CALL JANE. Estados Unidos, 2021. Un film de Phyllis Nagy. 121 minutos
CALL JANE. Estados Unidos, 2021. Un film de Phyllis Nagy. 121 minutos
Elizabeth Banks y Sigourney Weaver en CALL JANE
Por Jorge Gutman
La guionista Phyllis Nagy, que había sido nominada para el Oscar por su notable libreto de Carol (2015), efectúa su debut como realizadora en un film centrado en el aborto. Este tema que ya había sido considerado excelentemente en 4 Semanas, 3 Meses, 2 Dias (2007), Never Rarely Sometimes Always (2020) y L’Événement (2021) no alcanza el mismo nivel de profundidad en Call Jane pero eso no desmerece el tratamiento dispensado por Nagy defendiendo el legítimo derecho de reproducción de la mujer.
Inspirado en hechos reales aunque de manera ficcional el guión de Hayley Schore y Roshan Sethi ubica la acción en Chicago en agosto de 1968 planteando el caso de Joy (Elizabeth Banks). Ella es una mujer de alta clase media, felizmente casada con el abogado penalista Will (Chris Messina) y madre de la adolescente Charlotte (Grace Edwards), que ahora aguarda la llegada de un nuevo hijo al hogar. Si bien su embarazo la hace feliz su dicha es de corto alcance al descubrir que sufre una seria dolencia cardíaca y según la opinión de su médico la tardía gestación puede arriesgar su vida. Sin embargo la junta hospitalaria se opone terminantemente a realizar un aborto porque el procedimiento es ilegal en Illinois y la situación de Joy no merece ser considerada como excepción a la regla. Frente al desamparo legal y temiendo por su vida Joy encuentra la solución cuando se impone de la existencia del grupo colectivo “Jane” liderado dirigido por Virginia (Sigourney Weaver), que clandestinamente efectúa abortos a cambio de 600 dólares. Con delicadeza Nagy trata esta situación exponiendo la intervención a la que se somete Joy realizada por Dean (Cory Michael Smith), un frío supuesto médico del equipo a quien le interesa más el beneficio que le rinde el ejercicio de esta práctica que empatizar con esta mujer.
Una vez practicada la operación, aunque para su marido y su hija el aborto ha sido involuntario, Joy se adhiere a este grupo al ver cómo sus integrantes despliegan esfuerzos para apoyar a mujeres adultas solteras así como a chicas adolescentes embarazadas que requieren ayuda. En consecuencia, participa de las reuniones y actividades de esta agrupación, lo que involucra al principio atender a las mujeres que desean abortar.
Demostrando considerable madurez como novel cineasta, la hábil dirección de Nagy no puede ocultar algunos obstáculos del guión. Así, por ejemplo no se explica de que Joy oculte a su marido e hija su actividad en la organización, aduciendo que sus largas horas de ausencia del hogar se deben a que está asistiendo a clases de arte; menos aún adquiere credibilidad que al poco tiempo Joy adquiera el conocimiento de cómo practicar el aborto para efectuarlo ella misma; tampoco es convincente el acercamiento de su esposo con Lana (Kate Mara), la vecina amiga. Pero estas objeciones, incluyendo un final un tanto precipitado, son en parte compensadas con el desempeño de su sólido elenco liderado por Banks y Weaver así como el resto del reparto de apoyo con especial relevancia de Wunmi Mosaku animando a la única mujer afroamericana de la Jane Collective.
Dejando a un lado las observaciones formuladas este drama arroja un saldo positivo; resaltando la solidaridad femenina y el empoderamiento de la mujer, el film destaca la labor de este movimiento colectivo que en difíciles momentos trabajó a espaldas de la mafia y de la policía brindando a miles de mujeres un aborto seguro hasta cinco años después cuando la ilegalidad quedó anulada.
Cabe mencionar que la filmación de Call Jane fue realizada en 2021 y en consecuencia no se menciona la lamentable decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos de junio de 2022 derogando el derecho constitucional al aborto que había regido desde 1973..
AFTERSUN. Gran Bretaña, 2022. Un film escrito y dirigido por Charlotte Wells. 96 minutos
En su ópera prima la directora Charlotte Wells enfoca la especial relación establecida entre un padre y su hija. En un guión que le pertenece Wells presenta a la adulta Sophie (Celia Rowlson-Hall) mirando videos grabados en una mini cámara DV; ahí revive su etapa preadolescente con su padre divorciado de 31 años en ocasión de haber efectuado un viaje de vacaciones.
