ARMAGEDDON TIME. Estados Unidos, 2022. Un film escrito y dirigido por James Gray. 114 minutos.
ARMAGEDDON TIME. Estados Unidos, 2022. Un film escrito y dirigido por James Gray. 114 minutos.
Banks Repeta y Anthony Hopkins en ARMAGEDDON TIME.
Por Jorge Gutman
Así como Alfonso Cuaron en Roma (2018), Almodóvar en Dolor y Gloria (2019), Kenneth Brannagh en Belfast (2021) y Steven Spielberg en su reciente film The Fabelmans (2022) decidieron ofrecer una visión autobiográfica en los años de temprana edad, el director James Gray hace lo propio en Armageddon Time. Sin ser una obra nostálgica, el realizador rememora su etapa preadolescente ubicando su relato en 1980 cuando él tenía 11 años.
El alter ego de Gray es Paul (Banks Repeta) viviendo en Queens con su familia judía integrada entre otros por sus padres Irving (Jeremy Strong) y Esther (Anne Hathaway), su hermano mayor Ted (Ryan Sell) y sus abuelos maternos Aaron (Anthony Hopkins) y Mickey (Tovah Feldshun).
El relato comienza con Paul asistiendo al sexto grado en el primer día de clase en una escuela pública donde en vez de concentrar su atención en el profesor Turkeltaub (Andrew Polk), dada su inclinación por el arte prefiere esbozar un dibujo de su persona por el cual es reprendido. Sin sentirse muy cómodo en la escuela, su único aliciente es Johnny (Jaylin Webb), un chico negro con quien cimenta una sincera amistad. En el ámbito familiar, pese a ser querido por sus padres sin embargo los resiente porque fundamentalmente Irving no acepta las inclinaciones de su hijo por el arte y además desaprueba su conducta en la escuela al haber incurrido en grave falta junto con Johnny.
De allí en más, sus padres consideran que la mejor opción para su avieso hijo es enviarlo a un colegio privado elitista en el que estará sujeto a una mayor disciplina; eso no impide a Paul seguir frecuentando a su único amigo Johnny. De paso la película enfoca a Fred Trump (John Diehl), el padre del futuro presidente, como miembro del consejo de administración de la escuela quien con su hermana Maryanne (Jessica Chastain) son sus benefactores.
Sin entrar a develar lo que acontece en el último tramo del relato, se puede en cambiar anticipar que mediante una pudorosa autocrítica el realizador demuestra cómo en la sociedad que lo rodea es un privilegio ser blanco y de qué modo el racismo se manifiesta no solo en el ámbito escolar sino asimismo en el seno de su propia familia.
Además de la acertada interpretación de su elenco, donde se destacan el joven Repeta en el rol protagónico como asimismo Hathaway, Strong, Webb y Hopkins, Gray reproduce muy bien el sólido lazo de esa familia de inmigrantes judíos en donde durante las comidas en que sus integrantes están reunidos no están ausentes las discusiones y a veces ciertas manifestaciones violentas. Asimismo, el cineasta ilustra el espíritu imperante en la época en que transcurre con el avecinamiento de Reagan como presidente.
Con notable honestidad Gray dista de ofrecer una imagen idealista de su alter ego para en cambio describirlo como el muchacho rebelde y no conformista que atraviesa un difícil proceso de transición hacia la madurez; en ese trance queda resaltado el recíproco amor entre él y su abuelo así como la profunda amistad que lo une a Johnny.
Aunque sin llegar a sus memorables trabajos como lo fueron entre otros Little Odessa (1994), The Yards (2000) y The Immigrant (2013), Armageddon Time es un expresivo y emotivo film.
TU TE SOUVIENDRAS DE MOI / YOU WILL REMEMBER ME. Canadá, 2020. Un film de Eric Tessier. 108 minutos
Aunque dado a conocer en el Festival de Sarajevo de 2020, recién ahora el público canadiense tiene la oportunidad de juzgar Tu te souviendras de moi en el que el realizador Eric Tessier aborda el perturbador tema de la pérdida de memoria. Ciertamente este tópico ya ha sido tratado anteriormente por el cine, pero aquí poco importa en la medida que se aprecia un film de notable calidad realzado por la hipnótica actuación de Rémy Girard.
La película está basada en la pieza homónima de 2013 del dramaturgo François Archambault y ha sido muy bien adaptada por su autor en un guión compartido con Tessier en el que no trasciende su origen teatral. Su principal personaje es Edouard Beauch un jubilado académico historiador de madura edad que en las primeras escenas se encuentra acompañado por su mujer Madeleine (France Castel) en ocasión de una entrevista televisiva; en la misma él no puede ocultar cierta pomposidad manifestando que goza de una excelente memoria dando como ejemplo sus recuerdos como profesor universitario en su primer día de clase; con todo su señora lo contradice al hacerle ver que no se acuerda lo que pasó pocas horas atrás.
De inmediato se aprecia que Edouard padece de demencia senil y es así que Madeleine, fatigada de estar atendiéndolo, decide tomarse un descanso depositando a su marido en la casa de su hija Isabelle (Julie Le Breton); allí su compañero Patrick (David Boutin) ofrece ocuparse de Edouard; pero como a la postre le resulta imposible delega la responsabilidad a su joven y un tanto rebelde hija Bérénice (Karelle Tremblay).
