CRÓNICAS. Canadá antes de Cristóbal Colón

CRÓNICAS. Canadá antes de Cristóbal Colón

Por: Lucía P. de García

Toronto.- Canadá era un inmenso, helado y solitario manto blanco. Sus primeros habitantes llegaron desde Asia hace 15.000 años; cruzaron los 90 km. del Estrecho de Bering para perseguir caribúes, bisontes y ciervos. Los Inuit usaron igual ruta como nómadas hace 4.500 años, sus viviendas las construyeron con bloques de hielo; inventaron el kayak; la pesca y la caza les proporcionaron comida, ropa, utensilios, material para su arte. Eran muy ingeniosos.

Desde el sur arribaron los Haida, se asentaron en los bosques de British Columbia. Se alimentaron de caza de bisontes, pesca en el Pacífico y en los ríos. Estuvieron liderados por un cacique, sus tótems representaron personajes destacados a quienes honraron, sin considerarlos dioses. 

Las praderas del centro canadiense poblaron tribus algonquinas seminómadas, originarias en la zona del lago Winnipeg, siendo las más importantes Blackfoot, Blood y Piegand. Cultivaban tabaco para fines rituales. Se alimentaban de tubérculos, peces, antílopes y en especial bisontes, cuyas manadas abundaban. Vivían en inmensas tiendas de piel o tela “tepees” fáciles de transportar.

Ontario fue el hogar de los Mohawk, Oneida, Onondaga, Seneca y Cayuga, quienes formaron la Confederación Iroquesa o Liga de las Cinco Naciones (Seis, al unirse los Tuscarora). Su forma de gobierno es considerado el mejor ejemplo de democracia, en él se basa la Constitución de Estados Unidos. Reconocía los roles diferentes de hombres y mujeres; ellos estaban a cargo de las tareas más duras, construir viviendas, cazar, pescar, ir a la guerra; ellas cuidaban los hijos, el hogar, la agricultura. Todas las labores se consideraban valiosas, complementarias, interdependientes, con iguales responsabilidades, derechos, deberes. Las mujeres señalaban los candidatos para jefe en tiempos de paz y en los de guerra a otros más aptos para esas lides, nunca se nominaba a hijos del jefe mientras éste lideraba; todos los adultos votaban, era un honor ser electo; al terminar sus funciones, el escogido rendía cuentas a las ancianas. Entre todos decidían los más importantes asuntos, así preservaban el equilibrio social, cultural, administrativo, económico.

En New Foundland vivieron los Beothuks y Micmacs, pescadores de bacalao. En las provincias marítimas Nueva Brunswick, Nueva Escocia e Isla del Príncipe Eduardo, los Arcaicos. También los vikingos, quienes dejaron sus huellas en Terranova, en forjas, carpintería, enseres, herramientas, pequeñas viviendas y la gran casa comunal L´Anse aux Meadous, hoy patrimonio nacional.

Los pueblos de Canadá compartían su amor y respeto a la Naturaleza, la cuidaban y de ella sólo tomaban lo que necesitaban. Eran hábiles en el manejo de arco y flecha, crueles guerreros, pero si alguna familia adoptaba a un cautivo lo acogían como igual, con afecto. No creían en un dios sino en que los elementos y todo lo existente tenían su propio espíritu, y todo se unía por el poder de la armonía; si ella faltaba, sobrevenían desastres. Intuición, sabiduría. El shaman realizaba ceremonias religiosas, interpretaba sueños, curaba enfermedades. La llegada de Cristóbal Colón a nuestro continente el 12 de octubre de 1492 impactó de tal manera que las consecuencias perduran…