México: Otra matanza, tras el crimen de sacerdotes
México: Otra matanza, tras el crimen de sacerdotes
Tras el crimen de dos sacerdotes jesuitas, una nueva matanza sacude a México
– La violencia se agrava y los jesuitas denuncian “Estado fallido”
CIUDAD DE MEXICO, 24 JUN – Un nuevo episodio sangriento, en la comunidad de El Salto, estado occidental de Jalisco, que dejó al menos 12 muertos, se registró a sólo unos días del homicidio de dos sacerdotes, el cual desató duras críticas, entre ellas la de rectores jesuitas que denunciaron la existencia de un “Estado fallido”.
El enfrentamiento ocurrido anoche fuera de la finca Los Minerales, provocó el fallecimiento de cuatro policías y ocho civiles, según el más reciente informe de las autoridades. El incidente ocurrió cuando la policía municipal recibió un reporte de dos personas secuestradas en una vivienda, pero cuando los agentes acudieron fueron recibidos a balazos y de inmediato repelieron la agresión.
Las fuerzas del orden detuvieron a tres personas luego que llegaron refuerzos de la Guardia Nacional, el Ejército y la policía del estado. Este caso y el de los curas jesuitas asesinados el pasado lunes dentro de un templo en una comunidad rural del norteño estado de Chihuahua son sólo un ejemplo de cómo el clima de violencia parece agravarse cada vez más en el país, azotado desde hace más de 15 años y medio por una espiral sangrienta que parece no tener fin.
El país está cada vez más desgarrado por el crimen desde que el gobierno decidió en diciembre de 2006 lanzar una embestida a fondo contra las bandas delincuenciales, con apoyo de las Fuerzas Armadas, dejando hasta ahora más de 418.000 muertos y unos 100.000 desaparecidos.
Tras la muerte de los religiosos, que desató un coro de críticas, lamentaciones y condenas de todos los sectores e incluso a nivel internacional, incluido el propio Papa Francisco, rectores y directores del Sistema Universitario Jesuita denunciaron la existencia de un “Estado fallido” y dijeron que en el país “impera la ley de la selva. “La política de seguridad no está sirviendo. Todo lo contrario, el narcotráfico avanza.
Estamos solos, abandonados, sometidos a la ley del más fuerte”, señaló en un comunicado el grupo de decanos de las universidades jesuitas, quienes exigieron “revisar el modelo de seguridad hasta hoy militarizado”. “Hay una institucionalidad débil, corrompida y omisa”, afirmó la declaración de los rectores, reunidos ayer en un congreso en la ciudad de León, estado central de Guanajuato.
El presidente Andrés Manuel López Obrador reaccionó de inmediato a estas críticas y pidió a los miembros de esa orden religiosa “ayudar para saber toda la verdad del asesinato de dos sacerdotes”. Al reconocer que los jesuitas “son misioneros y dedican su vida a ayudar a los débiles”, ofreció “ir al fondo” del caso de los sacerdotes, para que “se conozca toda la verdad”. “Es seguro que los propios sacerdotes, los propios jesuitas que vivían ahí, las madres, saben todo y con mucho cuidado pueden ayudar, además, son misioneros, hay gente que dedica su vida a ayudar a los más desposeídos, a los abandonados, a los débiles”, afirmó.
López Obrador indicó que José Portillo Gil, alias “El Chueco”, el jefe de una célula del Cártel de Jalisco que domina la región donde fueron asesinados los jesuitas y un guía de turistas, “tiene protección y arreglos” con figuras de autoridad. Ayer fueron rescatados los cuerpos de dos sacerdotes jesuitas Javier Campos, de 79 años y Joaquín Mora, de 80, y el guía de turistas Pedro Palma, asesinados en el templo católico en el municipio de Urique, donde éste último se había refugiado tras ser perseguido por El Chueco.
La Compañía de Jesús señaló ayer mismo en un comunicado que “la Sierra Tarahumara, como muchas otras regiones del país, enfrenta condiciones de violencia y olvido que no han sido revertidas” y “todos los días hombres y mujeres son privados arbitrariamente de la vida”. López Obrador dijo que “aun cuando aparecen los cuerpos, se va a continuar la búsqueda de los responsables, y se va a hacer una investigación a fondo” del caso, al que calificó de “inaceptable” y dijo que es “extraño” que el llamado Chueco gozara de “impunidad” e incluso que patrocinara un equipo de béisbol.
El mandatario agradeció el mensaje del Papa Francisco lamentando el asesinato de los jesuitas y dijo estar de acuerdo sobre que la situación en el país es “muy difícil y dolorosa”, al indicar que “la violencia no se enfrenta con violencia”.
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