CLOSE. Bélgica-Francia-Países Bajos, 2022. Un film de Lukas Dhont. 104 minutos.
CLOSE. Bélgica-Francia-Países Bajos, 2022. Un film de Lukas Dhont. 104 minutos.
Gustav De Waele y Eden Dambrine en CLOSE
Por Jorge Gutman
En 2018 la película Girl del joven debutante realizador Lukas Dhont maravilló en el festival de Cannes. Habiendo sido presentada en la Sección Un Certain Regard, obtuvo el premio de la Crítica, el de actuación para Victor Polster y asimismo el de la Cámara de Oro por primer film. Si en esa ocasión sorprendió en la narración de un tema decididamente audaz, en Close nuevamente Dhont suscita admiración al tratar el tema de la amistad adolescente en una forma sumamente profunda y delicada a la vez. Decididamente en este su segundo trabajo el director se impone como uno de los más notables cineastas europeos.
Es grato constatar cómo jóvenes intérpretes pueden resultar brillantes actores como aquí lo demuestran los debutantes Gustav De Waele y muy especialmente Eden Dambrine en los roles protagónicos. El excelente guión del realizador con la colaboración de Angelo Tijssens ubica la acción en una zona rural de Bélgica enfocando la amistad que desde la infancia han mantenido Léo (Dambrine) y Rémi (De Waele); es así que ahora con sus 13 años de edad juntos disfrutan del ocio del verano, jugando, bicicleteando y corriendo en los campos de las granjas de flores que cultivan sus respectivos padres; a todo ello, Léo celebra la inclinación musical de su amigo tocando el oboe. Cuando las vacaciones finalizan, ambos comienzan sus estudios de enseñanza media y es en ese entorno donde el acercamiento de estos íntimos amigos como si fueran hermanos de sangre es juzgado de manera suspicaz por sus compañeros de estudio quienes creen que pueden ser pareja.
Para evitar las suspicacias generadas, Léo comienza lentamente a distanciarse de Rémi y va forjando nuevas amistades practicando hockey sobre hielo y jugando al fútbol, deportes que en principio están más asociados al género masculino. Frente a esta situación Rémi no puede llegar a comprender cómo el comportamiento adoptado por Léo pueda llegar a desintegrar la sublime amistad mantenida a lo largo del tiempo. De allí en más el desarrollo de los acontecimientos adopta un giro imprevisto generando un nivel de considerable tensión dramática por motivos que decididamente resultan inapropiados de revelar.
Generalmente el sentimiento de culpa se manifiesta en una persona adulta cuando ha cometido una falta o un daño a alguien; lo poco frecuente es que ese peso enorme que conlleva la conciencia pueda manifestarse en un ser que comienza a transitar el período crítico de la adolescencia. Así resulta sorprendente la manera en que Dhont trata el rictus de pena y desconsuelo que comienza a apoderarse en Léo, en la extraordinaria caracterización que Dambrine logra de su personaje.
Completamente opuesta a la grandilocuencia de los llamados blockbusters Close es un melodrama que si a primera vista resulta sencillo en el fondo es complejo permitiendo sensibilizar al más indiferente espectador sobre todo en la emocionante escena final que no conviene develar. Con un inusitado poder de observación Dhont ha penetrado remarcablemente en la médula de sus personajes, al propio tiempo que realiza una manifiesta crítica de los prejuicios homofóbicos prevalecientes en el medio en que transcurre esta historia.
Tanto a nivel artístico como en su puesta escénica, el cineasta ha obtenido una desgarradora película de gran impacto emocional que es defendida por un valioso elenco en el que además de Dambrine y De Waele, remarcablemente participan Emilie Dequenne como la madre de Rémi y Léa Drucker como la progenitora de Léo; en papeles de apoyo igualmente salen airosos Kevin Janssens y Marc Weiss animando a los respectivos padres de Rémi y Léo, así como Igor Van Dessel personificando al hermano mayor de Léo.
Habiendo merecidamente obtenido el Gran Premio del Jurado en Cannes en 2022, este estupendo film es uno de los cinco candidatos que ha sido recientemente nominado por la Academia de Hollywood en la categoría de mejor película internacional.
WHEN YOU FINISH SAVING THE WORLD. Estados Unidos, 2021. Un film escrito y dirigido por Jesse Eisenberg. 88 minutos
Debutando como realizador, el actor Jesse Einsenberg traslada a la pantalla un tema lejanamente basado en su homónimo audio drama de 2020. Aunque modesta y sin grandes pretensiones, When You Finish Saving the World es un film aceptable a pesar de que no resulta fácil congraciarse con sus principales personajes.
Eisenberg presenta una familia no muy unida integrada por Evelyn (Julianne Moore), su marido Roger (Jay O. Sanders) y el único hijo adolescente Ziggy (Finn Wolfhard). Desde un comienzo se aprecia la relación poco agradable entre la madre y su hijo. Ella está a cargo de un albergue destinado a personas que han sido víctimas de violencia doméstica en tanto que el muchacho es un aspirante a músico que compone rock folclórico con influencia alternativa y a través de live streams transmite sus conciertos a una audiencia que según él alcanza a 20.000 seguidores en línea; al vivir en el mismo hogar Evelyn no tolera su música en tanto que él no admite que ella interfiera o abra la puerta de su habitación mientras está transmitiendo. A todo ello, Roger no juega rol alguno en la dinámica familiar y más bien cree estar rodeado de dos narcisistas.
