CRONICAS. Ecos del Pasado
CRONICAS. Ecos del Pasado
Por: Lucía P. de García
Toronto.- Sea porque en la actualidad existen facilidades para conocer la verdad sobre los hechos y sus protagonistas o porque el paso del tiempo permite analizar con serenidad lo ocurrido, en muchos lugares del mundo se está reescribiendo la historia. En nuestra querida Toronto también, por ejemplo los casos de Egerton Ryerson y de Henry Dundas.
El primero se inició en 1948 cuando se fundó el Instituto de Tecnología Ryerson, cuya misión era acoger y dar una formación laboral a los jóvenes que regresaban de la Segunda Guerra Mundial. Por impartir una educación óptima, en 1993 se facultó a la institución la entrega de títulos de posgrado. Ante el prestigio alcanzado, en 2001 se le confirió el título de Universidad Ryerson. No obstante, su nombre suscitaba críticas ya que Egerton Ryerson (1803-1882) ministro metodista y educador, en sus textos plasmó su racismo y promovió la creación de escuelas residenciales a fin de que los niños de los pueblos originarios olvidaran su cultura. El método, violento y abusivo, se aplicó en Canadá entre 1831 y 1996.
Cuando en mayo 2021 en la escuela residencial de Kamloops, British Columbia, se descubrieron los restos de 215 menores indígenas, la indignación nacional estalló. En el centro de Toronto, más de mil personas, profesores y alumnos insistieron ante el Parlamento Provincial el cambio de nombre de la Universidad Ryerson y luego de llegar al campus derribaron su estatua. La modificación se dio a fines de abril. Ahora, la excelencia académica continúa, rebautizada como “Universidad Metropolitana de Toronto”.
El nombre del segundo, Henry Dundas, se dio alrededor de 1800 a una de las calles más importantes de Canadá, ya que comunica directamente a Toronto con la ciudades Kingston al este y Hamilton al oeste. Pero la denominación es controversial, corresponde al vizconde escocés Henry Dundas, abogado y político (1742-1811) quien retrasó por 15 años la abolición de la esclavitud decretada oficialmente en el Imperio Británico, lo que costó la vida a más 600.000 personas de ascendencia africana. Dundas, a quien se le conocía como “el gran tirano”, nunca vino a Canadá ni tuvo ninguna relación con Toronto.
Con estos antecedentes, es compresible que miles de personas pidan el cambio de nombre de esta calle tan nuestra, llena de tradición, que acerca a los habitantes hacia las playas del Lago Ontario, atraviesa barrios, centros multiculturales, el distrito financiero, el núcleo metropolitano y turístico. El año anterior la Alcaldía de Toronto aprobó el proyecto, el mismo que implica lugares como Dundas Square, paradas de metro, bus, incluso el cambio de letreros, direcciones particulares, empresariales, etc. Si esto demanda un trabajo minucioso, imaginemos el dolor de cabeza que tiene el Alcalde de Russell Township, Ontario, quien, por parecidos motivos llegados cual ecos del pasado, intenta cambiar el nombre de ¡su ciudad!
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