El Salvador construye mega cárcel para albergar mareros
El Salvador construye mega cárcel para albergar mareros
Vista de un centro de reclusión en El Salvador (foto de archivo).
– El gobierno de Nayib Bukele está construyendo una megacárcel para 40.000 reclusos.
El gobierno de Nayib Bukele, que se ha declarado en guerra contra las pandillas, dijo que los delincuentes más peligrosos serán sometidos al “más severo” encierro en un gigantesco centro penitenciario para 40.000 personas que se construye en El Salvador.
En el Centro de Confinamiento del Terrorismo, como se ha denominado, estarán encerrados “los mayores terroristas, gatilleros (pandilleros sicarios), palabreros (pandilleros jefes de células), colaboradores“, aseguró en su cuenta de Twitter el viceministro de Justicia, Osiris Luna.
La enorme prisión está siendo levantada en Tecoluca, en el centro del país. Luna mostró en Twitter fotografías de los avances en la construcción.
En las imágenes se exhibe el interior de un pabellón de dos pisos con un ancho pasillo al medio y muchas celdas con gruesos barrotes. Desde el techo, pequeños tragaluz dejan pasar rayos de sol.
“El régimen al que van los terroristas es el MÁS SEVERO”, advirtió Luna, también director de Centros Penales, sin precisar cuándo quedará terminada la megaprisión, aunque el gobierno ha estimado que podría estarlo a fines de año o a inicios de 2023.
El Congreso, a pedido de Bukele, declaró en marzo pasado un régimen de excepción para combatir a la Mara Salvatrucha (MS-13) y Barrio 18, las dos pandillas más poderosas del país y responsables de alarmantes cifras de asesinatos.
Además de permitir detenciones sin orden judicial, el régimen de excepción suspende la libertad de asociación, el derecho a la defensa que tiene un procesado, extiende el plazo de detención preventiva de tres a 15 días y faculta la intervención de las comunicaciones.
Desde que está en vigor, la policía y el ejército han detenido a 56.716 presuntos pandilleros en el marco de esa “guerra”, según cifras brindadas por el ministerio de la Defensa.
Los detenidos se suman a 16.000 pandilleros que ya estaban encarcelados. El combate a las pandillas es respaldado por tres de cada cuatro salvadoreños, según una encuesta de octubre.
Pero las políticas de Bukele han estado en la mira de organismos como Amnistía Internacional o Human Rights Watch, que han instado a respetar los derechos humanos ante denuncias de detenciones de supuestos inocentes mientras los derechos de las víctimas nadie los escucha.
Las duras declaraciones de Bukele
A propósito, Bukele escribió la noche del domingo en Twitter que “destruir” a las pandillas “no es trabajo fácil” y señaló que “siempre se creyó que era imposible”.
“Destruir a las pandillas que estaban tan enraizadas en la sociedad salvadoreña, no es un trabajo fácil; de hecho, siempre se creyó que era imposible”, publicó el mandatario en la red social.
El mandatario acompañó su mensaje con un vídeo en el que se observa a privados de libertad en fase de libertad acabar con tumbas que supuestamente tenían símbolos de pandillas.
Bukele apuntó que “lograr destruir a las pandillas requiere de muchas acciones simultáneas”, “una de ellas es destruir sus símbolos, su sentido de pertenencia, su memoria”, agregó.
Denuncias de detenciones arbitrarias
La Fundación de Estudios para la Aplicación del Derecho (Fespad) denunció la detención “arbitraria” de “al menos 8 niños y jóvenes” en el oriente de El Salvador, según confirmó a EFE la organización no gubernamental.
El hecho, de acuerdo con Fespad, sucedió el pasado 29 de octubre en una comunidad de la zona del Bajo Lempa, en el oriental municipio de Jiquilisco, luego que los detenidos “presentaron una obra de teatro sobre memoria histórica de El Salvador.
Explicó que “la obra que presentaron los niños y jóvenes detenidos retrataba la historia del país desde la época precolombina, los Acuerdos de Paz, hasta la actualidad”. “Los familiares temen que se trate de una represalia por incluir las actuaciones militares en la representación teatral”, apuntó.
El Salvador se encuentra en régimen de excepción desde finales de marzo tras una alza de asesinatos y las autoridades reportan 56.716 detenciones en los siete meses de dicha medida, implementada por el Gobierno del presidente Nayib Bukele para “combatir” a las maras en un “guerra”, denominada así por el mandatario.
El régimen de excepción ha sido prorrogado en siete ocasiones por la Asamblea Legislativa, de amplia mayoría oficialista, y suspende varias garantías constitucionales.
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