, el mandatario de inmediato buscó la revancha y envió una iniciativa de reformas a la Ley Minera para nacionalizar el litio, que no requeriría, como en el otro caso, del voto de la mayoría calificada de dos tercios de los miembros de la Cámara de Diputados.
El jefe de Estado calificó el voto contrario de 223 diputados opositores (contra 275 de Morena, 50 votos menos de los necesarios) como “un acto de traición a México” que echó abajo esta propuesta en una álgida y maratónica sesión realizada entre el domingo de Resurrección y la madrugada de hoy.
La iniciativa, planteada por López Obrador en septiembre pasado, para contrarrestar los efectos de la reforma energética de 2013, que por primera vez desde 1938 permitió al sector privado la explotación de petróleo y electricidad, fue objeto de un gran rechazo del sector empresarial, nacional y extranjero, de ambientalistas y de algunos académicos.
El principal argumento en contra esgrimido contra la reforma eléctrica fue que alentaría el monopolio de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), propiciaría el uso de energías sucias y ahuyentaría la inversión extranjera en el sector.
López Obrador indicó que un bloque de legisladores, “en vez de defender los intereses del pueblo, de la nación, en vez de defender lo público, se convirtieron en francos defensores de empresas extranjeras que se dedican a robar”.
“Estos diputados respaldaron a los saqueadores”, señaló al considerar “muy lamentable lo que sucedió”, aunque consideró que “no es extraño” por cuanto “así ha sucedido” en la historia de México, en que “los conservadores siempre han ido al extranjero y apoyado los intereses extranjeros en contra del interés nacional”.
Sin embargo, hubo algunos expertos que dieron en parte la razón a López Obrador sobre las grandes ventajas que los gigantes energéticos extranjeros han obtenido de la reforma promovida por el entonces presidente Enrique Peña Nieto (2012-2018).
“Si no camina esta reforma por razones políticas, habría que inventar otra para sanear un sector que opere en beneficio de todos los mexicanos y no para un puñado de empresas”, afirmó el analista Jorge Zepeda Patterson.
Mientras aún se desarrollaba la agitada sesión legislativa, y ante la previsible derrota, López Obrador envió a la Cámara de Diputados la noche del domingo su iniciativa de reformas a la Ley Minera para reservar la explotación del litio al Estado mexicano, sin permitir el otorgamiento de concesiones para ese efecto a empresas privadas.
El proyecto prevé que las cadenas de valor económico del litio serán administradas y controladas “a través de un organismo público descentralizado que se creará exprofeso” que se encargue de extraer este valioso metal blando, conocido como el “nuevo oro blanco”, convertido en estratégico para la naciente industria de los vehículos eléctricos.
La propuesta declara de utilidad pública la exploración, explotación y aprovechamiento del litio y prohíbe otorgar “concesiones, licencias, contratos, permisos, asignaciones o autorizaciones en la materia”, estableciendo que serán consideradas zonas de reserva minera aquellas en que haya yacimientos.
La propuesta reconoce al litio como “patrimonio de la nación”, por lo que su exploración, explotación y aprovechamiento “se reserva para beneficio exclusivo del pueblo de México”.
Para ello se prevé convocar para este mismo lunes una sesión que contempla discutir y votar las reformas.
Desde el pasado miércoles, López Obrador firmó la iniciativa de reformas a la Ley Minera para proteger al litio de caer en manos de empresas extranjeras y así “garantizar el abasto de energía en el país durante los próximos años como alternativa a la reforma constitucional en materia eléctrica” rechazada por los diputados
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