A través de flashbacks la acción retrocede a 1990 donde Sophie (Frankie Corio) de 11 años viviendo en Edimburgo con su madre, acepta la invitación de su padre Callum (Paul Mescal) radicado en Londres para pasar un par de semanas en una zona balnearia de Turquía.
Prácticamente la mayor parte del metraje transcurre en ese balneario donde se puede apreciar la cálida amistad que surge entre ambos personajes. A pesar de que Callum está separado de su esposa desde hace varios años, la ex pareja mantiene una actitud cordial que se vislumbra en un llamado telefónico que él le efectúa desde Turquía. Durante esas jornadas, los días transcurren viendo a padre e hija bañarse en la piscina, sumergiéndose en el mar, jugar a las cartas, asistir a algunos espectáculos que se ofrecen, compartir los almuerzos y cenas, así como las restantes actividades propias de un viaje de placer.
La narrativa es muy escueta sin que ofrezca grandes sobresaltos o mayores excitaciones. Sin embargo, en este melancólico relato sobresalen algunos rasgos tanto de Sophie, observando y vinculándose con la gente de su edad que le sale al paso, así como por parte de Callum impregnando en todo momento inmenso cariño a la pequeña. De todos modos, sin ofrecer detalles sobre el pasado de este individuo hay un instante en el que vuelca su llanto, presumiendo que hay algo serio que lo aflige aunque se ignora la causa.
Tanto Mescal como Corio, toda una revelación en su debut de actriz, satisfacen plenamente en el vinculo paterno-filial establecido por sus personajes: por su parte, la novel realizadora demuestra una especial sensibilidad exponiendo una nostálgica historia bien construida que a pesar de no existir un conflicto dramático de todos modos resulta emotiva.
COUPEZ!. Francia, 2022. Un film de Michel Hazanavicius. 110 minutos
A través de una carrera irregular en donde su trabajo más relevante ha sido The Artist (2011) que obtuvo varios Oscar incluyendo mejor película, director y actor, ahora el realizador francés Michel Hazanavicius ofrece en Coupez! una alocada y frenética comedia que podrá o no ser festejada según sea el criterio de cada espectador.
La historia está basada en el film japonés One Cut of The Dead (2017) de Shinichiro Ueda en una adaptación del guión concebido por el realizador y Ryoichi Wada. El film está estructurado en tres partes en la que en la primera de ellas, mediante una ininterrumpida secuencia de 30 minutos, se asiste al rodaje de una película de zombis en donde inesperadamente algunos de los actores y técnicos del equipo se convierten en verdaderos muertos vivientes generando un caos y una lucha por la supervivencia.
La segunda parte ilustra la génesis del proyecto que tiene lugar tres meses antescuando el director Rémi Bouillon (Romain Duris) es requerido para realizar en una única toma un film de horror de clase Bfinanciadopor una productora japonesa (Yoshiko Takehara); si bien Rémi es reluctante por el proyecto finalmente acepta la propuesta, más no sea para mostrar a su hija Romy (Simone Hazanavicius, quien es realmente la hija del cineasta) el proceso de filmación. Es allí donde se producen diversos obstáculos, incluyendo un accidente de auto donde quedan maltrechos dos integrantes del elenco que en la emergencia deben ser reemplazados por Rémi y su mujer Nadia (Bérénice Bejo). Finalmente en la tercera parte se muestra cómo se rodó el film que se vio en su inicio.
La dirección de Hazanavicius es correcta aunque la película llega a extenuar ante sus repetitivas escenas. Si bien el propósito del realizador es ofrecer un relato hilarante, eso se manifiesta mediante un humor bastante discutible recurriendo a escatológicas secuencias de vómitos, hachazos, decapitaciones, vísceras y derrame de sangre a granel. En cuanto a su elenco, Hazanavicius logra sacar buen partido de Romain Duris como protagonista así como de Bérénice Bejo, Grégory Gadebois, Finnegan Oldfield, Matilda Lutz, Sébastien Chassagne, Raphaël Quenard, Lyes Salem y Yoshiko Takehara.
A su favor, a manera de homenaje a los artesanos del cine el film destaca los diversos problemas que acaecen en el proceso de creación cinematográfica y cómo depende de la ingeniosidad de un cineasta para poder superarlos.
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