Evelyn no muy satisfecha en su hogar encuentra solaz en su actividad altruista tratando de ayudar a quienes requieren calor humano y cariño en el albergue que dirige; sin embargo, su personalidad no le permite socializar y empatizar como corresponde con los residentes. Todo cambia cuando conoce a Kyle (Billy Bryk), el hijo adolescente de una traumatizada madre soltera (Eleanore Hendricks) que se halla en el albergue; es así que Evelyn, impresionada por la sensibilidad y madurez de este muchacho que contrasta fuertemente con la de su hijo trata de encauzarlo en un proyecto educacional que le permita vislumbrar un mejor porvenir. Por su parte Ziggy, completamente absorto en sí mismo con su música, adquiere conciencia de que existe un mundo más allá de la misma al sentirse atraído por Lila (Alisha Boe), una compañera de curso involucrada en temas políticos.
La película de Eisenberg, no obstante estar bien dirigida, encuentra cierta objeción en su guión al que le falta la necesaria solidez para que el drama propuesto pueda sensibilizar. A pesar de la muy buena interpretación de la veterana Moore y de la satisfactoria caracterización que Wolfhard logra de su personaje, no existe emoción alguna que trascienda del relato. Hilando muy fino, parecería que el mensaje abierto de su desenlace es el de la búsqueda de reconciliación entre una madre y su hijo y para ello -haciendo cierta referencia al título del film- resulta más conveniente salvarse a sí mismo antes que procurar la salvación del mundo. En todo caso, el film no es desechable y se deja ver aunque sin suscitar mayor entusiasmo.
RUIDO. México-Argentina, 2022. Un film de Natalia Beristáin. 104 minutos. Disponible en Netflix
El escalofriante tema de los desaparecidos que estremeció a Argentina y Chile durante la dictadura militar en las década de los años 70 y 80, adquiere relevancia actual cuando esa tragedia persiste hoy día en México con la increíble paradoja de tratarse de un país democrático, aunque eso no excluye que eso acontezca en otras regiones de América Latina.
Esa candente realidad es abordada por la directora mexicana Natalia Beristáin quien dejó una muy buena impresión en sus dos anteriores largometrajes, No quiero dormir sola (2012) y Los Adioses (2017). Aunque no se trate de un documental sino un relato de ficción, Ruido reúne todas las características de serlo dado el nivel de autenticidad en que ha sido filmado y valorizado por su nivel narrativo.
El guión de la realizadora elaborado con Diego Enrique Ozorno y Alo Valenzuela ubica la acción en el estado de San Luis Potosí introduciendo a Julia (Julieta Egarrola); ella es una madre de mediana edad que ha pasado 9 meses desesperada tratando de esclarecer el destino de su psicóloga hija Ger (Nicolasa Ortiz Monasterio). Dejando su profesión de artista plástica a un lado, el objetivo preciso de Julia es saber dónde está su hija, que en principio podría suponerse que fue secuestrada lo concreto es que se encuentra con el obstáculo de lidiar con la pared en la medida que las autoridades burocráticas están lejos de satisfacer su pedido; a ello se añade el nivel de corrupción existente de la fuerza policial. No obstante que el nuevo fiscal de turno (Adrián Vázquez) parecería empatizar con Julia, el resultado es prácticamente nulo al no obtener una respuesta concreta sobre el paradero de Ger.
Si bien Julia asiste a una terapia de grupo con otras mujeres relatando situaciones similares, en donde se puede apreciar el grado de solidaridad existente, eso no es suficiente para calmar su angustia; con todo allí ella conoce a Abril (Teresa Ruiz) una joven periodista que se encuentra presente investigando ese tema y se muestra dispuesta a ayudarla. De ahí en más, Abril acompañará a la desconsolada madre en su búsqueda y en ese derrotero habrán de atravesar por numerosas dificultades.
En todo este berenjenal de secuestros, asesinatos, trata de humanos y la cruel presencia del narcotráfico, la situación imperante es escalofriante donde principalmente son las mujeres las víctimas. En todo caso el feminicidio despierta la fuerte respuesta de los integrantes de la Asociación Voz y Dignidad Por los Nuestros y del Colectivo Buscándote con Amor Estado de México quienes actúan firmemente para encontrar a los seres queridos desaparecidos.. A pesar del enfrentamiento con la violenta embestida policial, estas organizaciones realizan marchas de protesta por las calles haciendo ruido para que la sociedad adquiera conciencia de este lacerante cáncer que la afecta.
Esta tragedia encuentra en la interpretación de Egarrola a una excepcional actriz quien expresa con gran intensidad emocional el sufrimiento, desgarro y pesadumbre de una madre abatida por ignorar qué es lo que ha sido de su primogénita. No menos importante es el valor testimonial y la denuncia que efectúa Beristáin en este tétrico drama permitiendo que el espectador se vea completamente involucrado a través de lo que observa en la pantalla.
En los créditos finales se lee que desde que se desató la guerra contra el narcotráfico, en México se registraron más de 90 mil desaparecidos; no se trata de meras cifras, sino de seres humanos. Asimismo, la realizadora expresa su agradecimiento a todas las personas que hicieron conocer su historia, vida y su esperanza para que este valiente film se pudiera concretar.
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