La esencia del film reside en la interacción entablada entre la adolescente Bérénice y Edouard que representan dos distantes y disímiles generaciones. Al principio la relación se torna dificultosa a través de las arrogantes opiniones de Edouard quien manifiesta su disconformidad con los predicamentos de la actual tecnología y de las redes sociales que en su opinión denigran la cultura. Con todo ese vínculo gradualmente se va suavizando en los relatos que él le cuenta a la joven; a través de los mismos va rememorando cuando comenzó a cortejar a quien sería su esposa, su feliz vida de familia así como su profundo dolor por el suicidio de su otra hija Natalie a la temprana edad de 19 años. Gradualmente Bérénice va cobrando afecto hacia Édouard y cuando a un momento dado él cree que está en presencia de Nathalie, la joven asume la identidad de la desaparecida hija a fin de no desilusionarlo.
Una vez más Girard confirma ser uno de los más brillantes actores de Canadá con la insuperable caracterización que logra de su personaje; así se aprecia cómo su Edouard va expresando la confusión y frustración que implica su pérdida de memoria como también la desintegración de su personalidad cuando la amnesia se apodera por completo de él.
A su lado Tremblay igualmente se luce transmitiendo cabalmente en su personaje la compasión así como la satisfacción que le produce al permitir que su interlocutor se sienta confortable a su lado.
Quien tiene o haya tenido que convivir con quienes están afectados por esta grave afección sabrán sin duda valorar el nivel de autenticidad alcanzado por Tessier en el tratamiento de este drama.
Con una lograda puesta escénica, un esmerado guión y un estilo visual adaptado a su contenido, este es un film profundamente conmovedor que emociona con legítimos recursos sin tener que apelar a golpes bajos.
ARGENTINA, 1985. Argentina-Estados Unidos, 2022. Un film de Santiago Mitre. 140 minutos. Disponible en Amazon Prime Video
Pocas veces una película de Argentina ha logrado la repercusión alcanzada por Argentina, 1985. Después de haber sido aclamado en el Festival de Venecia, donde obtuvo el premio de la Fipresci, así como el del público en el Festival San Sebastián, el film tuvo su exhibición en salas tanto en Argentina como en algunas de Norteamérica , obteniendo un éxito similar y es ahora que a través de la plataforma de Amazon Prime Video puede ser apreciado mundialmente.
¿A qué se debe ese suceso de crítica y público? Eso es debido a la remarcable realización de Santiago Mitre, bien conocido por El Estudiante (2011) y La Patota (2015) entre otros títulos, así como por la antológica actuación de Ricardo Darín y por revivir la memoria colectiva de la tragedia histórica vivida por el país durante la sangrienta dictadura que la afectó desde 1976 hasta 1983.
El realizador junto con Mariano Llinás elaboraron un excelente guión en donde reconstruyen el juicio civil a cargo del juez Julio César Strassera (Darín) entablado a los miembros de las despóticas juntas que gobernaron el país durante ese período. Es interesante la trayectoria de este héroe quien comenzando en 1976 como un desapercibido funcionario de justicia llega a desempeñarse como fiscal después de la dictadura liderando por primera vez un juicio civil a nueve generales responsables directos de las atrocidades cometidas. Así durante el lapso de 17 semanas entre 1984 y 1985 Strassera junto con su eficiente adjunto Luis Moreno Ocampo (Peter Lanzani) y varios jóvenes integrados por estudiantes de abogacía y primerizos funcionarios de la justicia debieron reunir en tiempo récord las pruebas que deberían ser presentadas durante el proceso judicial.
Paralelamente al drama central, el film ilustra a Strassera, como un respetable hombre de familia junto a su abnegada mujer (Alejandra Flechner), su hija adolescente (Gina Mastronicola) y su hijo menor (Santiago Armas Estevarena); asimismo en el desafío que enfrenta, no oculta su preocupación por las amenazas de muerte dirigidas a él y los suyos. Por su parte el fiscal adjunto debe afrontar la crítica de su familia estrechamente vinculada a los militares pero que de ningún modo lo habrá de cejar en su propósito de actuar con Strassera al tener plena convicción de la culpabilidad de quienes deben ser juzgados.
A través de los cruentos testimonios de varios testigos sobrevivientes y familiares de las víctimas que la fiscalía va aportando durante el juicio, hay uno que causa un vibrante impacto. Eso se produce con el desgarrador relato de Adriana Calvo de Laborde (Laura Paredes) quien presa de incontenible emoción va exponiendo cómo en febrero de 1977 fue secuestrada y vilmente torturada; estando embarazada de seis meses y medio, al llegar a dar a luz con su rostro vendado y su cuerpo esposado en la parte trasera de un coche, el bebé cae al suelo al estar unido por el cordón umbilical. A esa escena extremadamente conmovedora se agrega otra cuando en el alegato final realizado por Strassera después de haber aportado al tribunal 709 casos de los más de 30.000 desaparecidos termina su alocución con el “Nunca Más” logrando la aclamación del público asistente.
Desde cualquier aspecto que se analice al film no es exagerado afirmar que es uno de los más importantes juzgados en el transcurso de este año. Tanto la sobria dirección de Mitre evitando cualquier tipo de excesos y la de su excelente elenco encabezado por un impagable Darin y estupendo Lanzani, dan como resultado un valiente drama político que duele profundamente al revivir la historia monstruosa cometida por despóticos genocidas.
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